Exposición en CosmoCaixa

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Anna Abella

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Comía 129 kilos de plantas al día, medía 38 metros desde su pequeña cabeza a su larga cola y pesaba 77.000 kilos (frente a los 5.000 de un elefante africano): esta criatura cuadrúpeda cuellilarga, que vivió hace más de 100 millones de años, es el mayor dinosaurio descubierto y el animal más grande que haya pisado jamás la Tierra. Pasear entre sus enormes patas y sentirse como un enanito que apenas le llega al tobillo es posible hasta el 2 de junio en el Museo de la Ciencia CosmoCaixa, pues una impresionante réplica a tamaño real del esqueleto de este Patagotitan mayorum luce como la estrella de la exposición ‘Dinosaurios de la Patagonia’ que reúne 13 ejemplares de estas criaturas del Cretácico.

Cual David y Goliat, contrasta con el Patagotitan mayorum, que medía 5 metros de alto hasta la escápula, el más pequeño de estos 13 dinosaurios, el Manidens condorensis, de apenas un kilo de peso y 75 centímetros, que pudo ser bípedo, llegado desde el Jurásico. La exposición está creada por el Museo Paleontológico Egidio Feruglio (MEF) y después de Barcelona itinerará por todos los centros CaixaForum durante tres años. Luego, hacia 2026, según ha avanzado la directora general adjunta de la Fundación la Caixa, Elisa Durán, el Patagotitan será el único que volverá a CosmoCaixa para quedarse aquí de forma permanente.  

El Patagotitan, en CosmoCaixa.

El Patagotitan, en CosmoCaixa. / ELISENSA PONS

Fue en 2012 cuando un agricultor descubrió, en la finca donde trabajaba, en la provincia argentina de Chubut, en la Patagonia, un primer hueso de este titán de los dinosaurios, que se reveló de un tamaño equivalente a 14 elefantes africanos. El equipo del MEF, con el paleontólogo José Luis Carballido a la cabeza, trabajó durante tres años en la excavación que desenterró más de 200 fósiles de 7 ejemplares de este "titán de la Patagonia de la familia Mayo" (por la finca en que se halló) que han permitido construir esta réplica a tamaño real que ahora se ve en CosmoCaixa.

Gráfico del Patagotitan mayorum.

MEDIAHUB LA CAIXA

La Patagonia de la época mesozoica formaba parte de la Pangea, en la que los actuales continentes estaban unidos en una sola masa de tierra que la evolución de las placas tectónicas irían desgajando. "Algo pasó allí hace más de 100 millones de años que propició el gigantismo extremo de estos dinosaurios, que se dio, aparentemente, solo en la Patagonia. Pero no sabemos qué fue", señala Carballido entre los esqueletos que reconstruyen los 13 dinosaurios. Pero sí apunta a la relación que se deduce de que "en los mismos niveles en que se halló el Patagotitán, a unos 600 metros de profundidad, también se han hallado vestigios de angioespermas, las primeras plantas con flor, que son las que más energía propician a los hervíboro". 

La muestra 'Dinosaurios de la Patagonia'.

La muestra 'Dinosaurios de la Patagonia'. / ELISENSA PONS

La Patagonia, hoy un desierto, añade, "eran entonces una planicie de inundación, cercana a un cauce de río, donde además de restos de aquellas primeras plantas con flor se han hallado troncos de hasta 15 metros de alto".    

Entre otros fósiles reales que acompañan las réplicas, del Patagotitán se expone también un fémur auténtico de 2 metros y casi 600 kilos de peso. Por los huesos huecos de este titanosaurio saurópodo, los expertos creen que se debía mover lentamente para optimizar el consumo de energía y oxígeno, y que podía vivir unos 50 años. 

El depredador

Sin embargo, su gran tamaño no le evitó ser cazado por el Tyrannotitan chubutensis, carnívoro similar al Tyrannosaurus rex, del que se han hallado 57 dientes cerca de los restos del gigante. De brazos cortos, corría sobre sus patas traseras y alcanzaba hasta 30 km por hora; medía 12 metros de largo y pesaba 6 toneladas.

Cara a cara con el dinosaurio, en la muestra de CosmoCaixa.

Cara a cara con el dinosaurio, en la muestra de CosmoCaixa. / ELISENDA PONS

Revela el paleontólogo detalles y la evolución vinculadas al gigantismo. "Eran cuadrúpedos, no podían caminar en dos patas. Tenían cada vez cuellos más largos en relación al cuerpo y la cabeza cada vez más pequeña. Y tenían sacos aéreos, un sitema de respiración muy eficiente que encontramos hoy en las aves y que les permitía tener oxígeno fresco todo el tiempo en los pulmones, algo necesario para su tamaño y sus requerimientos energéticos".

Zona de la excavación de restos de dinosaurios del MEF en la Patagonia.

Zona de la excavación de restos de dinosaurios del MEF en la Patagonia. / MEF

Los más antiguos

Dos de las réplicas de dinosaurios más antiguos de la exposición, que vivieron en el Triásico, hace 230 millones de años, son el Eoraptor lunensis -tenía garras en tres dedos, era omnívoro, pesaba 10 kilos y medía un metro de largo y 45 de alto- y el Herrerasaurus ischigualastensis -era un carnívoro de grandes y afilados dientes, capaz de digerir los huesos de sus víctimas, tenía una visión periférica casi global y era presa de grandes reptiles-. 

Rompe el patrón de estos grandes saurios el Brachytrachelopan mesai. Esta especie de complicado nombre era de cuello corto, un rasgo evolutivo que le ayudaba a ahorrar energía y a consumir otro tipo de plantas para no competir con el resto de saurópodos.

Excavación del MEF en la Patagonia.

Excavación del MEF en la Patagonia. / MEF

Entre las diversas actividades programadas por CosmoCaixa que acompañarán la muestra, además de talleres y conferencias, destaca una noche en el museo, durante la que familias con niños de entre 7 y 12 años podrán quedarse a dormir junto a los dinosaurios y pasear luego por el Bosque Inundado, reclamo permanente del centro barcelonés.