CIUDAD ON

Las charlas de autoayuda de Lucifer

Son conferencias que te cambian la vida, «no necesariamente para bien». Es el lema de las Charlas Talks, parodia de las virales TED Talks. Hasta el demonio da aquí trucos de 'mindfulness' para aprender a utilizar el 666% de la mente

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ONBARCELONA TALKS / periodico

Ana Sánchez

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"Tener cerebro está sobrevalorado", te promete el primer conferenciante de la noche con la convicción de Punset. Y desmonta el mito con una imagen. «¿Qué veis aquí? –señala la pantalla gigante que hay sobre él–, ¿al cantante de Aerosmith o a Alicia Sánchez-Camacho?».

«Si Inditex saca camisetas feministas, yo puedo hacer charlas motivacionales», se justificará otro ponente, este con toga demoniaca. Lucifer Pérez García –enseña al público su LinkedIn– da trucos de mindfulness para aprender a utilizar el 666% de la mente.

«Las charlas que te cambian la vida, no necesariamente para bien». Es el lema de las Charlas Talks. «La primera y única parodia de las TED Talks», resume su web. De lejos podrían pasar por esas ponencias virales que da Bill Clinton o Larry Page y que lo mismo te hablan de «la ciencia de la felicidad» que quieren «que te hagas amigo del estrés». Pero es solo de lejos. Aquí te harías el harakiri con una taza de Mr. Wonderful de «tú puedes con todo».

«La idea es que desinspiren un poco», asiente Álex Martínez Vidal, uno de los organizadores. «El G-5, como nos gusta llamarnos», añade David Martos. «Los 5 Gilipollas», se ríen.

Son todos guionistas de la productora Versión DefinitivaDavid es coordinador de guion de Late motiv (Movistar+). Álex es guionista de El paisano (TVE-1). Ignasi Taltavull, de Està passant (TV-3). Llimoo Llimoo(el Lucifer con LinkedIn) está en La nit dels Òscars (TV-3) y La competència (RAC1). Del ubicuo Tomàs Fuentes «es más fácil decir en los programas en los que no está», da fe el resto. Y a la producción «y a todos los marrones» está Andreu Rami, fundador de TeatreBarcelona.com. Si los juntas de cañas, producirán más chistes por minuto que Rajoy de presidente.

Estrenaron las Charlas Talks en Barcelona hace casi un año. Suelen montar una al mes. Son cinco ponentes por noche, todos «premiados internacionalmente por la UV», garantizan. UV: la Universidad de la Vida. La mayoría se han subido por primera vez a un escenario con estas charlas. «Es una excusa –apunta Álex– para que gente que no ha hecho nunca stand-up comedy pueda hacer un monólogo de una manera diferente, con un soporte audiovisual». Ese es el objetivo: «Invitar a gente que no se dedica profesionalmente», añade Tomàs. «Que en cada edición haya dos o tres de los cinco fundadores –rectifica–, de los cinco gilipollas iniciales, y dos personas nuevas. Para que al final tengamos una red de gilipollas». Carcajada general.       

Culpa al dios becario

«¿Te ríes con los chistes de Santiago Segura?», menea la cabeza Leti bajo la gran pantalla de una sala de los Cinemes Girona. «No te odies: culpa al dios becario». Leticia Fernández –redactora de Todo es mentira (Cuatro)– es una de las invitadas de hoy. Justificará en su charla todas las imperfecciones del mundo. «Nos crearon dos dioses –explica–: uno que sabía lo que hacía y otro que estaba de prácticas».  

Si se omiten los chistes, hay teorías que podrían colar en una TED, dicen. David, por ejemplo, suele hablar de «la gente palanca»: personas mediocres pero necesarias para poder decir «si él puede, yo también». «Hasta el Spider-Man gordo de la plaza mayor de Madrid ha dado una charla TED», asegura el guionista. 

«Todo el mundo tiene cosas que explicar de autosuperación –le da la razón Tomàs–. Miradme a mí, aquí estoy». Él tiene narcolepsia. «Sí, y nadie me ha llamado para hablar de mis problemas». «Sí que te han llamado –le replica al lado Kike–, pero estabas durmiendo». 

Kike García, la mitad de El Mundo Today, es el otro invitado de hoy. «No sois nada», suelta al público a modo de presentación. Es lo que viene a demostrar en su charla. Resumirá en minutos la historia de la humanidad: desde que nació Jordi Hurtado y Joseba de Carglass descubrió el vidrio hasta que llegó al poder el primer presidente naranja. Llegará al año 4.000 y pico, cuando Catalunya –vaticina– consigue al fin ser una república. Un día antes de que llegue un meteorito.