La pintura de Sorolla entra en una nueva dimensión en Barcelona

De lleno en el Año Sorolla, que conmemora el centenario del fallecimiento de Joaquín Sorolla (murió en agosto de 1923), llega a Barcelona una exposición que recupera la obra del artista valenciano, el pintor de la luz, y la traslada al presente más radiante. 'Sorolla, una nueva dimensión' aterriza en la capital catalana tras un éxito arrollador en La Marina de València. La muestra, que se ha presentado este martes en el Centre d’Art Amatller, en pleno centro de Barcelona, busca -en palabras de Francesc Fontbona, presidente de la Fundació Institut Amatller d’Art Històric- "promocionar el arte para un público general, y no solo para gente erudita". 

Se trata de una exposición inmersiva, dividida en tres salas, que recorren la obra del artista valenciano como nunca antes se había visto. Así, a partir de este mismo miércoles -y, como mínimo, hasta mayo- se puede transitar por la vida del pintor, los inicios familiares e históricos de Sorolla, sus influencias... Y todo adaptado a estos nuevos formatos de arte, en una muestra que coge el testigo de otras exhibiciones de estas características que han ido salpicando durante los últimos meses la oferta cultural de la ciudad. Más allá de los espacios inmersivos, también hay una pequeña sala donde se exponen obras originales del pintor e, incluso, la que han calificado como la última obra de Sorolla, que, a pesar de estar incompleta, muestra un retrato encargado por Pérez de Ayala, quien fue director del Museo del Prado en la época.  

"Pondrá a prueba todos los límites": las claves del 'boom' de la cultura inmersiva

“La música y el arte transportan al público a través del viaje vital del artista”, explica Artur Duart, comisario de la exposición. El mar y la albufera valenciana están muy presentes durante todo el recorrido, al igual que el dualismo vital de Sorolla, entre su nacimiento en la zona urbana y la influencia de la València rural del siglo XX.

De la realidad virtual al fotomatón

En el mes de junio de 2023, se estrenó esta muestra en La Marina de València, siendo la primera vez que se creaba una exposición inmersiva sobre el artista, con una excelente respuesta del público que ahora sus responsables esperan que se repita en Barcelona. Esta versión del arte de Sorolla llevada al presente tecnológico está pensada para todos los públicos, con espacios educativos y participativos, para niños y adultos. Cuenta también con un fotomatón que transforma la imagen en una pintura digna del artista. Otro de los elementos destacados es la realidad virtual, que permite al espectador viajar entre los cuadros, entrando dentro de la obra y fusionándose con los trazos de esas historias y vidas ajenas que capturó el autor. 

El recorrido para el público es de algo más de una hora, tiempo suficiente para que los visitantes puedan disfrutar de espacios más contextuales, una la sala inmersiva que cuenta con espacio suficiente para admirar la obra del valenciano y navegar entre el imaginario artístico de Sorolla en esta nueva dimensión, la de la cultura inmersiva que vive un evidente 'boom'. Algunos ejemplos llamativos -y exitosos- de esto que han pasado por Barcelona han sido la muestra sobre Van Gogh o la de Harry Potter.