Paso histórico en el Palau

Ha tenido que ser un acontecimiento tan desgraciado como el desfalco del Palau de la Música el que provocara un acontecimiento histórico: las primeras elecciones en los 120 años de vida del Orfeó Català, el alma máter del Palau. Ha sido un acontecimiento feliz porque, pese a la falta de costumbre, las elecciones han movilizado a un tercio del electorado y de ellas ha surgido una candidatura claramente vencedora, la de Mariona Carulla, que inicia un mandato con total legitimidad.

El programa con el que ha ganado los comicios es sencillo y meridiano. Austeridad, nuevo código ético, separación entre órganos de gobierno y ejecutivos, además de unificar las estructuras jurídicas, el presupuesto y la plantilla de los tres organismos del Palau: Orfeó, Fundació y Consorci. Está muy claro que la nueva presidenta quiere borrar del mapa el entramado que utilizó Millet para ocultar sus operaciones, algo muy lógico. Aunque hay que señalar que el depredador hubiera utilizado otros mecanismos para vaciar las arcas del Palau de no disponer de esa estructura, y que lo sustancial es la voluntad de robar y la impunidad con que se pueda hacer. Por eso es muy importante que la nueva presidenta ejerza plenamente su cargo. No es una buena señal que días atrás se precipitara en su apoyo al presidente en funciones, Josep Maria Busquets, que pretendía desligar a la institución de la apertura de una investigación judicial separada sobre si hubo financiación irregular de CDC. El cargo que asume, ahora oficialmente, también implica tomar decisiones difíciles.