¿Qué hacer hoy, 12 de febrero, en Barcelona?

Estos primeros días del año se suceden las galas de premios que rinden tributo a los mejores trabajos culturales del año. Es habitual ver a los artistas vestidos de gala con joyas carísimas y peinados sofisticados, un mundo de lujo y glamur al alcance de muy pocos. Pero la auténtica realidad es muy diferente. Tanto la ropa como los abalorios son cedidos por empresas de moda y el maquillaje y la peluquería forman parte también del lote. La inmensa mayoría de esos directores, actores y técnicos malviven como pueden esperando el próximo encargo y sin la seguridad de poder seguir adelante.

Quizás por eso, pese a la falsa seguridad que muestran, son tan vulnerables, tan frágiles. En este mundo implacable en el que los números son los únicos que mandan alguien puede saber si es bueno en su trabajo dependiendo de las cifras. Pero en el caso de los artistas no es así. Puedes vender muchas entradas, pero tampoco significa que lo que estés haciendo tenga calidad. En el arte todo es subjetivo y nadie tiene la verdad absoluta. Esas dudas, esas limitaciones, ese no saber adónde ir lo expresa plenamente la actriz y clown Diana Pla en su nuevo montaje, Miss COSAS y Yo, con la colaboración en la dramaturgia de Ferran Vilajosana, que puede verse en La Badabadoc hasta el próximo 28 de febrero.

El escenario y la familia

El escenario está ocupado por una mesa sobre la que hay una radio, un libro y un cuaderno iluminados por una lámpara de techo; en el centro, otra lámpara ahora de pie, con varios brazos y, a la derecha, un taburete y una mesita con dos copas y una botella. Una gran alfombra ocupa el suelo de parte del escenario. Diana aparece vestida con un chándal con capucha y, antes de poner en marcha lo que nos ha preparado nos explica múltiples detalles de su vida.

Se la nota algo acomplejada por ser la única de la familia que no se ha hecho un nombre. Sus padres son Quimet Pla, cofundador de Comediants, y Núria Solina, de la compañía callejera Picatrons, mientras que su hermano es el popular Oriol Pla, actor de teatro, cine y televisión con títulos como Merlí o Incerta glòria. Pero ella, ¿qué bagaje arrastra? Nos habla de sus fracasados intentos por triunfar en diferentes campos y su puesta en escena de un solo de ballet que no salió como esperaba.

Su sinceridad y el espectáculo

A todo esto vamos descubriendo su espontaneidad, su cercanía, su simpatía y, sobre todo, su sinceridad. Destaca también por su elasticidad, su dominio de la mímica y la gestualidad. Se la nota desorientada, dolida y cuenta sus experiencias con algo de tristeza, el bullying que sufrió y su desconcierto que la llevan a preguntarse quién es en realidad y a acudir a un terapeuta, argentino, por supuesto. Sin embargo está dispuesta a mostrarnos su creación, un espectáculo mudo, asegura, aunque prácticamente no ha callado en estos primeros 20 minutos.

Se cambia de ropa y aparece con un abrigo negro, vestida a lo antiguo, con una maceta y llorando aunque sin llegar a los niveles de Charlie Rivel. Una versión en francés del tema Historia de un amor le sirve para ejecutar un extraño playback en el que el disco se raya (y eso que lo que reproduce la canción es un cassette). Sus intentos por intentar cuadrarlo resultan imposibles. Juega a dirigir una orquesta con la antena de la radio e ironiza diciendo que hace teatro contemporáneo.

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Desdoblándose y fracasando

Llega el momento del desdoblamiento en el que cuestiona su propio trabajo por medio de otros personajes, utiliza la lámpara de pie a modo de perchero para utilizar el clásico recurso de fingir que el brazo depositado en la manga es de otra persona. Se pierde, no sabe lo que hacer cómo continuar… Nos ponemos de su lado, ¿cuántas veces hemos intentado hacer algo que creemos que es genial pero no lo conseguimos? Quiere hacer gracia, como le han recomendado, pero sus gags se quedan a medio camino…

Hay que valorar la capacidad de Diana Pla para sacar fuera todo lo que lleva dentro y crear un surrealista caos en la sala similar al suyo propio. Ella ya es consciente de que volverá a estrellarse, que fracasará, pero no deja de intentarlo. Combina momentos poéticos con movimientos extravagantes pero lo que permanece es su confesión, su intento de contarnos cómo es su propio yo, aunque sus cosas puedan ser más amargas de lo que esperábamos.

<div class="ep-film"> <div class="thumb"> <img alt="item" class="loading" src="https://estaticos-cdn.elperiodico.com/clip/clip/d9953de7-78e5-4fac-84dd-c65fe3d82d28_media-libre-aspect-ratio_default_0.jpg" pinger-seen="true" data-was-processed="true"> </div> <div class="txt"> <h3>'Miss COSAS y Yo'</h3> <p><strong>¿Dónde?</strong> La Badabadoc (Quevedo, 36).</p> <p><strong>¿Cuándo?</strong> de jueves a lunes, a las 20 horas. Hasta el 28 de febrero.</p> <p><strong>Precio:</strong> de 15 a 18 euros.</p> <p><strong>Más información:</strong> <a href="https://www.labadabadoc-teatro.com/010-temporada-2021-2022-miss-cosas-y-yo/" target="_blank">La Badabadoc.</a></p> </div></div>