El turno

Regálate un minuto sabático

MARTÍ Gironell

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Mientras espero a los Tres Reyes se me acerca un hombre y me pregunta de dónde saco el tiempo para escribir, y le respondo que me lo busco y que, aunque cuesta, lo encuentro. Mirando al entarimado donde Sus Majestades de Oriente tenían que recibir las miles de cartas de los niños, él me dice: «¡Yo les he pedido que me traigan más tiempo, porque no tengo!». Este deseo me hizo pensar que somos muchos -y me incluyo- a quienes nuestra rutina diaria no nos permite pararnos y nos cuesta no solo encontrar tiempo para escribir, leer o no hacer nada, sino para respirar y ver hacia dónde vamos y así poner en orden nuestras ideas. Y esto me hizo recordar el minuto sabático, un concepto que el doctor en filosofíaRamon Alcoberro me procuró el otro día en una charla de café facilitada por el amigoJoan Salicrú.

No poder parar de vez en cuando y reservarte algo de tiempo hace que el estrés y la angustia sean aún más extremos. Muchas veces tienes que liberar momentos, aunque sea un minuto o cinco, para quedar contigo mismo o conversar con el hombre que siempre va conmigo, como decíaMachado, y así oiremos la voz de la conciencia, a menudo mitigada y sofocada por el ruido ambiental que nos rodea.

Si no, como me recordaba el doctorAlcoberro, haremos buena esa maldición gitana que dice: ojalá vivas tiempos interesantes, porque son tiempos angustiosos. Tiempos donde hay que crear, pero en los que hay que improvisar. Tiempo acelerado que con una vida más ordenada no es tan complicado de vivir si tienes la posibilidad de decidir por ti mismo. El estrés creativo te empuja e incentiva, pero es importante ponerle pausas. Si hay que improvisar constantemente, no llegaremos vivos a fin de mes. Dicen que nuestro carácter es la mitad de nuestro destino, que acabamos siendo lo que hacemos cada día. Aunque sean tiempos de rebajas y recortes, hagámoslo: regalémonos un poco de tiempo.