"Los Niños Jesús"

Jordi Évole se conforma con hacer versiones para no "eclipsar" a los buenos compositores

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Jordi Évole, dándolo todo en el sótano de la Unión Extremeña de Sant Boi en un ensayo de Los Niños Jesús.

Jordi Évole, dándolo todo en el sótano de la Unión Extremeña de Sant Boi en un ensayo de Los Niños Jesús. / Zowy Voeten

Salvador Vallejo Caballero / EFE

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El periodista Jordi Évole, quien ha participado en el festival Extremúsika de Cáceres con su banda "Los Niños Jesús", afirma que sería un "puntazo" dedicarle una canción al excomisario José Manuel Villarejo, aunque bromea, no quieren componer para no "eclipsar" a los "buenos compositores españoles" y se conforma con hacer versiones, que "es una gozada".

España es un país "rico" en personajes de este estilo, declara Évole en una entrevista a EFE, por lo que dedicar canciones "entroncaría" con esa sátira y sarcasmo tradicionales en la literatura y narrativa españolas, interpretada por "muchísimos" de los grandes poetas o escritores, y aunque no pretenden "tanto", ni mucho menos, les gustaría hacer retratos de "este tipo de personajes" que "tan por culo nos dan tantas veces".

Conocido por su faceta como comunicador, Évole se embarcó el pasado 2022 en un grupo con varios amigos suyos, donde versionan clásicos del pop-rock español de artistas como Extremoduro, Estopa, Lori Meyers, Platero y Tú, Coque Malla, Joaquín Sabina y por supuesto Jarabe de Palo, grupo de Pau Donés, a quien siempre agradece en sus conciertos que le inspirara a emprender esta aventura musical.

Sueños de niño

"La vida es cíclica" y "de alguna manera", cuando uno crece, intenta hacer realidad sus sueños de pequeño. "Mi sueño de ser delantero del Barça y meterle un gol al Madrid no va a ser posible", bromea, pero el de la música sí que lo ha hecho posible, "un regalo de la vida que nos está tratando muy bien".

Durante algunos de sus bolos, el que alcanzó la popularidad con su personaje El Follonero ha compartido escenario con artistas como Amaral y Coque Malla, lo que valora como "otro regalo", fruto también de sus "contactos" como persona conocida en el mundo de la comunicación, reconoce.

Además, en el caso de Eva Amaral, compartieron escenario el día después de su sonada actuación en el Sonorama, donde actuó a pecho descubierto en defensa por los derechos de las mujeres, acción que Évole valora como "maravillosa".

En este afán por seguir soñando, confiesa que le gustaría "mucho muchísimo" compartir escenario con Robe Iniesta, un "poeta", "enorme músico" y "tipazo" al que "respeta mucho", aunque se conformaría con entrevistarlo, pues pedirle que cantara con ellos le daría "demasiada vergüenza".

El pasado jueves en el Extremúsika "flipó" con la cantidad de público presente, pese al "calor" que hacía a las 18:00 horas, ya que estaban "muy entregados" al espectáculo.

La pretensión de Los Niños Jesús está en hacer un "concierto para divertir a la gente" y en esta ocasión considera el vocalista que lo han logrado, ante lo que agradece que su "humilde banda de versiones" pueda interpretar en un lugar "tan mágico" como el Extremúsika, oportunidad que consideran "un lujazo".

Un grupo con raíces extremeñas

Los Niños Jesús han actuado por primera vez en Extremadura, lo que para Évole es como "venir a casa", pues su padre y abuelos son extremeños, quienes emigraron a Catalunya en la década de 1950.

Estas raíces extremeñas se extrapolan a la banda, pues su local de ensayo es un sótano en la Unión Extremeña de Sant Boi de Llobregat y el batería del grupo, Jesús Salas, componente más veterano y quien pone nombre al grupo, también es de la región, por lo que están "rodeados de Extremadura por todos lados".

En clave regional y en esa idea de dedicar temas a personajes españoles, el periodista destaca que le "encantaría" dedicar "un día" una canción al expresidente de la Junta de Extremadura, Juan Carlos Rodríguez Ibarra, figura que representa una época donde los presidentes autonómicos tenían "muchísimo peso" en España, los llamados "varones", con una gran "capacidad para generar titulares". "Incluso" él podría ayudar a escribirla, comenta.

Los mensajes de la música urbana

Los Niños Jesús forma parte del cartel del Extremúsika, donde tienen cabida principalmente artistas de pop, rock y hip hop, aunque también dedica un espacio a la música electrónica, punk, metal, hip hop, flamenco y ska. En él, hay conocidos artistas de música urbana como Natos y Waor, Morad, Recycled J o Quevedo, para quienes Évole tiene palabras.

"Los grandes cambios en la música, a nivel histórico, se han dado siempre en los márgenes de la sociedad", quienes han recogido un tipo de música, como en su momento lo fue el soul, posteriormente el rap, y actualmente el trap, o lo que se denomina como música urbana, que está recogiendo "muchísimas" influencias que "otras disciplinas artísticas no recogen, pero la música sí".

Según Évole, dicha característica de la música "nos iguala a todos", pues permite a alguien que viene "de la nada", "si lo hace bien o si contacta con su público, salir adelante" y "poder subirse" a un escenario como el cacereño.

"Que en el Extremúsika esté Morad", a quien ha señalado como amigo suyo, es un "orgullo". "Es un muchacho de segunda generación de emigración magrebí", que tienen "a veces las mismas dificultades que los primeros que llegaron", y que "él se reivindique de esta manera" es un "orgullo" para su comunidad, necesitada de símbolos como él, destaca.

Las letras de "canciones comprometidas", en las que se reivindican "desigualdades" producidas en la época histórica del artista y su público, "traspasan lo musical" y llegan a "simbolizar una reivindicación", algo que "pocas" disciplinas artísticas "pueden conseguir como la música".

¿Ganará terreno en su vida la música al periodismo?

Ante un posible futuro donde la faceta artística gane terreno a su labor en el periodismo, señala que "no le importaría", aunque precisa que es periodista y que actualmente se lo pasa "muy bien" en su programa en La Sexta, "Lo de Évole", que el próximo enero presenta una nueva temporada, por lo que "va a seguir con ello".

No obstante, la música le ha ahorrado "muchas horas de psicólogo", ya que "tocar por ahí" con amigos y ensayar cada jueves en ese lugar que para el grupo "ya es mítico", la Unión Extremeña de Sant Boi, "es terapia", pues salen "muy renovados", sea un concierto o un ensayo, "y al final se trata de eso".