La discusión previa de los Presupuestos catalanes

Siempre decimos que losPresupuestos es la ley más importante que presenta anualmente el Gobierno porque es la plasmación concreta, numérica, detallada, de sus acciones, de sus prioridades.

Y así es. Y así será también esta vez. Cuando finalmente elGovern de Catalunyaentre los Presupuestos en elParlament podremos ver cómo y sobre qué laGeneralitat ha decidido gastar y cuánto y sobre quién ha decidido ingresar. Porque entre los gastos fijos y condicionantes como el pago de intereses, el margen de maniobra es pequeño, de acuerdo, pero no es inocuo como se utiliza.

Pero aunque esta es la discusión relevante que tendremos que hacer, toda la discusión previa, la que acapara la atención mediática, es con quien se aprobarán y con qué cifra de déficit.

Y es sobre estos temas que creo que conviene hacer cinco aclaraciones.

1. La forma como se han repartido los márgenes de déficit entre el Gobierno central y las comunidades autónomas es injusta. Sesgada hacia el Gobierno central, que ya la última vez se otorgó casi en exclusiva la relajación de objetivos de déficit que permitióBruselas. No corresponde a lalealtad institucional mínima ni a la responsabilidad exigible teniendo en cuenta que son las comunidades autónomas que realizan el gasto en sanidad, educación o servicios sociales. En este sentido es más que justa la reivindicación que hace el 'conseller'Mas-Colell de pedir aproximadamente un tercio de la relajación que previsiblemente hará Bruselas de los objetivos de déficit para las administraciones públicas españolas de este año 2013. Todas las fuerzas políticas catalanas tenemos que hacer piña ante esta reclamación.

2. El problema pero va más allá y radica en la concepción imperante del que manda en Europa que la austeridad es un mal necesario cuando está más que demostrado que es una asfixia contraproducente. Con un déficit del 0,7% para el 2013 que es lo que tenemos aprobado ahora, la Generalitat deberá recortar grosso modo 4.500 millones de euros, pero 3.000 millones de euros con 1,5% y 2.000 millones de euros con el 2% (que son las otras cifras que están sobre la mesa). Un volumen de recortes, por tanto y en todos los casos, difícil de digerir para la economía catalana y el bienestar básico de los catalanes y más si se hacen como se han venido haciendo hasta ahora, perjudicando a quien más lo necesita.

Esta austeridad malentendida, miope, ideológica, que impone la troika y que está causando tragedias a los ciudadanos europeos ya nuestro modelo social está avalada por PP y CIU. No solo retóricamente (antes con orgullo de ser los "campeones de la austeridad" ahora con silencios clamorosos) sino que está avalada por los hechos. Lo demuestra la ley de estabilidad que CiU y PP votaron ahora no hace un año. Una ley que impone el déficit cero en crecimiento o en recesión, nieve o haga sol. Mas-Colell, y en general la derecha catalana y española, no tendrá ninguna credibilidad sino rectifica este discurso, deshace su propia ley y emplea las mismas energías que utilizan para otros temas en hacer un frente en Europa que reclame un cambio radical en esta concepción de la política económica.

3. El problema de fondo sigue siendo que los déficits reales de la economía catalana se llaman paro y recesión. Estos sí que nos deberían obsesionar, estos sí los tenemos que recortar. Y no lo haremos ni con resignación ni con milagros sino con planes de reforma de nuestro sector productivo, de todo lo que se ha demostrado que no funciona o que necesita ajustes y manteniendo la cohesión social que es un activo económico de primer orden. ¿Cuáles son las reformas puestas en marcha por la Generalitat? Ninguna. Confunden recortar con reformar y desmantelar. Ahora estamos instalados en la parálisis y en una crisis como la que estamos viviendo no hacer es sinónimo de deshacer. Apuestas en positivo por la reactivación, ninguna reforma en profundidad, mezclado con un relato del esfuerzo poco equitativo es la receta equivocada. Aprobar unos Presupuestos es importante, sí, pero más importante es tener un plan de salida de la crisis y creación de empleo. De eso no se habla.

4. No es tampoco baladí el hecho de que actualmente el Gobierno de la Generalitat (con el apoyo de ERC) haya aprobado una prórroga presupuestaria que implica un presupuesto de facto con el 0,7% de déficit. Dicen que Catalunya no se puede permitir hacer un Presupuesto con el recorte que supone el 0,7% pero la realidad es que de enero a julio (por poner una fecha de posible aprobación del presupuesto) Catalunya habrá funcionado con un Presupuesto que incluye ya este recorte. Un Presupuesto que no se ha debatido, que no se ha explicado democráticamente, pero que es lo que tenemos y con lo que funcionamos.

5. La pregunta de con quién se aprobarán los Presupuestos, pues, debe hacerse de manera más rigurosa a ERC. Porque como acabo de explicar, ya han aprobado unos Presupuestos de facto (los prorrogados) que implican un recorte para cumplir con el 0,7%... eso que dicen que es tan imposible de asumir. Y aún más importante, porque en el mes de diciembre la situación de las finanzas y obligaciones de la Generalitat era suficientemente conocida.

Si se firma un pacto de gobernabilidad es para hacer el país gobernable, y eso incluye unos Presupuestos con estas magnitudes. La alternativa es pensar que no sabían nada de la situación real de las finanzas de la Generalitat o que están haciendo comedia y táctica, la táctica de hacer a la vez de gobierno y oposición, la táctica de quererlo todo al mismo tiempo. No es quitarnos exigencia a los demás --podemos hablar--, pero sí pedir más exigencia a los son nuestro Gobierno, el Govern de Catalunya por las promesas que nos hizo e hicieron aquellos que le dieron apoyo durante la investidura del 'president' Mas no hace ni tres meses. Si he dicho antes que Mas-Colell tenía que rectificar por votar el déficit cero y no quererlo, también ERC deberá hacerlo por querer ser Govern y no serlo.