DELITOS REITERADOS

Los dueños que no aceptaban el chantaje sufrían cierres

Algunos empresarios aceptaron los pagos para evitar el acoso

EL PERIÓDICO
BARCELONA

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Era un secreto a voces en la noche barcelonesa. En algunos casos, parasobrevivircomo negocio a algunas inspecciones hay que preparar un sobre con cantidades que podían ir de unos cientos a miles de euros y que a veces se abonan regularmente. Varios empresarios que quieren mantener el anonimato han explicado a este diario cómo a lo largo de los años han ido recibiendo las visitas de algún inspector municipal o agente (de distintos cuerpos policiales) que reclamaban una compensación para evitar una sanción --no siempre justificada-- y el posible cierre de las salas.

Un afectado asegura que tras no ceder a las pretensiones de un policía municipal vivió varias inspecciones continuadas que finalizaron con un precinto temporal del local. Las faltas no eran graves y, en muchas ocasiones, la valoración depende del rasero del que las realiza. Y, sin sobre, no hubo piedad.

Otro empresario de un eje de ocio, que hace unos meses sufrió una inspección y al que denunciaron por la falta de licencia de algunas de las actividades de la sala, recibió al poco la visita de un abogado que le garantizó que con una determinada suma de dinero "tendría todos los papeles rápido". No aceptó y, pasadas varias semanas, no tiene noticia de los papeles que presentó por el cauce normal para regularizar su situación.

Un tercer entrevistado relata que desde hace años abona una cantidad fija a un mando, que garantiza no sufrir inspecciones que podrían acabar con sus negocios. Asegura que no incumple ninguna normativa, pero que si los extorsionadores quieren pueden lograr el cierre manipulando informes o fingiendo la presencia de drogas.

El nivel de extorsiones es tan variado que algunos implicados han llegado a aceptar dinero de un empresario para hostigar a otros de la competencia. El juego estaba en manos del mejor postor.