Indios de Barcelona

Regreso al Zeleste de la calle Argenteria

Enric Pedascoll conserva en las oficinas de la discográfica Satélite K el rótulo luminoso del local en el que se forjó la onda layetana en la década de 1970

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Enric Pedascoll en la oficina de la discográfica Satélite K con la icónica lámpara del Zeleste.

Enric Pedascoll en la oficina de la discográfica Satélite K con la icónica lámpara del Zeleste. / FERRAN NADEU

Ramón Vendrell

Ramón Vendrell

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La sala Zeleste se mudó de Argenteria, 65 a Almogàvers, 122 en 1987. Con el nombre se trasladaron también algunos elementos del mobiliario y la decoración, que se instalaron en el reservado de la nueva ubicación. El recinto había albergado una fábrica de alfombras y otra de estampados y actualmente es Razzmatazz. Zeleste cerró en el 2000 a causa de problemas económicos. Jordi Tardà se hizo con el grueso de las piezas procedentes del emplazamiento en el barrio de la Ribera, que subastó en la Fira del Disc de Col·leccionista que organizaba. Enric Pedascoll se hizo con un trofeo de caza mayor: el rótulo luminoso que estaba en una vitrina junto a la entrada del club de Argenteria. Está colgado en las oficinas de Satélite K, discográfica independiente de la que Pedascoll es director y que, poca broma, lanzó a Ojos de Brujo, Roger Mas o Muchachito Bombo Infierno. Como ahora está lanzando a Pure Negga.

Víctor Jou (1939-2023), el fundador de Zeleste, encargó el logotipo de la sala a Silvia Gubern, también responsable del interiorismo junto con Àngel Jové. El encargo, de hecho, fue el logotipo de Celeste, nombre de la novia del elefante Babar. Gubern pidió a su hijo de cinco años que lo escribiera para inspirarse y este escribió Zeleste. Así se quedó. El resultado es un clásico en toda regla del diseño barcelonés.

El hombre que cambio España

Pedascoll se inició en el negocio musical en Gay & Company, la promotora de conciertos de Gay Mercader, a quien define como "el hombre que cambió España" en los años 70. Exagera, claro, pero no mucho. Conciertos como los de Genesis (1975), Kevin Ayers (1975), Patti Smith (1976) o Iggy Pop (1978) fueron más bien revelaciones del mundo exterior, y qué decir del de los Rolling Stones en la plaza de toros Monumental (1976). Más tarde Pedascoll pasó a la tienda de discos Gay & Company, en Hospital, 94, que cerró hacia 1980. El local es ahora una carnicería halal, informa. Satélite K es la distribuidora de 'Gay Mercader 1971 /2017 tour posters', libro que recoge los carteles de los espectáculos organizados por el promotor. Épico.

Zeleste abrió el 10 de mayo de 1973. Pedascoll lo frecuentó a partir de 1974. "Existía el mundo del jazz, muy cerrado, y existía el mundo de los cantautores, muy reivindicativo -dice-. En Zeleste se desarrolló una visión más amplia y disfrutona de la música". En el cuartel general de la llamada onda layetana vio actuar por ejemplo a Sisa, Gato Pérez, Bueyes Madereros o La Orquesta Platería, que era una especie de grupo de la casa. Zeleste fundó el sello discográfico homónimo y la escuela Centre de Difusió Musical de la Ribera. No obstante, cuando de divertirse se trataba, Pedascoll prefería la discoteca Les Enfants Terribles, en Guàrdia, 3, "más rockera y golfa".

Música en la basura

Cientos de bobinas de cinta magnética del fondo sonoro de Zeleste aparecieron en noviembre del 2000 en un contenedor cercano al espacio poco antes de que este reabriera con otros gestores como Razzmatazz. En Argenteria era práctica habitual la grabación de las actuaciones. La cantidad de registros tirados a la basura es indeterminada porque la noticia corrió como la pólvora y allí acudieron rescatadores. Pedascoll fue uno de ellos y en el almacén de Satélite K guarda las cintas que recuperó. No las ha escuchado, para empezar porque requieren de un magnetófono y no lo tiene. Y para continuar porque están sin etiquetar o muy pobremente etiquetadas. Igual contienen música valiosa, igual no. También podría haber acabado en la basura el luminoso del Zeleste original si Pedascoll no hubiera hecho un negociete con los trabajadores que estaban desmontando el local del Poblenou.

Calibre inusual

Otra capa del vínculo del director de Satélite K con Zeleste: el sello gestiona la discografía completa de Sisa, artista fundamental de la ecena zelestial. En 2025 se cumplirán 50 años de su disco 'Qualsevol nit pot sortir el sol', publicado precisamente por la marca Zeleste. Como calentamiento de la efeméride Satélite K ha iniciado la reedición en elepés de vinilo de toda la obra del cantautor galáctico. La primera entrega de la empresa, de un calibre inusual en España, es 'Malalts del cel' (2016), el último trabajo de Sisa, que en su momento solo vio la luz en cedé. Cómo han cambiado las cosas en materia de formatos físicos de la música en siete años. Le seguirá 'Sisa & Melodrama' (1979), y así hasta terminar con 'Qualsevol nit pot sortir el sol'.  

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