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El «amic Jaumet» de Pablito (Picasso)

El Museu Picasso expone por primera vez la correspondencia entre el genio malagueño y su amigo y confidente Jaume Sabartés, y el fondo documental de la editorial Gustau Gili

El «Amic Jaumet» de Pablito (Picasso)

El «Amic Jaumet» de Pablito (Picasso) / periodico

Natàlia Farré

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Hay muchas razones para ir al Museu Picasso. Se puede entrar para comprobar el genio del Picasso más joven (el centro custodia las obras de formación) o la maestría del artista consagrado (aquí donó su serie de 'Las meninas'); y desde hace unos días, uno puede entrar a leer su correspondencia. Si no toda, la que envió a su amigo y confidente Jaume Sabartés (Barcelona, 1881- París, 1968) , el mismo que hizo posible la existencia del museo (abrió en 1963 con el nombre 'Colección Jaime Sabartés') y el mismo que donó su legado al centro de la calle de Montcada. Una parte de la dote tenía fecha de apertura. Son todas las cartas que el malagueño envió a Sabartés y que el genio recogió tras la muerte de su amigo. Picasso las entregó al museo con una condición: no se podían leer ni enseñar hasta 50 años después de la muerte de Sabartés.

Y así ha sido. Este año se ha cumplido la fecha, y en el Museu Picasso se han puesto manos a la obra. Una parte de lo estudiado por Margarida Cortadella, responsable de la Biblioteca del centro, se expone en la muestra 'Sabartés per Picasso, Picasso per Sabartés', que incluye otras piezas como óleos, grabados, dibujos… Pero lo más gracioso es ver la confianza con la que se trataban los dos amigos que se escribían casi a diario, incluso sin matasellos, pues cuando ambos estaban en París las epístolas no circulaban por correo sino por debajo de las puertas. Hay sobres tan llenos de dibujos que parecen cuadros y encabezamientos tan diferentes como «Don Jaime», «Querido Sabartés» o «Amic Jaumet» (Picasso lo mismo escribía en catalán que en castellano que mezclaba ambos idiomas). Las despedidas tampoco eran siempre iguales, de Picasso a Pablito. Y el cuerpo del mensaje basculaba entre lo serio: «Amigo Sabartés, qué te pasa que no escribes, tu Picasso»; lo poético: «Tú que conoces a las horas una por una, dile a las 8 y media de dar un salto hasta mi cama para que me despierte»; y lo cariñoso: «¿Cómo vas? Todo el mundo y una americana que te ha visto hace dos o tres días dicen que estás, como yo digo, precioso» o «[...] lo que te mando con él es un millón y muchos más apretados abrazos, y viva la Pepa, tu Picasso».

Fotos y toros

Pero Sabartés no es el único amigo del genio con exposición y documentación propias en el museo. Ahí está, también, la muestra dedicada al fondo documental de los editores Gustau Gili. Destacan las fotos de los protagonistas intervenidas por el propio Picasso y los grabados de 'La Tauromaquia'. Hasta el 24 de febrero. 

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