Va por ti, Nadia

Adrià Gallardo

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Nadia es una mujer de 28 años, una mujer víctima de guerra. Su vida cambió con apenas 8 años. Con 8 años, una bomba cayó en el tejado de su casa, provocando la muerte de su hermano, la pérdida de consciencia de su padre, y la libertad para Nadia. Sí, su libertad.

[Entré a clase, ella estaba con mi tutora toqueteando el ordenador para proyectarnos unas imágenes. Me miró y me dijo hola. Le sonreí fuertemente. Me la devolvió].

Hace apenas dos semanas, tuve la gran oportunidad de conocer a Nadia, quiso venir a darnos una conferencia a mi colegio para explicarnos su experiencia. Cuando entré en la clase me encontré a una mujer ahora feliz, que explicaba con un perfecto catalán su ilusión por formarse y por ayudar a su país a conseguir la libertad. Una libertad que ella tiene aquí, y que quiere para todas las mujeres de su tierra.

Nadia vivía en "una casa muy feliz, en la que siempre había risas, sobretodo a la hora de comer", pero la guerra acabó con la vida de su hermano, provocó que ella estuviese en coma varios meses, y causó una enfermedad mental a su padre. En su familia eran cinco: tres hermanos (dos chicas y un chico), y sus padres. Su hermano murió, y su padre enfermó. Nadie podía llevar alimento a casa, allí sólo los hombres pueden trabajar, y en la familia de Nadia, no había quien lo pudiese hacer. No tuvo más opción, que tirar hacia adelante a su familia, cogió el nombre de su hermano, y así pasó a llamarse durante 11 años, los que vivió como un hombre.

Cuando dijo eso la clase quedó callada, todos vimos a una Nadia feliz, con un pasado muy muy oscuro. Pero espetó un "ara sóc feliç" (ahora soy feliz), y sonreímos todos.

Nadia Ghulam ha hecho centenares de entrevistas, ha salido en periódicos y en televisión, ha escrito un libro y ahora estudia Educación Social en la universidad y es una mujer con ilusión, pero en su país, muchas mujeres son reprimidas por el régimen talibán.

Afganistán es un país "bello" dice Nadia, un país "con muchas montañas, con flores muy bonitas, y con gente maravillosa", pero es un país donde no hay derechos.

Un país destrozado por la guerra

Un país al que llegó la paz pero no la libertad. Cuando los talibanes llegaron al país de Nadia, impusieron el burka y la prohibición de que las mujeres saliesen solas de sus casas. Sólo pueden ir acompañadas de hombres.

Debemos luchar por la igualdad y los Derechos Humanos. Nadia nos dijo que en su país: "Hay un problema de violación de la declaración de los Derechos Humanos". Sólo los países desarrollados podemos hacer algo por los países asiáticos que hoy en día aún se encuentran en éstas situaciones. La guerra, es lo que provoca.

Es una mujer coraje que decidió luchar por su familia y lo consiguió. Ahora vive en Catalunya, y tiene sus "padres catalanes", los que le sacaron de aquel agujero. Los que le brindaron una vida mejor.

Nadia es una privilegiada, pero no podemos seguir permitiendo que los países menos desarrollados, sigan en la Edad Media. Ella misma dijo que el primer día de universidad, en medio de clase, el profesor le preguntó que explicase características de la Edad Media. Ella se limitó a describir a su país, y acertó.

[Sonó el timbre, vino la directora y dijo "Nadia, hemos de ir acabando, nos espera otra clase..." Nadia asintió y dijo "quiero dar las gracias a todo el profesorado por darme la oportunidad de charlar con vosotros. Me lo habéis hecho muy ameno. Gracias." Y se fue espetando un "adéu siau"].

Nadia ahora es una mujer libre, y es feliz. Es un ejemplo de lucha y de superación, y es alguien que ama a su país y quiere ayudarle.

Gracias Nadia, va por ti.