Las claves de Johan Cruyff

Afellay lo tiene todo para sumar

El nuevo jugador del Barça necesitará un tiempo de adaptación, pero tiene bagaje para dar un paso más en su carrera. Y, sobre todo, porque hay una cosa que no se ve en el campo: tiene la cabeza bien amueblada.

Afellay trata de salvar la entrada de Eyong Enoh, el sábado en el Amsterdam Arena, en el 0-0 entre el Ajax y el PSV.

Afellay trata de salvar la entrada de Eyong Enoh, el sábado en el Amsterdam Arena, en el 0-0 entre el Ajax y el PSV.

JOHAN CRUYFF

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El sábado estuve en el Amsterdam Arena viendo en directo el Ajax-PSV, un partido de mucha tensión, donde el Ajax, próximo rival del Madrid en la Champions, no podía perder. Y no lo hizo (0-0)

y, dentro de lo malo -mucho ahora mismo en mi exclub-,

al menos mantiene los seis puntos de diferencia que le lleva el conjunto, todavía, deIbrahim Afellay.

Futuro futbolista del Bar-ça, a partir del 1 de enero,Afellaytiene suficiente calidad para jugar con los deGuardiola. Y, no descubro nada, puede actuar no en una, sino en varias demarcaciones, todas ellas ofensivas. Lo que sí puedo aportar respecto de él es lo que no se ve en el terreno de juego. Es un chico con la cabeza muy, muy bien amueblada. ¿Importa eso? Muchísimo.

No eran pocas las ofertas que tenía encima de la mesa. No ahora, sino a un año vista de acabar contrato, antes incluso de empezar el Mundial de Suráfrica. Cuando otros ya se habrían comprometido por el que más le diese de ficha, él prefirió esperar a un equipo que cuadrara con sus características. Donde otros hubiesen esperado a finalizar contrato, acabar libre y meterse en el bolsillo una prima de fichaje, él ha sido agradecido con el club en que ha estado desde niño. La diferencia es nada, solo seis meses, pero de irse ahora a hacerlo en junio próximo, al PSV le va cobrar o dejar de hacerlo -para mí, de justicia- por la formación de su futbolista.

Un cambio en la carrera

Otro detalle que puede pasar desapercibido es la edad con la queAfellayha decidido dar el salto. Con 24 años y tras cinco temporadas -seis con esta- actuando con regularidad en su equipo, tiene el bagaje suficiente, la mochila ya cargada, para dar un paso más en su carrera. Futbolísticamente, un cambio enorme. Por calidad que tenga, que la tiene, va a un equipo que juega el balón muy rápido, más que nadie, y que domina, cuando está fino, el juego de posición como nadie.Afellaynecesitará un tiempo de adaptación, seguro, pero siendo como es un chico sano en lo que a cabeza se refiere, llegando como llega dispuesto a hacer las cosas bien, lo tiene todo para sumar. El tiempo nos dirá en qué medida, a los muchos detalles y buenos que tiene el grupo deGuardiola.

Efectividad en Almería

SinAfellay, obviamente, sin dos campeones del mundo (PiquéyBusquets), con un chaval atrás comoFontàsy conMascheranocompletando el once ideal para muchos (salvando, o no, aMaxwellpor el lesionadoAbidal), el Barça firmó en Almería el partido perfecto. ¿Por los ocho goles? No. Esa es la anécdota.

A diferencia de otros encuentros de esta misma temporada, la cifra final de goles vino condicionada por la efectividad. Lo sobresaliente, para mí, fue la capacidad de defender hacia delante a partir del 0-3. Sí, ya sé que uno fue en propia portería. Y que otro vino tras un mal rechace. Sí, pero no hay gol en propia portería sin una internada con pase desde la misma línea de fondo (Maxwelltras combinar conVilla) ni rechace en el interior del área sin antes pisarla (Iniesta) con peligro y criterio.

Minuto 25 y 0-3. En la cabeza del jugador, una pregunta en ese instante: ¿Qué tengo por delante? Champions el miércoles y Barça-Madrid la semana que viene. Y, en Grecia, mejor que gane para no complicarme la vida. Y ante el Madrid, no digamos. ¿Qué hago? Inconscientemente, todos, este Barça incluso, das dos marchas menos, 10 metros todos más atrás, y a jugar más tranquilos.

¿Lo hizo? Al contrario. Y ese ejercicio de madurez para mí fue soberbio. Al mantener una intensidad similar, incluso con los cambios en el segundo tiempo, el equipo, igual sin proponérselo, consiguió la actuación perfecta: jugar al máximo rendimiento con el aparente, solo aparente, mínimo esfuerzo.

Nadie mete ocho goles por casualidad. Como tampoco fueron ocho llegadas, ocho goles. El que quiera quedarse con que el Almería estuvo blando, apático o entregado, es libre de pensar en ello. Pero ante un rival batido y entregado, lo fácil, lo natural, lo habitual, es meter el freno de mano, bajar la concentración y perder más balones.

Un ahorro ejemplar

Por tanto, defender más e ir más atrás, con lo cual correrás más, habrá más empujones, más choques y te cansarás más. El ahorro de energías fue ejemplar. Jugando alegre, presionando arriba, moviéndote rápido y desplazando rápido el balón, jugaste, dominaste y te divertiste. ¿Peligro de lesiones así? Ninguno. El rival llega tan tarde que matas, incluso, la opción de una entrada. Y si llega será a destiempo. ¿Pueden entrar así mejor los jóvenes? Sin lugar a dudas. A una semana del Barça-Madrid, a tres días de certificar el pase a octavos en la Champions, fue el partido más inteligente de los jugados hasta ahora por los deGuardiola.