10 restaurantes donde comer bien con 10 euros en Barcelona

Echar un vistazo al extracto bancario se ha convertido en una tortura. Las facturas de plataformas se acumulan, los gastos en material escolar te han dejado la cuenta más seca que la cecina, tienes que hacer malabarismos para que cuadren los números. Hay que ir tachando caprichos de la lista y los restaurantes están en la primera posición de la lista. Pero incluso en Barcelona, la ciudad de los cafés a precio de oro blanco, puedes comer barato sin perder la dignidad. ¿Tienes 10 € en el bolsillo y no quieres renunciar a comer bien? En los siguientes lugares podrás comer sin rebasar dicha cifra. Aférrate a ese billete rojo y sácale el máximo partido. La propina, si eso, ya la dejarás otro día.  

Menú de 10

Toque de Gràcia

Si no has resuelto la comida del día, acude a la llamada del take away Les Tres a la Cuina (Sant Lluís, 35). En este negocio familiar imperan la honestidad y el amor por el producto de proximidad. Cocina casera que te masajea el alma, comfort food local con platos reconocibles y apetitosos. Por 10 €, te llevas un primero, un segundo y el postre a casa.. Y puedes hacer combos a precios más bajos, si no tienes tanta hambre. Apunta y saliva: baba ganoush con granada, lentejas, trinxat, salmón con leche de coco, crema de zanahoria con cúrcuma, noodles con verduras… La lista hará que tu estómago ruja y el precio hará que tu Visa sonría. Por cierto, si quieres que te lo traigan a casa, tienen 'delivery' propio con suplemento de 2 euros: la comodidad se paga.   

Milagros en Sants

Pequeño gran menú

Ni el Palmar de Troya ni leches, los milagros en La Nova Farga (Almeria, 31). En este restaurante con alma punk, los feligreses leen la pizarra de la entrada como si fuera la tabla de los Mandamientos. Allí encontrarás la lista del menú del día, con una relación calidad-precio que pocos pueden igualar. Por 10 euros te metes entre pecho y espalda un primero, segundo, pan, postre y bebida. Sin trampa ni cartón. Y con una selección de platos caseros (raciones generosas) que dejarían en evidencia a menús mucho más caros. Me pido una crema de calabaza, chirivía y nabo, una carrillera de cerdo al horno con ratafía y un arroz con leche casero. Y compruebo que se puede comer muy bien por muy poco. Me santiguo al salir.   

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Lo que el ‘bento’ se llevó

Japón ‘low cost’

Kei Kawajiri, nacida en Osaka, lleva sola las riendas de La Branqueta (Marià Cubí, 13), un híbrido de cafetería y restaurante japonés que pasa desapercibido por sus reducidas dimensiones. Es pequeño, sí, pero este oasis nipón rebosa magia y activa las endorfinas de los amantes de la cultura japonesa. La comida de Kei es una caricia y se presenta en un menú del día en formato bento para llevar (todo en una bandejita monísima) por solo 9,50 €. En sus ofrecimientos, solo encontrarás comida japonesa casera y vegetariana, platos preparados con altas dosis de amor y obsesión por el detalle. Los onigiris de hamburguesa de quinoa y lentejas son supremos, y el curri de verduras, delicadísimo. Una joya de sitio.   

'Dumplings' y costillas

Asia para glotones

El legendario restaurante asiático Mosquito Tapas (Carders, 46) ya no es el chollazo de antaño, lejos quedan los tiempos de panzas a punto de explosionar por cuatro reales. Ahora el bicho pica más. No obstante, pese a haber subido precios, todavía te permite hacer combinaciones por debajo de los 10 €, con excelentes resultados en términos de calidad y saciedad. Ahí va mi combo ganador: seis dumplings hervidos de verduras como seis soles (4,50 €) y unas suculentas costillas de cerdo (4,25 €) no alcanzan los 9 €. Si con un plato contundente te basta, el bol de sopa pho bo con ternera extra intensa te sale a 7,70 € y te deja hueco para una cerveza fresca: la necesitarás.     

Paraíso vegano

Sano y barato

Vegano con galones. La cocina de Väcka (Almogàvers, 138) es suculenta (vaya quesos vegetales) y su 'lunch formula' es un imán: mejor ir a primera hora, porque agotan existencias. El menú completo vale 12 €, pero por 10 tienes entrante, principal y agua. O puedes quedarte con el principal, postre y una limonada casera. La sopa fría de calabacín, la calabaza a la parmiggiana y la idílica terraza-jardín hacen que me pregunte dónde está la cámara oculta.   

Cantón Express

Dumpling Jack Flash

No voy a decir aquello de comida china de verdad, porque en mi vida he pisado China, pero si hay que hacer caso de los expertos, podemos fiarnos: en Dim Sum Cantonesas (paseo de Sant Joan, 44), dicen, se cocina igual que en Cantón. Los precios son de otros tiempos, con 10 € te basta para engullir raciones de dumplings como si hubiera un apocalipsis ahí fuera. A este cantonés de batalla frecuentado por clientela asiática hay que ir canino: su cocina de brega se exhibe, por ejemplo, en bols de fideos a 6 pavos, en platazos de arroz frito con cerdo a 5 monedas de euro, en raciones más contundentes que un puñetazo de M.A. Barracus. Primer botón de los tejanos en serio peligro.    

Pizza para todos

Precios napolitanos

Hay pizzas baratas por toda Barcelona, pero la mayoría tienen la textura de un colchón usado. Si queremos poner excelencia pizzera y ganga en la misma ecuación, en el santuario napolitano Nap tienen la solución al problema (Francesc Cambó, 30. Baluard, 69. Paral•lel, 94). Sus pizzas merecen el apelativo gurmet pero son para todos los bolsillos, especialmente las más sencillas, como la margarita y la marinara, a 5,90 € cada una. También en la pizzería Da Nanni (Llibreteria, 10) encontrarás mandanga napolitana a precios napolitanos: la marinara entera de 33 cm. marca unos maravillosos 5 €. Si la pides de 24 cm., ¡comes por 4 €! Se las quitan de las manos.    

Onigiris del día

Triángulo de amor

Sí rotundo a los onigiris como plato principal. Es difícil no amar estos triángulos de arroz, con su envoltorio de alga nori y sus rellenos de fantasía, un tentempié muy presente en la cultura japonesa que muchos engloban, no sin razón, en el universo street food. Omu (Biada, 1) es un garito curioso: su plato estrella es el onigiri de autor, una disciplina que dominan con mucho arte y cuidan como si fuera una receta de alta cocina (ojito con el de erizo de mar). Si quieres comer algo distinto sin que se desangren tus ahorros, tienen un interesante menú del día a 10 € que incluye entrante -sopa de miso o ensalada-, dos señores onigiris e incluso bebida. También disponen de una opción con sushi.     

Juego de pollos

Muslo y pechuga

Cuando me apetece pollo a l’ast de calidad y no quiero que me desplumen, nunca mejor dicho, acudo al imperio Chickoa (Comte Borrell, 85; Pasaje del Mercat, 12) y a Los Pollos de Llull (Nàpols, 272; Ramon Turró, 13). En Chickoa puedes agenciarte medio pollo gurmet en su jugo, con su muslo, ala y pechuga, un bicho imperial marinado con infinitas hierbas, sabroso, recién sacado del calor por solo 7,50 €. Relación calidad-precio muy interesante. En Los Pollos de Llull, la pelea de gallos se libra en su menú del día Kiki Ràpid: por 9,85 € te metes en el papo un primero, medio pollo estelar y postre. Cacarearás de felicidad.   

Pasaje a la India

Especias protegidas

No hace mucho que ha llegado a Barcelona y tiene una misión muy clara: llevar la cocina india a otro nivel, tanto de calidad como de autenticidad. Sus ambiciones, sin embargo, no le impiden pensar en los bolsillos más maltrechos, por eso cuenta con una fórmula para comer a 9,90 €, un menú que permite probar su exquisita cocina en formato popular. En Bar Bar (Aribau, 146) van en serio: el roll de pollo tikka que llega a la mesa es una bomba de sabor, tiene el picante perfecto, te embadurna los dedos con sus jugos y viene partido en dos para que te deleites con los tiernos y adictivos tropezones de pollo que palpitan en su interior. Le acompaña una ensalada con encurtidos, para buscar el frescor, y una bebida: corto, pero intenso.     

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