Reconocimiento

Núria Espert, Max de Honor: "Es un premio muy deseado que ha tardado en llegar"

Núria Espert en el Teatre Romea donde interpretó 'La isla del Aire'.

Núria Espert en el Teatre Romea donde interpretó 'La isla del Aire'. / ZOWY VOETEN

El Periódico
EFE
Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

El Premio Max de honor 2024 ha sido otorgado a la actriz, directora, gestora cultural y empresaria teatral Nuria Espert. El Colegio de Gran Derecho de SGAE otorga este galardón por unanimidad por "su gran legado en el campo de las Artes Escénicas, su capacidad como gestora cultural y como empresaria teatral", ha comunicado a través de un comunicado la Fundación SGAE. 

La veterana actriz, Premio Nacional de Teatro en 1985 y Premio Princesa de Asturias de las Artes en 2016, completa un prolífico palmarés con este reconocimiento que, reconoce en una entrevista a la Fundación SGAE en la sede de la Sociedad General de Autores y Editores, le hace especial ilusión: "Parecía extraño no tenerlo…, pero lo que distingue a este galardón es que ha sido otorgado por mis compañeros y quiero decirles que me hacía falta, que lo quiero, que lo amo, que me pone contentísima y que deseo que lo compartan conmigo todos los actores y actrices".

Espert recibirá el Premio Max de honor el próximo 1 de julio de 2024 en el Auditorio Adán Martín de Tenerife durante la ceremonia de entrega de los 27º Premios Max en Tenerife.

Organizados por la Sociedad General de Autores y Editores, a través de la Fundación SGAE, estos galardones cuentan con el patrocinio del Cabildo de Tenerife, la colaboración del Ministerio de Cultura y Deportes a través del Instituto Nacional de las Artes Escénicas y la Música (INAEM) y el apoyo de Grupo Eulen. La gala se retransmitirá por La 2 de RTVE, a través del Canal Internacional de RTVE y de RTVE Play.

Espert (Barcelona, 1935), Premio Princesa de Asturias de las Artes, 2016, asegura que es un premio deseado. "Estoy felicísima. Ha tardado en llegar porque han llegado otros premios y porque han llegado otros actores maravillosos", ha dicho.

El galardón, que entrega la Fundación SGAE y recogerá en la gala que se celebrará el próximo 1 de julio en Tenerife, le hace especial ilusión porque se otorga por votación de todos sus compañeros de profesión.

A sus 89 años, Espert se encuentra actualmente de gira con la obra 'La isla del aire', y "los que han ido al teatro a llorar han tenido que tirar el pañuelo", comenta divertida, ante su cambio de registro.

Protagonista de un repertorio clásico en el que se encuentra 'Yerma', 'Doña Rosita la soltera' o 'Divinas palabras', advierte que ella misma se creía "muy trágica". "Mi repertorio es muy dramático y, sin embargo, ahora, estoy haciendo un trabajo muy diferente a lo que estoy acostumbrada", explica.

Se siente incapaz de decidirse por uno de sus personajes, pero sí recuerda en cuáles no estuvo a la altura y nombra con una sinceridad abrumadora a Próspero de 'La tempestad', uno de los personajes masculinos que ha encarnado a lo largo de su carrera, como hizo con 'El Rey Lear'.

Lejos de pensar en bajarse del escenario, el premio lo recibe mientras prepara un nuevo espectáculo, una obra de Wajdi Wouawad que asegura que es "un texto muy bello" que ya la tiene estudiando por la noche y que, como siempre que emprende algo, la tiene "aterrorizada".

"Al principio, siempre tengo mucho miedo, mucha inseguridad, luego la cosa se va calmando", detalla.

Y comenta entre risas que eso no es todo, ya que está pensando en dirigir 'Cleopatra': "Siempre la he querido hacer y no he podido".

Asegura que mantenerse durante más de 60 años en su profesión se debe a la "suerte" y a que ha sido "muy trabajadora". En estas décadas, además de actuar, ha dirigido óperas como 'Madame Butterfly', 'Rigoletto' o 'La Traviata'; también a actores como Glenda Jackson, Joan Plowright o Irene Papas y ha creado su propia compañía teatral.

Con 13 años ya formaba parte de la Compañía Titular Infantil del Teatro Romea de Barcelona; cinco años más tarde, el éxito de 'Medea' la impulsó a continuar en una carrera "llena de vaivenes, con picos hacia arriba y picos hacia abajo", describe. "Soy valiente, pero a los valientes también les llega una bofetada", señala.

De 1979 a 1981 asumió la dirección del Centro Dramático Nacional junto a José Luis Gómez y Ramón Tamayo. Para ella, por mucho que se diga, el teatro "no está en crisis", es un mantra que aparece y desaparece. "Así ha atravesado los siglos, y lo que queda, pero estamos constantemente renovados", indica.

Se considera feminista desde "antes de que se inventase la palabra" y reseña que su profesión es de las más avanzadas para darle su sitio a la mujer.

Respecto a la censura que se intenta imponer a algunos espectáculos por iniciativa de Vox, indica que vivió otros tiempos "de sufrimiento y frustración", que compartió con la mayor parte de los españoles. "Solo queda apretar los puños, así -dice haciendo el gesto- y tirar para adelante. No se atreverán, no les dejaremos".

En sus estanterías se encuentran la Medalla de Oro al Mérito de las Bellas Artes, el Premio Nacional de Interpretación, el del Corral de Comedias; el Laurence Olivier o el Evening Standar a la mejor dirección del año en Londres, entre otros muchos, a los que ahora también se suma, coincidiendo con el Max de Honor, el Royal Central School Speech and Drama.

"Es la gran escuela del drama y ahora me ha tocado a mí y no es corriente; es el lugar donde se han formado grandes actores a los que admiro. Los actores ingleses me parecen absolutamente extraordinarios", subraya.

Para aquellos que vean en su trayectoria un referente reseña que ha puesto todo de su parte, "un esfuerzo y trabajo que ha sido recibido por el público años y años, generación tras generación". EFE