Anne Teresa de Keersmaeker celebra 50 años como bailarina con las 'Variaciones Golberg' de Bach: "No sé hasta cuándo voy a seguir bailando"

Empezó a bailar a los 10 años y no ha parado. A sus 63 años, Anne Teresa de Keersmaeker sigue activa con ganas de seguir explorando la música de Bach. La creadora belga referente de la danza contemporánea marcó época en los años 80 con obras como 'Rosas danst Rosas', revisitada hace algunos años. A lo largo de su carrera ha trabajado con todo tipo de músicas en sus espectáculos, desde Steve Reich al blues de Robert Johnson, pasando por musicales y piezas del siglo XIII. Pero siempre ha sentido una conexión especial con la música de Johann Sebastian Bach. Ha montado ya siete piezas inspirándose en sus composiciones y regresó a él en 2020. Se centró en las 'Variaciones Goldberg' para concebir su "jubileo en la danza", ha explicado este martes a través de videoconferencia.

La pieza le ha servido para "revisitar y revisar lo que he hecho como bailarina y coreógrafa en estos 50 años", ha afirmado la artista. A partir de este jueves el Mercat de les Flors acoge el espectáculo que también ofrecerá el viernes. Aunque las dos actuaciones se realizan en Barcelona su estreno en Catalunya se integra en la programación del Festival Temporada Alta.

Para De Keersmaeker bailar es lo más natural del mundo pero reconoce que los años no pasan en balde. "No sé hasta cuándo voy a seguir bailando. No tengo un plan en este sentido pero espero seguir", comenta. "Doy gracias a Dios por poder seguir bailando, aunque requiere mucha disciplina y no siempre es fácil mantenerla", confiesa. Este solo tampoco es corto. Dura dos horas.

La creadora tiene ganas de regresar al Mercat de les Flors donde ha presentado sus obras más emblemáticas y donde el público ha podido seguir su trayectoria y la de su compañía Rosas. Esta vez vendrá acompañada por el pianista Alain Franco. Él interpretará la popular obra de Bach mientras los sus movimientos de De Keersmaeker reinterpretan esta música barroca de 1741 creada a partir de una aria y 34 variaciones. Su danza, como la música, se va transformando durante todo el espectáculo.

Armonía y belleza

"La música de Bach es armonía y belleza. En un mundo tan convulso y complicado bailar esta obra de Bach es una forma de compartir esa armonía". Y añade: "¿Cuál es el sentido del arte? Compartir el espacio y tiempo con la gente. Al igual que antes los seres humanos se reunían alrededor del fuego, el arte ofrece ese espacio que no te da ni la tecnología ni la Inteligencia Artificial. Nos conecta con nuestros orígenes, con aquello que somos".

"El arte ofrece ese espacio que no te da ni la tecnología ni la Inteligencia Artificial. Nos conecta con aquello que somos".

La obra de madurez del gran compositor aglutina todo su conocimiento. La coreografía de esta veterana referente de la danza contemporánea concentra todo lo aprendido en este medio siglo vinculada a la danza. "A partir de una estructura sencilla esta obra permite apreciar todo el arte de Bach. Su música es tan espiritual y sensible como cósmica. Aunque la partitura está muy estructurada y se nota su arte en el contrapunto se nota que su intención es trascender lo humano", comenta De Keersmaeker.

Contrapunto visual y sonoro

Estas Variaciones Goldberg' suponen para ella un desafío. "El contrapunto se basa en una serie de cánones. En esta pieza juego con el contrapunto visual del pianista que está en escena y el de la iluminación. No formalizo el contrapunto de manera literal. Tampoco lo traduzco en mi movimiento porque quiero tener mayor libertad y trabajar más el espacio de manera estratégica". Su intención es unir "lo natural y lo espiritual".

Con Bach, las posibilidades "son infinitas", recuerda. "La danza, como la música es una de celebración del cuerpo en todos sus diferentes aspectos: anatómico, analítico, sensual, intelectual, racional". Proporción, arquitectura, geometría, luz, oscuridad, todo eso está en la música de Bach. "Toda su música contiene el sentido de mortalidad y es una celebración de la vida".