Mariano Rajoy debe pedir perdón por los ataques

El miércoles es el quinto aniversario del 11-M, el atentado terrorista más sangriento ocurrido en España. Imposible de olvidar tras el testimonio que Pilar Manjón, la valiente presidenta de la Asociación 11-M Afectados del Terrorismo, hizo el viernes ante Josep Cuní. La actitud de Manjón (su hijo de 20 años murió en Atocha) impresiona. Afirmó no quererse calificar de víctima, lo que contrasta con otros que han alardeado de ello para lanzar consignas e improperios. Confesó que desearía que el atentado hubiera sido cosa de ETA porque así se habrían ahorrado un calvario de descalificaciones de los que lanzaron la teoría de la conspiración. Y admitió que ha recibido miles de amenazas y e-mails diciéndole que su hijo está muerto porque ella es "una roja". Contó también que lleva protección policial.

Manjón conmueve cuando explica que las querellas por insultos contra Jiménez Losantos, César Vidal y la COPE no han sido admitidas por oposición de la fiscalía. Todo lo que explica causa indignación. Y hará difícil que muchos ciudadanos admitamos que el partido que presume de ser más español y antiterrorista que nadie, que manipuló los atentados del 11-M y después alentó la campaña contra los afectados, tenga derecho moral a volver a gobernar.

No, no son historias de hace 70 años. Pasó hace cinco y Rajoy está obligado a pedir perdón si tiene un poco de dignidad.