MIRADOR

Y después, las municipales

VICENÇ VILLATORO

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Muchas de las acciones y de los discursos que llevarán a cabo los partidos catalanes, y especialmente los grandes partidos, a lo largo de este mes no se entienden solo como campaña electoral para el 28-N. Habrá que entenderlos también como parte de la campaña para las elecciones municipales de la primavera próxima. En primer lugar, porque la política está instalada en una agotadora campaña electoral y no hay tregua. Pero también porque el resultado del 28-N puede tener una influencia directa en unas municipales tan próximas. Y estas municipales son muy importantes.

Con la sensación de que la campaña difícilmente cambiará a grandes rasgos los resultados previstos de las elecciones catalanas, sino que solo conseguirá matices, la batalla será por los matices que sitúen a cada partido en mejor situación de cara a la primavera. Si CiU consigue en las catalanas provocar una sensación de ola, se sentirá con fuerza para ganar alcaldías que no ha tenido nunca. Si el PSC consigue obtener unos resultados presentables en las catalanas, afrontará con más optimismo la defensa de sus feudos municipales, origen principal de su fuerza política.

La preocupación por las municipales se nota más en el PSC, a la defensiva. Para los socialistas catalanes, los gobiernos municipales han sido los cuarteles de invierno. Un espacio que se han hecho propio. A veces incluso demasiado propio. Para el PSC, perder el gobierno de la Generalitat es un contratiempo desagradable. Pero perder, pongamos por caso, la alcaldía de Barcelona sería percibido como una tragedia. Los alcaldes socialistas, fuertes dentro del partido, se aplicarán a fondo en la campaña de las catalanas porque no se juegan solo la presidencia de la Generalitat, difícil de mantener a estas alturas, sino también sus alcaldías. Con el mensaje de renuncia al tripartito, el PSC intenta salvar los muebles -más que el Govern- en las elecciones catalanas y gracias a eso poder afrontar las municipales con más posibilidades. Es un gesto dirigido a los alcaldes. AJosé Luis Rodríguez Zapatero, y a los alcaldes.

También para CiU el horizonte de las municipales es importante. CiU ve una oportunidad para alcanzar alcaldías que le parecían vetadas. Pero eso pasa por unos resultados muy claros en las catalanas. CiU cree que hay un deseo de cambio, que si se expresa en las elecciones en el Parlamento, se expresará todavía más en ayuntamientos que han sido gobernados siempre -más de 30 años- por el PSC, como en Barcelona. Si en las catalanas se genera una ola de cambio, CiU cree que continuará en las municipales. El PSC quiere frenar la ola en las catalanas -ya se conformaría con una victoria convergente, pero sin ola- para evitar que le inunde sus ayuntamientos.