¿Mono de Salón del Manga? La Barcelona friki a domicilio

Cada octubre revive el mismo el debate: ¿Halloween o Castanyada? Para los otakus no hay lugar a discusión, ni lo uno ni lo otro, el puente de octubre es propiedad del Salón del Manga. Pero este año el covid también se ha cobrado entre sus víctimas el Primavera Sound de los frikis de lo nipón. Y aunque se ha reinventado en una edición 'online' y gratuita, sin gastronomía japonesa, 'shopping mangaka' y visionado de anime, la edición del 2020 sabe a poco. Pero, contra todo pronóstico, todavía hay muchas opciones para satisfacer este mono consumista: las tiendas de menos de 800 metros siguen abiertas y la mayoría envían a domicilio, así que no es ningún drama. Todavía se puede disfrutar del salón.

Uno de los principales atractivos del evento son las paraditas llenas de 'merchandising'. Para saciar el apetito de objetos de coleccionismo otaku, lo obvio es el triángulo friki del paseo de Sant Joan. Pero hay más opciones, como las Galeries Maldà (Portaferrissa, 22), nuevo núcleo de la cultura freak barcelonesa. Su última inauguración, Luffy’s Shop, es una tienda íntegramente dedicada a 'One Piece', el manga más vendido de la historia. Del mismo estilo es Haiku (Montseny, 7), dirigida a productos japoneses 'kawaii' (es decir, monos) y no tanto a lo manga. Porque sí: el salón no es solo manga y anime, es la celebración de toda la cultura de un país.

Y para los que iban al salón por las montañas de cómics y libros, la tienda física y 'online' de Comics Barcelona (Loreto, 48) ya es una vieja conocida. Otra recomendación: la Biblioteca Japonesa (València, 204) y su catálogo de 16.000 libros de origen japonés, sean manga, novela, teatro, poesía o ensayo. Por último, Cafetería Tokio Barcelona (Sardenya, 369), un espacio de literatura y restauración que acababa de abrir justo después del confinamiento y que ahora se ha topado con un nuevo cierre. Eso sí, siguen enviando sus libros y platos a domicilio.

Hablando de comida, cualquier fan del salón ya empezará a escuchar a su estómago echando de menos los 'food trucks' que solían llenar el recinto. Un espacio gastronómico que rehúye del topicazo del sushi, demostrando que la comida japonesa es mucho más, como 'izakaya', 'tonkatsu', 'okonomiyaki' y mil nombres que te sonarán a chino (aunque sean japoneses).

Ahora, sin restaurantes ni salón, para comerlos en casa tienes Mikasa (Comte Borrell, 145), que entrega a domicilio los platos que has visto en cientos de animes. Y, de postre, Ochiai (Comte d’Urgell, 110) y Niji (Vallespir, 141), especializadas en repostería nipona, para acabar una cena digna del banquete de 'El viaje de Chihiro'.

Moda japonesa

Otras de las actividades más populares del salón son las charlas y talleres para aprender a dibujar manga. Si tienes el gusanillo pero eres muy 'amateur', puedes recurrir a la colección de 22 volúmenes 'Cómo dibujar manga', de Norma Editorial, que lo petó en la época anime del Club Súper 3 y que sigue igual de vigente. Y si prefieres algo más profesional, las escuelas de arte FemArt (Cartagena, 254) y Joso (Entença, 163) tienen diversos cursos para dominar el estilo a la perfección, que ahora se han pasado a lo 'online' con el cierre de los centros de enseñanza superior.

La ruta manga por Barcelona continúa en Madame Chocolat (Ronda Sant Pere, 68), una tienda de moda japonesa. Y no, no te imagines la ropa de Uniqlo. Aquí el estilo tira más hacia lo alternativo o 'gothic lolita', como si fueras un personaje de 'Akira' o 'Death Note', dos de los mangas más populares de la historia y que han marcado mucho la estética de inspiración otaku. 

Y no puede faltar el anime, el nombre que cobra el manga cuando se pasa a formato cine o serie. Selecta Visión tiene el catálogo más nutrido de anime en español, y hace envíos a domicilio además del 'streaming'. A este último servicio, por supuesto, se le suman Netflix y Filmin, las dos plataformas con más de este contenido. Perfecto para acabar con mantita y sofá este Salón del Manga confinado.

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