Entrevista

Nathalie Lermitte: "Todos los artistas, hombres incluidos, somos herederos de Piaf"

La cantante y actriz francesa protagoniza 'Piaf! The Show', un aclamado espectáculo musical que ha dado la vuelta al mundo y que recalará en el Tívoli del 13 al 16 de junio

Édith Piaf, sin compasión

Nathalie Lermitte en un momento de 'Piaf! The Show'

Nathalie Lermitte en un momento de 'Piaf! The Show' / EPC

Marta Cervera

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Aunque falleció en 1963 Édith Piaf permanece viva. Las canciones de 'La Môme' siguen conectando con el público. 'La vie en rose', 'Non, je ne regrette rien', 'Hymne à l'amour', 'La foule' o 'Milord' se han convertido en clásicos. En ellos se basa 'Piaf! The Show', un homenaje musical a la diva de la 'chanson' que recala en el Tívoli del 13 al 16 de este mes. Lo protagoniza Nathalie Lermitte, una especialista en Édith Giovanna Gassion, conocida mundialmente como Piaf. Ella lleva la voz cantante en este espectáculo musical concebido y dirigido por Gil Marsalla del que se han hecho ya más de 1.000 funciones por todo el mundo.

¿Qué tiene Piaf que hace su música tan única?

La primera vez que la escuché, cuando era una niña, me conmocionó la extrema verdad que transmitía. Es la verdad del alma, del corazón, de una emoción que es incontestable e intergeneracional, intemporal e internacional. Esa verdad perdura, no muere nunca, por eso Piaf es Piaf.

La primera canción que escuchó de ella, 'Les blouses blanches', no figura entre las más conocidas.

Fue lo primero que escuché de ella en un disco de mis padres. Aquella canción fue un 'shock' para mí. Empecé a ponerla en bucle porque provocaba cosas extrañas en mí. Es curioso, me acuerdo aún de ese momento. A veces en la vida sabes que estás viviendo algo importante. Me pasó cuando escuché a Piaf por primera vez. Fue un momento crucial que permanece imborrable.

Ha interpretado a Piaf en diferentes espectáculos. ¿Siempre la ha interpretado sin necesidad de disfrazarse como en este último?

No. En el primero que hice, 'Piaf, je t'aime', llevaba una peluca morena para parecerme más a ella. Era un musical diferente a este con 25 intérpretes en escena donde se explicaba toda su vida, de principio a fin. Un día vino a ver el 'show' Jean-Claude Brialy, un actor muy popular que había conocido a Piaf. Al verme, después de acabar y darse cuenta de mi aspecto real, extrañado, me pregunto: ¿Pero cómo es capaz de cantar esto siendo rubia?. Me sorprendió su reacción y de golpe decidí que si me volvían a ofrecer cantar a Piaf, lo haría rubia, tal y como soy.

Ha trabajado en el teatro musical interpretando todo tipo de roles, pero Piaf se impone a todos los demás. Es el que ha hecho más veces. Incluso una conferencia sobre ella en la que solo tenía que cantar y debía hacerse un solo día en la Opéra Comique de París se acabó convirtiendo en un 'show' que hizo gira internacional. ¿Estaba predestinada a encarnar a 'La Môme'?

Desde esa sensación que tuve cuando la escuché de pequeña por primera vez me han pasado un montón de cosas un poco sobrenaturales. Es como si Piaf estuviera en mi camino.

¿Qué canciones de su repertorio conectan más con usted?

Cada canción explica una historia. Yo las interpreto con lo que soy ese día. Cada noche encuentro en ellas aquello que me hace falta en función de lo que necesito.

Un momento de 'Piaf! The Show'

Un momento de 'Piaf! The Show' / XIÚ

¿El espectáculo 'Piaf! The Show' es más un concierto que un gran musical?

Es un viaje en el espíritu de Piaf a través de las canciones que nos ha dejado. Hay una pequeña sorpresa en la segunda parte, pero es más concierto que una comedia musical. Eso sí, destila el estilo parisino a través no solo de la música y de la emoción sino de imágenes y fotografías inéditas de la época de la artista.

Proviene de una familia musical. ¿Les sorprendió su pasión por Piaf?

En casa me llamaban 'la pequeña Piaf'. Creo que todas las cantantes en el fondo tenemos algo de Piaf. No sé por qué me comparaban con ella porque es una cantante única. Nunca he intentado imitarla sino respetarla. Piaf es inimitable. Ella me ha dado una emoción que yo entrego. El público conecta con su música porque como dice la magnífica frase de Stendhal: "La buena música no se equivoca, va directa al fondo del alma para cazar las preocupaciones que nos devoran".

Qué bello.

Las canciones son esto. Te dan aquello que te hace falta o lo que necesitas sacar y no sabes cómo. La buena música siempre halla el camino verdadero.

¿Qué pensaría Piaf de la música actual?

Ella siempre se preocupó de estar al día, de vivir acorde a su tiempo. Murió a los 47 años a las puertas de la llegada de la música yé-yé y solo sintió un poco la que sería ese sonido que transformaría la música. Era una persona muy inquieta. Temía que su público la olvidara. Realmente le preocupaba porque su verdadero y auténtico gran amor fue el público.

Si estuviera viva, ¿conectaría más con Beyoncé, Taylor Swift, Billie Eilish o con la añorada Amy Winehouse?

Con Winehouse tal vez, porque como Piaf tenía algo que salía de las entrañas. Todos los artistas masculinos o femeninos que tienen el don de emocionar tienen algo de esa crudeza y verdad de Piaf. Pero no hay que olvidar que Piaf tenía también una inteligencia que la llevó a entender muy bien qué suponía su profesión. Eso la llevó a trabajar mucho sus gestos en escena, por ejemplo. Cuando elegía una canción lo preparaba todo, no solo la voz. Era muy trabajadora.

En Francia ¿que artista hoy tiene más de ella?

Todos, hombres incluidos, somos herederos de Piaf. Todos tenemos algo de ella, su gesto vocal nos ha marcado, también Jacques Brel. Todos somos alumnos de Piaf.

¿Es posible superarla?

Cada persona es única. No hay comparación posible. Ella marcó época. Cada artista desprende una magia y delicadeza, pero cada uno es distinto por eso el público conecta con unos más que con otros. Ella revolucionó la canción francesa. Abrió camino. La llamaban 'la patrona' y para mí sigue siéndolo.

¿Qué le parecen las películas que se han hecho sobre ella?

Tengo mis reservas. Se han hecho muchas. La última, 'La Môme', la volvió a poner de moda y eso es algo que a Piaf le habría encantado. Pero de este filme me molestó la imagen que se dio de ella: una mujer que bebía mucho y se drogaba. Tenía una enfermedad que la hacía sufrir y eso no quedó muy claro en la película. Es cierto que abusaba de la morfina, pero se enganchó porque no quería sufrir.

¿Qué otros proyectos tiene?

Es un poco difícil proyectarme más allá de Piaf ahora mismo. Estoy concentrada en esta gira. Vivo el momento. Piaf es una estrella maravillosa. En el espectáculo todos los intérpretes viajamos arropados por su luz. Ella es el sol que nos ilumina. Despertamos emociones gracias a Piaf, a sus eternas canciones.