Toma pan y moja

Pokin’s inmortal

La legendaria hamburguesería fue el WhatsApp y el Tinder de los 80. Ahora vuelve en formato 'delivery', ha anunciado un portal gastro

Pokins

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Òscar Broc

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Pokin’s vuelve. Dio la noticia el portal gastronómico Hule y Mantel. Y vuelve con trampa o, mejor dicho, más siglo XXI que nunca: solo en formato 'delivery' y con toda la mandanga salida de una 'dark kitchen'. Como mandan los tiempos que corren. El titular ha reactivado los recuerdos de todos los barceloneses que utilizamos las instalaciones de la legendaria hamburguesería como punto de encuentro en la década de los 80

Pokin’s fue un curioso escaparate urbano dominado por los pijos y sus jerséis Privata. A veces se producían piques entre tribus urbanas. La tarde-noche de los viernes y sábados eran patrimonio de la juventud, que calentaba allí motores antes de ir a la disco. Pokin’s era el WhatsApp y el Tinder de la época, con bandejas de comida rápida incorporadas. 

Nostalgia con patatas

Todo muere, pero tanto los boomers como los miembros de la Generación X nos resistimos a aceptar esta ley irrevocable de la física. Y nos aferramos a la droga más poderosa que hemos conocido: la nostalgia. Es un rasgo característico de ambas generaciones, una obsesión tan insana por los iconos de nuestra adolescencia ochentera, que treinta y tantos años después de su desaparición, seguimos recordando el dichoso Pokin’s. 

La nostalgia vende, no obstante devolver Pokin’s a la vida solo en formato 'delivery' no me parece la opción más acertada. Los nostálgicos de Pokin’s no recordamos especialmente su comida, recordamos el lugar, el ambiente. Si fuera el nuevo propietario, me dejaría de dark kitchens y ya estaría buscando un hueco en la plaza de Francesc Macià, perdón: Calvo Sotelo.