Los retos de la capital catalana

Buenas bases para la Barcelona del 2020

La ciudad tiene mucho y muy bueno de donde partir para afrontar el futuro con garantías de éxito

francina22-03-2011

francina22-03-2011 / periodico

CARLOS LOSADA

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Hace unos meses, conversando con uno de los políticos de referencia de este país, me enfatizó que en situaciones económicas como la actual es fundamental identificar y subrayar lo que tenemos de positivo en nuestra sociedad y en nuestra economía. Eso nos dará seguridad, orgullo de lo que somos, estímulo para abordar los retos y conocimiento de las capacidades que poseemos. Así sabremos dónde apoyarnos y así podremos emprender nuevos retos y proyectos empresariales, que es lo único que reduce el paro de manera sostenida y genera crecimiento económico. El hecho de que recientemente me nombraran presidente de la Comisión de Estrategia del Plan Estratégico Metropolitano de Barcelona me ha obligado a confrontar datos del área metropolitana. Y he podido comprobar que aquel ejercicio aconsejado me deparaba gratas sorpresas.

Barcelona, percibida desde fuera, sigue siendo una de las mejores metrópolis europeas para hacer negocios -solo superada por Londres, París, Fráncfort y Bruselas-, con un envidiable reconocimiento de marca de ciudad a nivel mundial (en gran parte, todo hay que decirlo, gracias al FC Barcelona, que ha mantenido la llama que consolidaron los JJOO).

El área metropolitana dispone de un alto nivel de actividad emprendedora vinculada a la innovación. Las sociedades mercantiles constituidas en la ciudad en el 2010 aumentaron un 8,7% respecto de las creadas el año anterior. En el conjunto de la provincia el porcentaje crece hasta un 15,4%. La cifra de empresas creadas por cada mil habitantes es la más elevada de todas las grandes áreas urbanas españolas. Casi 50.000 de los nuevos afiliados a la Seguridad Social lo son de sectores de servicios intensivos en conocimiento y tecnología punta. Eso supone un aumento de alrededor del 7% respecto del año anterior (el 46% de incremento en el caso concreto de los servicios vinculados con la información y el 10% en servicios vinculados a I+D).

El potencial de una ciudad o área metropolitana con respecto al futuro está muy vinculado a dos variables clave: un buen aeropuerto que conecte con las diversas partes del mundo y la existencia de muy buenos centros universitarios. Barcelona tiene un aeropuerto con toda su capacidad renovada y una excepcional infraestructura, si bien los límites de capacidad de gestión siguen frenando que pueda desplegar toda su potencialidad. Por lo que respecta al potencial universitario, es muy alto. Dos de nuestras universidades están colocadas entre las 200 mejores del mundo (según el The Times Higher Education-The World University Rankings), y en algunos casos, como las áreas de conocimiento de ciencias de la vida o ciencias médicas y de la salud, entre las 50 mejores. Lo mismo ocurre en el ámbito de las escuelas de negocios, donde el área metropolitana dispone de centros de referencia mundial. Existen otras disciplinas que también destacan. Es cierto que el potencial es mayor que la realidad. Una mejor gobernanza, buenos incentivos organizativos y mayor autonomía facilitarían el desarrollo del potencial existente y, a la vez, necesario para el nuevo escenario mundial en que nos estamos moviendo.

Tenemos unas administraciones públicas, muy especialmente el Ayuntamiento de Barcelona, con un nivel de endeudamiento muy bajo comparado con otras ciudades (600 millones de euros la capital catalana, 7.000 millones de euros Madrid) y con un nivel de eficiencia comparativa muy alto. Por poner un ejemplo, el Ayuntamiento de Barcelona solo tiene 4,1 personas contratadas por cada 1.000 habitantes, cuando Madrid tiene más del doble y Bilbao 7,7.

Podría seguir con otras referencias a infraestructuras, calidad de vida, cohesión social¿ Pero creo que es mejor reforzar la idea fundamental: tenemos mucho y muy bueno de donde partir para abordar el futuro con garantías de éxito que permitan al área metropolitana seguir siendo una urbe de referencia europea y mundial. Una ciudad que dé respuesta a las necesidades humanas, sociales y económicas de sus ciudadanos. Capaz de reflexionar sobre ella misma y sobre su cultura. Que intente hacer de su vida cotidiana una propuesta de alta calidad humana que sirva de inspiración para otras grandes ciudades.

El camino hacia ese deseable futuro está parcialmente dibujado en el Plan Estratégico Metropolitano de Barcelona. En él se apuntan diversas líneas prioritarias:

Crear las condiciones de entorno para que puedan desarrollarse los sectores económicos emergentes y la progresiva puesta al día y reconversión de los sectores tradicionales.

Favorecer la atracción de talento. Mejorar la sostenibilidad medioambiental.

Dar respuesta a los nuevos retos sociales como la inmigración o el progresivo envejecimiento para garantizar la cohesión social.

Ampliar y fortalecer la red de relaciones internacionales que nos garanticen una mayor y mejor presencia en el mundo.

Contamos con una buena oportunidad porque partimos de una buena situación relativa y porque tenemos un buen proyecto. Lo que toca ahora es trabajar duro para poder aprovechar la oportunidad.

*Profesor de Política de Empresa de Esade (URL)