El epílogo
Honestidad crítica
Albert Sáez
Director de EL PERIÓDICO
Soy periodista. Ahora en EL PERIÓDICO. También doy clases en la Facultat de Comunicació Blanquerna de la Universitat Ramon Llull.
ALBERT SÁEZ
Una fina línea separa al profesor del maestro: la capacidad de dejar huella. El maestro Iñaki Gabilondo se despidió el jueves marcando impronta. Hizo una de las mejores síntesis de lo esencial en periodismo: la honestidad crítica. Este oficio de explicar historias lleva un par de siglos intentando delimitar lo nuclear y expulsar lo accesorio. Vamos, que lleva un par de siglos intentando explicar sintéticamente la distancia sideral que separa a Gabilondo de Belén Esteban aunque los dos salgan por la tele. Demasiadas veces ha buscado lo esencial en lo altisonante. Conceptos como verdad, objetividad, imparcialidad, compromiso... han resultado tan repetidos como vacíos. El periodismo tiene con la verdad los mismos problemas que el científico; con la objetividad, similares a los del pintor; con el compromiso, no muy diferentes de los del economista, y así podríamos seguir infinitamente.
Lo que se les puede pedir a todos es que sean honestos. El lingüista Grice lo resume en una máxima: «No digas lo que sabes que es mentira». La honestidad no es defender la verdad que creemos sino abominar de la mentira que sabemos. En definitiva, negarse a admitir que la realidad no puede estropear un buen reportaje.
Conceptos indisociables
Quizá lo esencial del periodismo es el adjetivo que puso Gabilondo. Los periodistas debemos ser honestos como los científicos, los pintores y los economistas. Pero en el caso de los contadores de historias, a la honestidad hay que sumar el plus de la crítica, de la pregunta permanente, de la curiosidad sin límites.
Y para ser críticos deberíamos empezar por ser autocríticos sin ser autodestructivos. Deberíamos empezar por reconocer que a menudo olvidamos la honestidad en el afán de criticar aquello que no nos gusta o que no nos conviene. Y viceversa, nos amparamos en la honestidad para evitar la crítica a lo que compartimos o nos protege.
Pese a la tristeza de la despedida, Gabilondo nos ha hecho un buen regalo de Navidad: recordarnos lo que somos y aceptar que nos critiquen cuando lo olvidamos. Gracias, maestro.
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