EL SEMÁFORO DE EL MUNDO TODAY

"La noria de Vigo se ve preciosa desde las calles de Barcelona"

La actualidad del mañana de Barcelona

La noria de Vigo.

La noria de Vigo. / periodico

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Autobús nocturno N4

Aunque merece el verde por su limpieza, puntualidad y la amabilidad de sus pasajeros, hemos tenido que darle el rojo porque el conductor parece confundir este color con el verde y no queremos que se sienta mal. Este autobús cabalga la noche desbocado sin detenerse ante nadie ni nada, llevando a personas que se han pasado con el consumo de alcohol u otras drogas rápidamente a sus casas. Es un servicio básico que mantiene la ciudad a flote. Si te encuentras tirado en medio de la noche y has abandonado toda esperanza, este rayo amarillo acudirá al rescate y, tras hacerte vomitar, te dejará gentilmente al lado de tu casa.

Salsa ‘fingers’ de pollo Bar Guitó

Al principio cuesta un poco pero, una vez que tu paladar se acostumbra a ese tsunami de sabores, lo único que puedes hacer es seguir ingiriendo más y más hasta perder todo el dinero que llevabas años ahorrando para la residencia de ancianos donde querías meter a tus padres. Si no le damos el verde es porque dos de cada tres indigentes de Barcelona, incluido yo, lo han perdido todo en las mesas de este bar. Nuestras ropas manchadas de salsa amarilla nos delatan. La violencia imperante en Sant Antoni tiene su origen en estos ‘fingers’ de pollo, aunque están tan ricos que en el fondo nos da igual.

La noria de Vigo

Un año más, las calles de Barcelona vuelven a ser el mejor sitio para disfrutar de la decoración navideña de Vigo. A 1.200 kilómetros de distancia, el alumbrado y la noria gigante lucen imponentes llenando las calles barcelonesas de espíritu navideño. Las cabezas sonrientes de los vigueses dando vueltas en su noria al otro lado del país son sin duda lo más bonito de Barcelona en estas fechas, y por eso le debemos dar el verde de nuestro semáforo de esta semana. Ya esperamos con impaciencia las próximas Navidades para ver cómo Abel Caballero decora Barcelona otra vez.

Rubén

Uno podría pensar que, al acercarse la Navidad, Rubén se relajaría y dejaría a un lado su mezquindad. Pero su maldad jamás coge vacaciones. Esta semana me ha tocado a mí como le podía haber tocado a cualquiera. Resulta que estoy esperando en la máquina de café de la oficina a que me salga un chocolate caliente cuando, de pronto, Rubén pasa por mi lado y ni siquiera me saluda. Y me vio, claro que me vio. Si yo lo avisé desde el principio, este tipo tiene muy mala leche. Va muy por la espalda. Tened mucho cuidado con él porque cualquier día os lo hará a vosotros.

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