Una ruta por las localizaciones de terror más inquietantes de Barcelona

Si el Pumpkin Spice Latte ya ha llegado a Starbucks, eso significa que tenemos permiso para planear un octubre lleno de visionados terroríficos. O para plantearse un paseo por lugares de nuestra ciudad que resultan difíciles de separar de ciertos sustos, muertes y cosas aún peores, todo por culpa de la pantalla.

No hay una ruta cinéfilo-terrorífica por Barcelona que se precie sin parada en Casa Argelich (Rambla Catalunya, 34), el edificio del Eixample donde tenían lugar las dos primeras entregas de '[REC]', la saga de infectados que nos brindaron Jaume Balagueró y Paco Plaza. Pero hay que ser más ambicioso, ser completista y no quedarse en el lugar (emblemático) común. Hay vida (o muerte de la buena) más allá de esa escalera de mármol blanco. 

Podemos viajar atrás en el tiempo en la filmografía de Balagueró y echar un vistazo, quizá haciéndonos pasar por superricos, a los interiores de Casa Burés (Ausiàs Marc, 42), e intentar entender cómo esas estancias lujosamente rehabilitadas fueron un día escenarios espectrales de 'Darkness'. O, por completar el miniciclo, caminar hacia la señorial Casa Segarra (Provença, 185), en cuyo portal trabajaba el antihéroe misántropo y voyeur de 'Mientras duermes', encarnado por Luis Tosar como un psicópata poco sofisticado, más bien de andar por casa, pero igualmente terrorífico. 

Antes de que los ficticios Rosa Peral y Albert López de 'El cuerpo en llamas' lo eligieran como escenario donde tener conversaciones secretas, el parque de atracciones Tibidabo había sido inmortalizado por el director Brad Anderson en 'The machinist', con un Christian Bale famosamente enjuto como protagonista. Al insomne Trevor Reznik (Bale) se le ocurría montar al hijo de una amiga en un tren de la bruja llamado Route 666 (!!!), y el chaval acababa sufriendo un ataque de epilepsia. Eso sí, no vayas al parque en busca de dicha atracción. 

En la ruta ideal deberíamos picar de lo nuevo y lo viejo. Por ejemplo, podríamos incluir una subida a la Torre de Jaume I para revivir el clímax de la reciente (y más interesante de lo que se ha dicho) 'Bird Box Barcelona', de los hermanos Pastor, pero también una visita a la Iglesia de Santa Anna para chequear el lugar del (primer) crimen del 'thriller' de terror italiano de 1975 'El ojo en la oscuridad', dirigido por Umberto Lenzi, en el que las Ramblas tienen también presencia importante; es uno de los primeros lugares que visita el grupo de turistas norteamericanos después acosado por un personaje arrancaojos. 

En breve, además, deberíamos añadir a esta ruta las entrañas del metro: este año se espera el estreno de 'Estación Rocafort', inspirada en la fama tenebrosa de dicha parada, de la que se llegó a decir que alojaba fantasmas. Barcelona es un enorme y complicado castillo del terror.