RuPaul, la drag más famosa del planeta se abre en canal en su nuevo libro: infancia rota, drogas, terapias y un negocio multimillonario

Aun siendo uno de los rostros más populares de la industria del entretenimiento desde hace tres décadas, la vida de RuPaul sigue siendo un misterio. Al menos, hasta ahora. Esta semana el polifacético artista, presentador y empresario publica en Estados Unidos 'The House of Hidden Meanings', unas memorias en las que relata su ascenso a la fama y cómo consiguió convertirse en la drag más célebre del mundo. Si bien el libro se centra únicamente en sus primeros 40 años de vida, mucho antes de que comenzara el fenómeno 'RuPaul’s Drag Race', sus 239 páginas ayudan a conocer en profundidad quién es la persona detrás del personaje. 

Un padre ausente

Nacido y criado en San Diego, con apenas siete años tuvo que afrontar el amargo divorcio de sus progenitores y la carencia afectiva de su padre. “A través de años de terapia comprendí que ese momento fue crucial en mi vida y moldeó mi identidad. A pesar del dolor que me produjo, aprendí a ver su partida, su marcha de casa, más como su pérdida que la mía. Durante la primera mitad de mi carrera intenté captar su atención, pero tiempo más tarde un psicólogo sugirió que él y yo compartíamos vidas pasadas, lo que explicaría mi persistencia en buscar su reconocimiento. Al final entendí que él no podía verme debido a su propio dolor y no a mi falta de mérito”, cuenta en el libro. Y agrega: “Estuve recreando la escena del niño abandonado en el porche una y otra vez. Ocurrió muchas veces. Cuando miro hacia atrás, en perspectiva, veo que no fue mi culpa. Para mí fue importante superar eso y crear una identidad que no implicara ser una víctima”. 

Multimedia | Conoce a los sobrinos del Rey: del pendenciero a la 'influencer' y el empollón

Ascenso a la fama

Al cumplir los 15 se mudó con su hermana mayor Renetta a Atlanta, donde trabajó como gogó y lideró las bandas punk The U-Hauls y Wee Wee Pole. Sin embargo, tras quedársele pequeña la ciudad, en 1987 puso rumbo a Nueva York, donde de inmediato se convirtió en una figura imprescindible de su escena nocturna. En 1989, justo el año en el que apareció bailando como extra en el videoclip 'Love Shack' de The B-52’s, fue coronado Reina de Manhattan en una competición drag. Por aquel entonces ni su imagen ni su personaje estaban del todo definidos, pero todo cambió a finales de 1992 con el lanzamiento del sencillo 'Supermodel (You Better Work)': RuPaul se transformó en una “glamazona” (un concepto que aunaba el glamur de las supermodelos de la época con el de las amazonas de la mitología griega) y afianzó su característico look hiperfemenino. La jugada le salió redonda: en 1994, enfundado en un brillante corsé rojo, protagonizó la primera campaña de la barra de labios Viva Glam de MAC Cosmetics, y dos años más tarde presentó el programa de entrevistas 'The RuPaul Show'. Pese a que el canal por cable VH1 solo emitió 100 episodios, su presencia en la pequeña pantalla acercó el arte drag al gran público.

Su apoyo en la sombra

En sus memorias desvela que en 1994 conoció a Georges LeBar, su gran amor, en la pista de baile de The Limelight, un club nocturno ahora cerrado en Nueva York. Lo poco que se sabe de él es que nació en Perth (Australia), estudió moda, durante un breve periodo diseñó para la firma J.Crew y, actualmente, suele pasar el tiempo pintando en un rancho de 20.000 hectáreas que posee en Wyoming. “Él trabaja en el campo, yo en Hollywood, y nos encontramos en lugares fabulosos. Necesita descansos de vez en cuando, porque es una vida muy diferente. Así que planeamos pequeñas escapadas una vez al mes. Nueva York, Maui, San Francisco o Las Vegas. Hacemos eso y nos funciona”, declara sobre su relación, abierta y a distancia, y el verdadero motivo por el que no conviven de forma regular en su mansión de Beverly Hills. Casados el 24 de enero de 2017, justo el día que conmemoraban 23 años como pareja, LeBar siempre ha preferido mantenerse en un segundo plano: carece de cuentas públicas en las redes sociales y en contadas ocasiones se ha dejado retratar junto a la estrella en alguna alfombra roja. 

Su madre nunca le dijo 'te quiero' y sus relojes Cartier "son mis hijos": las reveladoras memorias de Barbara Streisand

Enterrar fantasmas

Su lucha contra las adicciones ocupa un lugar destacado en 'The House of Hidden Meanings'. “Había estado drogado todos los días desde los 10 años. Y después de limpiarme a principios de los 90, la fiesta volvió poco a poco y comencé a drogarme de nuevo. Con la fama, siempre había una botella de champán entre bastidores. Y conforme mi carga de trabajo aumentaba, fumaba más y más marihuana. Incluso, lo hacía nada más levantarme. Bebía y fumaba tanto porque quería que mi visión del mundo cambiara”, confiesa sobre aquella autodestructiva etapa. En el libro también detalla que poco después de que LeBar ingresara en un centro de desintoxicación en Miami, para solucionar sus problemas con la metanfetamina cristalina, empezó a acudir a programas de 12 pasos: “En aquellas reuniones la gente hablaba sobre sentirse desconectada y sola, necesitando adormecer la incomodidad de estar en su propia piel y luego, eventualmente, tener que enfrentarse a la luz fría de la sobriedad. Nunca me cansaba de escuchar esas historias; para mí era extraordinario que tanta gente pudiera estar hablando de la misma verdad, una que resonaba tanto conmigo”. En 1999, gracias a aquellas terapias de grupo, abandonó todos sus malos hábitos. 

Negocio lucrativo

Aunque mantuvo un perfil mediático más bajo con el cambio de milenio, el estreno en 2009 de 'RuPaul’s Drag Race' volvió a ponerlo en el mapa. Concebido inicialmente como un híbrido entre 'America’s Next Top Model' y 'Project Runway', el programa de telerrealidad que presenta y coproduce desde entonces es lo más parecido a unas Olimpiadas drag. Con 16 ediciones en Estados Unidos, varios 'spin-off' y múltiples franquicias alrededor del mundo (este 2024 llegará a ATRESplayer la cuarta temporada de la versión española), cuenta hasta con su propia convención anual de fans en Los Ángeles, Nueva York y Londres: RuPaul’s Drag Con, cuyo nombre se inspira en el popular Comic-Con de San Diego. Con un patrimonio neto estimado en 60 millones de dólares, su imperio e influencia en la cultura popular no muestran síntomas de flaqueza. 

Suscríbete para seguir leyendo