Nuevos retratos de la Transición

Magda Anglès

Magda Anglès

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

No fue hasta 1978 que la comercialización y el uso de la píldora anticonceptiva, inventada en 1960, fue legal en España. El control sobre el propio cuerpo en materia de reproducción se hizo esperar hasta el advenimento de lademocracia, cuando las mujeres adquirieron derechos que elfranquismo les había negado, atadas como estaban (legal y económicamente) a las figuras del padre o del marido. Las decisiones, en la mayoría de casos, las tomaban los otros.

Estos temas, y más, aparecen en la rara novela de Marta Sanz, Daniela Astor y la caja negra, que propone una nueva aproximación a laTransición, el fenómeno deldestape y elaborto. Mezclando ficción y documental, la autora retrata la Historia a través de una historia íntima de desposesión.

Catalina H. Griñán es una niña de doce años que juega a ser una estrella de cine y en su mundo de fantasía, ella es Daniela Astor. Paralelamente a este imaginario de papel couché, en el relato de su vida va cobrando relevancia el mundo real en que vive su madre. Demasiado real para que pueda gustarle a una preadolescente con ínfulas de estrella pero con “orejas de soplillo”. Casada con un profesor, Sonia Griñan es ama de casa por las mañanas, trabaja en la consulta de un médico por las tardes y prepara el acceso a la universitat por las noches, hasta que termina en prisión seis meses y un día por haber interrumpido voluntariamente su embarazo.

La historia de la madre y la hija también se va interrumpiendo con capítulos documentales (cajas negras) que recrean la historia del destape y sus protagonistas ¿Susana Estrada, Amparo Muñoz, María José Cantudo. En efecto, con la desaparición de la censura franquista llegó la obsesión por los planos frontales del destape, por ver y mostrar pechos ¿anteriores a la época de la homogenización de la silicona¿ y pubis frondosos ¿anteriores a la época de la homogenización de la depilación láser. ¿Liberación o cosificación? Así lo plantea la novela: «Cabe la duda de si la coartada cultural, intelectual, sirvió para mostrar carne o mostrar carne fue un procedimiento de normalización y crítica de una sociedad mojigata y claustrofóbica. ¿Se arañaba la espesa capa del tabú o el tabú se engrandecía alimentando el morbo?»

La novela de Sanz es pues, simultáneamente, la historia reciente del país i una historia de madres e hijas, pero también una historia de las mujeres y los estereotipos que las atosigan, las marcan o se les imponen; un recordatorio de donde venimos para ponernos en alterta hacia donde vamos.

Postpublicado en el portal de opinión50x7