Muestra musical en el Fòrum

De Alizzz a Los Planetas: clamor pop en el Festival·B

Concierto de Los Planetas.

Concierto de Los Planetas. / Ana Puit

Jordi Bianciotto

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El Fòrum no se baja del tren festivalero aunque el verano ya quede atrás, y un evento emergente, el Festival·B, trae ahí la música de vuelta este fin de semana con un cartel de esencias autóctonas. En lo alto del cartel, este viernes, Los Planetas, demostrándonos que están vivos y bien, aunque Jota y Florent graben en solitario y la banda espacie sus conciertos.

La segunda edición del Festival·B (evolución de aquel Cara·B desarrollado en la Fabra i Coats) arrancó con una notable entrada en su primera jornada (8.000 asistentes, según la organización, papel agotado), tan solo una semana después de la enorme programación gratuita de la Mercè. Un público que se congregó en sendos escenarios. Y en el principal, levantado en el anfiteatro del Fòrum, señorearon Los Planetas con un ‘set’ equilibrado entre sus distintas eras creativas y con festejada cuota para los ‘hits’, como ese ‘Segundo premio’ que abrió la sesión con vistas al referencial álbum ‘Una semana en el motor de un autobús’ (1998). 

Flamenco cósmico

Muro de sonido, melodía nítidamente emborronada con Florent trepando hasta las notas más altas del mástil, y la vocalización de Jota, más entendible que otras veces. Rescates de ‘Devuélveme la pasta’ y ‘Prueba esto’, y un viraje hacia las inmensidades de ‘La leyenda del espacio’ (2007) con un asalto poderoso a ‘Alegrías del incendio’. Quiebro flamenco flotante, con su guiño a Camarón, que el grupo conectó con dos piezas recientes, ‘Alegrías de Graná’ y ‘El negacionista’, portadora esta de discutidas citas a Miguel Bosé y a “los amos maltusianos del 5G”. Y un ascenso a las cumbres brumosas de ‘Islamabad’, antes de recurrir a otras cartas seguras, como ‘Santos que yo te pinté’.

Precediendo a los granadinos, Alizzz vivió otra de sus sesiones superpop, consolidando su salto de la cabina de producción al escenario. Los logros de su álbum ‘Tiene que haber algo más’, los ‘singles’ y el reciente epé ‘Boicot’. Tonadas ocurrentes, limitada desenvoltura en escena y poesía de abrupto trazo costumbrista. “En esta ciudad todos se creen muy especiales / Todos influyentes, todos son celebridades / (…) / Te invitan a eventos repletos de subnormales” (‘Superficial’). Sorpresa, cuando entró en escena Maria Arnal, con quien Cristian Quirante, Alizzz, compartió un tema electro-pop de estreno, llamado ‘Despertar’, y que siguió ahí en ‘Toro’, versión de El Columpio Asesino. 

Humor post-punk

En el escenario menor, la desenfadada apología de la angustia servida por Depresión Sonora, dicharachero alias del vallecano Marcos Crespo. Pulsión pop envuelta en un post-punk filo-gótico que habría hecho feliz a Eduardo Benavente. O quizá no: flota algo de parodia en ese repertorio tan connotado, el del álbum que lleva por título ‘El arte de morir muy despacio’, con canciones como ‘Fumando en mi funeral’. Crespo alimentó la sensación con su sarcasmo: “Muy mal, muy mal, eso venir a ver a Depresión Sonora y pasarlo bien”, soltó a la vista del público en danza (y pogo). “¿Cómo habéis venido? ¿Solos? ¡Mola!”. Rizó el rizo cuando abordó, a todo trapo, ‘Markusianio’, versión de ‘Cayetano’, Carolina Durante (mofa y befa del pijerío contemporáneo), con el guitarrista de este grupo, Mario del Valle.

Desahogos pop, en fin, compatibles con el imperial cante jondo del toledano Israel Fernández, que en sesión de tarde sacó oro de su entente con el guitarrista jerezano Diego del Morao. El tándem, reforzado por una pareja a cargo de palmas y cajón, sin más aditivos, revivió su disco conjunto ‘Amor’ (2020), entre soleares y bulerías, con fino toque y entre miradas de complicidad. 

Y una honrosa mención para La Plazuela, tropa de granadinos con aptitudes para casar el duende y la base electrónica, el eco del rock andaluz y el de la ‘rave’. Otros vértices de un Festival·B que este sábado afronta una segunda jornada de marcado signo urbano, con atracciones como Yung Beef y Rojuu. 

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