CONCIERTO

Rayland Baxter no es otro suave cantautor country-folk

El músico de Tennessee visita Sidecar con 'Wide awake', su disco más eléctrico

Rayland Baxter

Rayland Baxter / periodico

Juan Manuel Freire

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Rayland Baxter el talento musical le viene de familia. Este cantautor de country alternativo, originario de Tennessee, es hijo de Bucky Baxter, multiinstrumentista que ha tocado la guitarra pedal steel para (agárrense) Bob Dylan, Ryan Adams, R.E.M. y Steve Earle, por citar tan solo a unos cuantos.

Rayland nunca ha sentido la ansiedad de la influencia; solo orgullo y satisfacción por tener a una figura así tan cerca. "Siempre observé todo lo que hacía, siempre me inspiró como músico. Cada vez que he necesitado ayuda sobre cómo manejar mi carrera o una respuesta a alguna duda, ha estado ahí", nos explica. "Al dar mis primeros pasos como cantautor, necesitaba a mi lado esa voz de la experiencia".

De adolescente, nuestro entrevistado era deportista estelar, pero tras un par de lesiones de rodilla, empezó a perder el gusto por el deporte y se pasó a la guitarra. Tras dejar la universidad a medias empezó a tocar regularmente; primero con un grupo de versiones, poco después en solitario. Se fue de gira por Europa con su padre como técnico de guitarras y, al acabar los conciertos, decidió quedarse un tiempo en Israel, donde se curtió como compositor.

Baxter empezó a llamar la atención con 'Shanghai Cigarettes', canción grabada a dúo con Caitlin Rose para el disco de debut de esta última. Dos años después, en el 2012, él mismo debutaba con 'Feathers and fishhooks', obra country-folk con aromas de los 70. En su continuación, 'Imaginary man', del 2015, se atrevía a incluir algo más de groove en la mezcla. Pero ha sido con el reciente 'Wide awake' con el que se ha acabado de soltar el pelo.

Rayland suena más dinámico, rock en cierto modo, sobre todo a la altura de un radiante single como 'Casanova'. "Mi forma de componer ha evolucionado mucho", dice. "Es cierto que ahora soy más dinámico. Desde que lancé mi primer disco, he intentado evitar que me encasillaran en la etiqueta del cantautor folk suave, romántico y tierno". ¿Qué tiene de malo el amor, Rayland? "No, nada, de veras. Soy un romántico. Pero también soy un freak y un tipo bastante hiperactivo".

El giro expresivo se remonta a hace cuatro años, cuando Baxter cambió la guitarra acústica por la eléctrica: "Entendí que mi sonido podía ser más grande, sin perder la esencia". Y después está el importante factor de la experiencia en directo: "Doy un montón de directos, como doscientos al año. Hago un disco cada dos años. Es normal que esos cuatrocientos conciertos hayan desembocado en un disco más vivo".  

FELICIDAD RELATIVA

Uno de sus próximos conciertos (¿el ciento y algo del 2018?) es en Sidecar, este viernes, día 5. Si el setlist abunda en selecciones de 'Wide awake', será una gran noche. Su último disco incluye la que podría ser su mejor canción hasta la fecha, '79 shiny revolvers', una carga contra la cultura de las armas a base de pop perfecto. "Me interesa esa clase de contraste", confirma. "Coger una melodía animada y luminosa y después escribir para ella una letra que es, en espíritu, todo lo contrario". Otras gemas son la citada 'Casanova' o las románticas (así es, le pese lo que le pese) 'Without me' y 'Sandra Monica'.

Para redondear la noche, estaría muy bien que su padre formase parte de la banda, pero al parecer Bucky ha dejado a su hijo volar. "Ha estado en todos mis discos, tocando en varias canciones. En el que menos toca es en el último: solo una canción". Hay que dejarlos crecer.