Opinión | Editorial

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Unidad de acción contra el 'top manta'

 La opinión del diario se expresa solo en los editoriales. Los artículos exponen posturas personales. 

El acuerdo alcanzado ayer por las distintas administraciones y las organizaciones de comerciantes en torno a la venta callejera ilegal debe ser saludado como un muy conveniente ejercicio de defensa de la igualdad ante la ley, que en eso se resume la lucha contra eltop manta.Ese principio quedó seriamente dañado hace dos semanas, cuando los ayuntamientos de El Vendrell y Calafell, acuciados por la creciente presencia de manteros en sus municipios, decidieron admitir de hecho esa actividad a cambio de que no se desarrollase en zonas muy comerciales. Pero eso significaba oficializar el agravio comparativo con los comerciantes que pagan impuestos, cumplen con las normas y no venden artículos falsificados.

El temor a que esa filosofía laxa del mal menor se extendiera a otras poblaciones activó la cumbre de ayer, en la que el compromiso de la Conselleria d'Interior de aumentar los mossos dedicados a perseguir eltop mantallevó a El Vendrell y Calafell a anunciar el fin de la tolerancia a partir del 1 de septiembre. Pero para que sea eficaz, esa política de inflexibilidad policial con el comercio ilegal debe ser persistente, porque de lo contrario solo se conseguirá que los manteros vayan desplazándose de un lugar a otro. Y en orden a esa misma eficacia es imprescindible también que los ayuntamientos se comprometan con lealtad a aplicar en todas partes esa política de firmeza.

Pero como resulta obvio que si eltop mantaha arraigado es porque no son pocos quienes compran lo que ofrece, es oportuna la campaña de concienciación ciudadana que emprenderá la Administración, aunque inicialmente quepa ser escéptico sobre sus resultados inmediatos. Y al fondo permanece abierto el debate de si la legislación penal castiga adecuadamente a los manteros, pese a que en este aspecto cada vez aparece con más claridad que lossin papelesque exponen su mercancía en la calle no son sino el último eslabón de una red muy organizada que reporta grandes beneficios a los suministradores, generalmente con origen en países asiáticos.

El acuerdo alcanzado ayer no acabará con eltop manta,pero lo dificultará y reconciliará a muchos ciudadanos con el Estado de derecho. No es poco.