Ahora habrá prisa

Nos han entrado las prisas, president. Ahora que tenemos la prueba de un millón y medio de voces en la calle y hemos hecho pensamiento de ello, estamos impacientes para aclarar si Catalunya quiere independizarse de España por absoluta mayoría. Democráticamente, civilizadamente. A las urnas. Ha llegado la hora de hablar clar i català, y castellano también, para que todos los ciudadanos de Catalunya sepan lo que se están jugando. Sin mayoría no hay gritos que valgan, por ruido que hagan. Sin voto no hay mayorías que valgan, por silenciosas que sean. También ha llegado la hora de hablar claro e inglés, y alemán y francés, para que los países de Europa y la comunidad internacional sepan que hay una región del sur que seguramente querrá ser el miembro número 28 de la Unión.

A muchos nos han entrado las prisas porque ya no queremos seguir intentando si hay forma de vivir en un Estado que no nos quiere escuchar ni entender. No lo hizo ni cuando los astros estaban en posición inmejorable, en el 2004. Todas las fórmulas que hemos intentado han fracasado. Y tenemos prisa por muchas otras razones: porque no queremos que la transición nacional ni la tensión emocional se alarguen indefinidamente. Porque la sospecha de que algunos quieran que vayamos andando para ellos seguir mandando se convierte en una pesadilla. Porque los frikis de uno y otro lado causan temor. Porque tienen la boca sucia, sus palabras son incendiarias y todo está muy seco.

De manera, president Mas, que usted y los suyos, que pueden y quieren, ordenen a las grandes máquinas de la propaganda oficial y radiotelevisiva que no paren (como han hecho hasta ahora) y trabajemos para dar voz y voto al pueblo. Pero el pueblo del sí y al pueblo del no. Salgamos de dudas. No podemos estar siempre en transición; que hay un país por gobernar, cargado de problemas, con corruptos muy patrióticos y recortes muy intencionados.