FENÓMENO VIRAL

La banda del 'confineo'

La humanidad en cuarentena sueña con tenerlos de vecinos. Son Stay Homas: tres músicos que lanzan canciones virales desde una terraza del Eixample. La idea es que esto no solo pase rápido, dicen, "sino bien"

zentauroepp52893608 contra200323124936

zentauroepp52893608 contra200323124936 / periodico

Ana Sánchez

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Buena parte de la humanidad en cuarentena sueña con tenerlos de vecinos. “Sois la alegría de cada día de confinamiento”, les comentan por Instagram con devoción fan. Hay quien hasta espera que el aislamiento dure “mucho más” solo por seguir escuchándolos. Otros claman directamente: “Presidentes ya”.  

Son “los de los vídeos”, ya los reconocen hasta en Tinder. El fenómeno viral de este coronavirus. Cada día se te aparecen en el móvil por Whatsapp, Twitter, Instagram. Tienen cientos de miles de visitas. Los han colgado en sus redes desde <strong>Michael Bublé</strong> a <strong>Puigdemont</strong>.

“Let’s enjoy this confination”

Das al 'play' y aparece una terraza de la Esquerra de l’Eixample de Barcelona. Tres veinteañeros, una guitarra, un cubo de la fregona a modo de percusión. 30 segundos y te entra tanto buenrollismo como si leyeras ocho tazas de Mr. Wonderful del tirón en tiempos pre-coronavirus. “Let’s enjoyyy this confinaaaaation”, cantan al mundo desde su piso. Es uno de sus 'hits' virales. Van a uno por día. Hoy toca en inglés. “Solo quiero ver a mis amigos –dicen con 'flow' guitarrero-. Quiero caminar otra vez por las calles. Pero tengo que ser paciente. Disfrutemos de este confinamiento”.

Se hacen llamar <strong>Stay Homas</strong>. “3 tipos confinados haciendo música”, resumen en Instagram (<strong>@stay.homas</strong>). El domingo montaron su primer vermut 'live' al que se unieron 2.300 personas. La idea es que esto no solo pase rápido, “sino que pase bien”, sonríen. El trío atiende a EL PERIÓDICO por videollamada. “Hacerlo más llevadero para todo el mundo –apunta Klaus-, empezando por nosotros”.

Klaus Stroink puede decir que se ha cruzado a nado todo el océano. Es quien le puso la voz a Nemo. Actor de doblaje, además de trompetista, compositor, miembro de <strong>Búhos</strong>. El de la guitarra es <strong>Rai Benet</strong>, que en realidad trabaja como bajista. Comparte escenario con Klaus en <strong>Búhos</strong>. Completa el trío confinado <strong>Guillem Boltó</strong>, “trombonista y cheerleader de <strong>Doctor Prats</strong>”, se describe en Instagram. 

Viven al límite. Apenas tienen 5 rollos de papel higiénico por casa. Los tres comparten ático desde hace solo un par de meses. Antes de la pandemia, alguna vecina le soltó a Klaus más de un “cállate con la trompetita de mierda”. Ahora todo el vecindario les aplaude.  

Empezaron haciendo un vermut sin ninguna pretensión. “Venga, coge la guitarra, vamos a ponerle una letra. Lo grabamos. Venga, lo colgamos”. Y les salió el <strong>Confinamiento I: Coronão</strong>. “Voy a morir de pena –cantaron a ritmo de bossa nova-. Estoy en cuarentena”. Y empezó el bombardeo de mensajes: “Haced más”.  Llegó el hit <strong>Confainament II - Stay Homa</strong>’. ‘Quédate en casa’ con tonito reggae. Y estrenaron las cibercolaboraciones: en medio de la canción, sacan el móvil y, pum, se pone a acompañarlos otro artista en cuarentena.

Les siguieron más “confineos” virales: a ritmo de arriquitaun y hasta con cantinela celta. Cantan en catalán, castellano, inglés, brasileiro. Cada día toca un estilo. “Todo en plan barato”, puntualiza Rai. “Estamos limitados hasta el nivel de que solo tenemos una baqueta –se ríe Guillem-. No sé dónde está la otra”.

El disco de la cuarentena

Les han llegado mensajes desde Indonesia, Chile, Buenos Aires, Berlín, Brasil. “Cada vez que vemos una notificación de alguien de fuera, nos peta la cabeza –resopla Guillem-. ¿Pero cómo puede ser? Si se lo hemos pasado solo a nuestras madres”. Los vídeos corren por Whatsapp como poseídos por el espíritu de Pocholo. Les ha contactado incluso The New Yorker, cuentan. Han colgado sus vídeos desde una influencer de Indonesia hasta Puigdemont. “De hecho, le escribí y me contestó”, dice Guillem. “Me contestó a mí y no a Rajoy”, se ríe.

Algún espectador virtual ya les ha pedido que hagan un disco: 40 días y 40 canciones. “A ver - se encogen de hombros-, cada día va cambiando el planteamiento. Todo es tan punki que no te lo podrías imaginar”.

Se levantan y van a la oficina, que es el comedor. “Bueno, y hoy, ¿qué?”. Componen el tema por la mañana, se lo pasan al cibercolaborador y lo graban antes de que se ponga el sol. Han pasado por su terraza vía móvil Sr Wilson, el cantante de ZooEl pony pisador, Judit Neddermann, Ahyvin Bruno. Ya hay quien prevé por Instagram un confinamiento XXVII featuring Billie Eilish o Rosalía. “Nosotros estamos abiertos”, se ríen ellos.

"Por petición popular", ya se han abierto hasta <strong>canal de Youtube</strong>. Prometen no parar, ahora que los memes ya han cambiado el nombre del mes de abril por el de cerral. Aunque tengan que mirar tutoriales de “cómo tocar un folk neozelandés”, se ríe Klaus. ¿El mejor remedio para salir de esta? Se ponen serios: “No votar a políticas que privatizan la sanidad”.