Discos de la semana

Roger Waters, jamás Pink Floyd sonó tan deprimente

La nueva versión del álbum ‘The dark side of the moon’ que el músico británico ha grabado por su cuenta 50 años después suena triste, derrotada y nihilista

El nuevo elepé de Uni Boys y el disco de homenaje a Nanci Griffith, también reseñados

Roger Waters ofreció un concierto espectacular, en un escenario con visión de 360º, en el que ofreció musculosas versiones de los clásicos de Pink Floyd

Roger Waters ofreció un concierto espectacular, en un escenario con visión de 360º, en el que ofreció musculosas versiones de los clásicos de Pink Floyd / FERRAN SENDRA

Rafael Tapounet
Jordi Bianciotto
Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

'The dark side of the moon redux'

Roger Waters

SGB - Cooking Vinyl

Art rock

★★

Rehacer un tótem como ‘The dark side of the moon’ (1973), de Pink Floyd, álbum que ha sido paladeado, idolatrado y analizado compás a compás durante 50 años, a veces hasta la patología, es un ejercicio del que es casi imposible salir victorioso. Pero parecía factible imaginar que, cuando menos, Roger Waters podría brindarnos una versión alternativa con puntos de luz, quizá sujeta a otro orden plástico, acaso desplazando algún acento sonoro, modificando su vibración desde la mirada del tipo que, el pasado 6 de septiembre, cumplió 80 años.

Pero hay que esforzarse para recordar, en los anales de la ‘major league’ del rock, una maniobra tan fallida como esta. Quizá no la haya. Sin los teclados planeadores de Rick Wright ni los solos de guitarra de David Gilmour, y con esa carga grave de ‘spoken word’, y ese tratamiento instrumental mate, no es que ‘The dark side of the moon’ haya perdido sentimiento y ganado narrativa espesa y monocorde, sino que ni siquiera se aprecia amor a la vida en esta grabación. Vemos a Waters sucumbiendo a sus peores presagios e infectando cada tema con su ánimo decadente. Hacía ahí han ido sus declaraciones, cuando ha venido a decir que este disco era pertinente porque el mensaje de 1973 no ha sido atendido y el mundo va como va. Un “yo tenía razón” formulado desde “la sabiduría de una persona de 80 años”.

Peso de la palabra

No dudamos de esto último, pero esa atalaya de la edad, aquí solo le ha servido para cargar el álbum de pretenciosa meditación filosófica en voz alta y para diluir su razón de ser, que figuraba que era la música. Desde el pórtico de ‘Speak to me’, se impone la palabra, citando para empezar un fragmento de ‘Free four’, tema del disco anterior, ‘Obscured by clouds’ (1972): “Los recuerdos de un hombre en su vejez / son las acciones de un hombre en la flor de la vida”.

En esta revisión hay más Hammond y arreglos de cuerda que sintetizadores, las guitarras de Jonathan Wilson son tan pulcras como faltas de ‘punch’, y el registro vocal de Waters resulta lineal, opaco y fatigado. Un ‘Breathe’ susurrado, somnoliento. ‘On the run’, con su bombeo ‘krautrock’ hundido en la distancia. Ese ‘Time’ adormecido. En ‘The great gig in the sky’, en lugar del vuelo vocal de Clare Torry, un telón de fondo siniestro. Y el ‘Money’ más desmotivado de todos los tiempos, tal vez una rendición ante el poder de la codicia, que el grupo supuestamente denunciaba. ¿Seguimos?

No parece tanto que Waters nos hable desde el umbral de la última morada, sino más allá si cabe, desde la muerte misma, sepultando toda esperanza. Álbum con reflejos de la belleza del cementerio, triste y, quizá peor, nihilista, acaso buscando la liberación en el fundido final, tal y como advierte en su inicio: “La vida es un momento corto y cálido / y la muerte, un largo y frío descanso”. J. B.

Otros discos de la semana

'Buy this now!'

Uni Boys

Curation Records

Power pop

★★★★

Uni Boys son cuatro veinteañeros afincados en Los Ángeles que parecen haber llegado desde 1979 en una máquina del tiempo. Corbatas estrechas, camisas blancas, zapatillas Chuck Taylor y un power pop de alta escuela que reproduce la urgencia juvenil y el instinto melódico de bandas como Rubinoos, Shoes y Any Trouble. Su segundo elepé está producido por los hermanos D’Addario (The Lemon Twigs), que aquí vuelven a demostrar su estupenda mano a la hora de manejar sonidos ‘vintage’. Rafael Tapounet

‘More than a whisper: celebrating the music of Nanci Griffith’

Varios

Rounder-Music as usual

Country-folk

★★★★

Como una respuesta a aquel ‘grammyzado’ ‘Other voices, other rooms’ (1994), disco tributo de Nanci Griffith a sus autores de cabacera, ve la luz esta ofrenda a la trovadora tejana fallecida en 2021. Encuadres con alma de un repertorio sensible y audaz, cantando al amor y a la esperanza, combinando la filigrana acústica (Emmylou Harris, Mary Gauthier) con el folk-rock (Steve Earle) y deslizando un registro inédito de John Prine que por sí solo vale por todo un disco. J. B.