Icónica serie en el NY de los 50

Blacksad, el gato detective de cómic cuyo éxito garantiza más de siete vidas

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Viñeta de la segunda parte de 'Blacksad. Todo cae'.

Viñeta de la segunda parte de 'Blacksad. Todo cae'. / JUAN DÍAZ CANALES Y JUANJO GUARNIDO

Anna Abella

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"¡Con solo rozar a Shakespeare, sacas petróleo, oro! Sobre todo si hablas de ambición y poder. Nos habla de hoy día", asegura Juan Díaz Canales, guionista de la aplaudida serie ‘noir’ ‘Blacksad’ (Norma), creada junto al dibujante Juanjo Guarnido hace 23 años y con la que suman un Premio Nacional de Cómic y cinco Eisner. En la primera parte de la séptima entrega, ‘Todo cae’, su ya icónico y antropomórfico gato detective lidiaba con corruptos de altos vuelos y bajaba a los bajos fondos del Nueva York de los años 50. Entonces entraba en escena, literalmente, 'Macbeth’. Ahora, en el cierre de la aventura, que llega esta semana a librerías, es ‘La tragedia Julio César’, "que logra mostrar a Bruto como un idealista a pesar de su horrible crimen y es la clase de persona que aquí podemos identificar con el ‘malo’, el constructor Lewis Solomon [un halcón inspirado en la figura real de Robert Moses]", señala el historietista madrileño. "Es muy ambicioso, con una visión mesiánica, que hace cosas horribles pero se mueve por la realización de su ideal de ciudad. Es un personaje contradictorio, con unas motivaciones que podemos entender aunque no compartir y que por ello nos permite reflexionar sobre la condición humana y sobre nosotros mismos y activar el sentimiento crítico y la autocrítica".    

Al tándem español les avalan además más de tres millones de ejemplares vendidos de la serie en más de 20 países. En Francia, otra liga cuando se trata de cómic, llevan dos y medio, han salido con una tirada de 280.000 y la pasada semana eran el tercer libro más vendido tras el nuevo Astérix y el Premio Goncourt.   

El guionista Juan Díaz Canales y el dibujante Juanjo Guarnido (derecha), ante la portada del nuevo 'Blacksad', este miércoles en Madrid.

El guionista Juan Díaz Canales y el dibujante Juanjo Guarnido (derecha), ante la portada del nuevo 'Blacksad', este miércoles en Madrid. / David Castro

Corrupción, especulación inmobiliaria, favores y soborno, ausencia de escrúpulos… y muertos. "Es una dialéctica de la política con el poder económico, ligada a grandes proyectos urbanos, que hoy nos suena muy familiar", apunta desde Madrid, Díaz Canales (1972). Y desde París, se conecta Guarnido (Granada, 1967), ambos comprometidos con el personaje de Blacksad, que seguirán dibujando "hasta que el cuerpo aguante, porque es el tebeo que a nosotros nos gustaría leer". Entiéndase: "entretiene y a la vez reflexiona sobre la realidad de la sociedad y es estéticamente atractivo", algo para lo que "el género negro es maravilloso". 

Viñetas de la segunda parte de 'Blacksad. Todo cae'.

DÍAZ CANALES Y GUARNIDO

En las Ramblas

Tras ‘El Buscón de las Indias’, Guarnido vuelve a desplegar su espectacular dibujo marca de la casa, heredero, cuenta, de Richard Scarry y la antigua revista infantil de Bruguera ‘Cole·Cole’, y de su admiración por "maestros como Carlos Giménez y Alfonso Font". "Muchos detalles, gente animalizada, hormigueantes escenas llenas de gente, todos haciendo cosas distintas...", explica. Y, en el chandleriano mundo de Blacksad, utilizando fotos de la época de Nueva York, se fija tanto en la forma de vestir, como en la actitud de la gente en la calle, en cafeterías, en la cárcel, en una redacción de periódico o en las obras de construcción de megapuentes colgantes, como el que Solomon intenta alzar. "Una de las escenas más complicadas de dibujar y concebir fue una emboscada entre enormes estructuras metálicas, vigas y pilares. No la teníamos clara, pero tomó forma mientras paseábamos por las Ramblas de Barcelona cuando Carlos Zanón nos invitó el año pasado a BCNegra", revela.  

Viñetas de la segunda parte de 'Blacksad. Todo cae'.

DÍAZ CANALES Y GUARNIDO

En esta aventura, "Blacksad regresa a Nueva York, a las fuentes de la serie, tras una lucha interna por alejarse de un oficio y una ciudad donde debía convivir con el lado más oscuro del alma humana y con la violencia, que debe ejercer, pero que no le gusta en absoluto. Debe aceptar que su destino es ser un detective privado en la gran ciudad de Nueva York -recalca el guionista-. Hay otro regreso. El de Alma Mayer, la mujer de su vida, que no tiene nada que ver con los estereotipos del género negro, de la ‘femme fatale’. Es un personaje complejo. Aunque su relación no es tormentosa sí tiene un punto de fatalidad". 

"El futuro pertenece a las mujeres", dice un personaje masculino. "Nos interesa hablar del papel que la mujer tiene y merece, pero son los años 50 y no debemos caer en anacronismos. Eran mujeres en un mundo de hombres. Por eso mostramos a hombres que aunque no eran feministas, sí veían que el mundo estaba cambiando y que la mujer iba a adquirir un rol mejor".  

Viñetas de la segunda parte de 'Blacksad. Todo cae'.

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Así, planea en este cierre la figura inspirada en Stella Adler, pionera actriz y maestra de actores. También la comprometida reportera Rachel. "Ella le hace ver la importancia del periodismo de investigación y con calidad literaria a su colega Weekly [el simpático amigo de Blacksad], que casi queda atrapado en el ‘clickbait’ de la época". "Se ve el cambio del periodismo amarillista de William Randolph Hearst frente a la generación del nuevo periodismo de Tom Wolfe y Norman Mailer. Desgraciadamente hoy vemos cómo el sensacionalismo campa a sus anchas en la televisión y las redes buscando solo el éxito inmediato", lamenta Díaz Canales, que ya ha entregado el guion de la nueva aventura de Corto Maltés, el personaje de Hugo Pratt, que resucitó con el dibujante Rubén Pellejero

El formato de una aventura en dos volúmenes les ha permitido dar más espacio a Weekly. "Llevaba mal ese rol a lo Batman y Robin, que pareciera solo el contrapunto gracioso a Blacksad -confiesa el guionista-. Ahora he podido darle una trama propia donde demuestra que es un periodista de verdad, donde sufre y padece desengaños amorosos y conflictos laborales".