La caja de resonancia

La pequeña promotora que danza entre los gigantes

La agencia barcelonesa Houston Party cumple 25 años abriendo espacios para el rock de formato club en plena expansión de los festivales, que tientan a las bandas con contratos bien pagados en los que rige la exclusividad

Jody Stephens.

Jody Stephens. / Houston Party

Jordi Bianciotto

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Que la música en directo va más allá del circuito de festivales es algo que promotoras como Houston Party se esfuerzan por recordarnos día a día con sus giras desplegadas en el circuito de clubs. Ambos entornos deberían poder convivir, y suelen hacerlo (con más fluidez al norte de los Pirineos), si bien las exclusivas rompen a veces la baraja, como me cuenta Jaime Hernández, creador de esta agencia barcelonesa, que celebra esta semana su 25º aniversario con la gira de The Music of Big Star.

Este es uno de los caballos de batalla de pequeñas promotoras como esta, tratar de convencer a las bandas de que un único bolo bien pagado en un gran festival tal vez no compense el año entero de vacío en un país como España. No siempre lo consiguen. Los contratos que se ponen sobre la mesa invitan a tomar el dinero y correr. Pero, después de todo, aunque suele señalarse a los festivales como culpables, la responsabilidad última de decidir esa estrategia y no la otra corresponde al artista. Es él (a través de su agencia) quien acepta las reglas planteadas por una muestra que trata de construir el cartel más exclusivo posible. Este otoño, PJ Harvey ha estado de gira de salas por Europa y aquí no le hemos visto el pelo. Veremos si se guarda un as en la manga.

A Houston Party le toca agudizar el oído y los reflejos, interceptando a los artistas con potencial antes de que lleguen los tiburones. “Tenemos que ir muy rápido para captarlos al principio, porque cuando ya están establecidos es muy difícil”, hace notar Hernández. Él es un “musiquero”, dice, lo cual resulta ser menos obvio de lo que parece, porque no todos los promotores son unos locos de la música. Hay de todo. Él se quedó atrapado de muy joven con los Beatles, los Beach Boys y los Bee Gees, y más adelante, con el guitarreo pospunk de The Replacements y Hüsker Dü. Y fue guitarrista, en los 90, de una apreciada banda ‘indie’ barcelonesa, Parkinson D. C.

Jaime Hernández y su equipo, diez personas, incluyendo al sagaz director artístico Miguel Martínez, trabajan en las trincheras y en una ciudad, Barcelona, que desde hace unos años es percibida como plaza complicada para el rock de formato club en comparación con Madrid e incluso con otras urbes de tamaño menor. Este ya es otro artículo. Sea como sea, Houston Party se ha salido con la suya durante 25 años y es un lujo esta gira, exclusiva para España, de The Music of Big Star, supergrupo para honrar al llorado Alex Chilton y compañía, que este miércoles se abrirá paso en Apolo. Allí estaremos.