Editores, libros y salchichas: Formentor homenajea a Jorge Herralde con un documental sobre la Feria de Frankfurt

“En las primeras y más sorprendentes épocas de Frankfurt fui tan feliz que llegué a decir, e incluso a escribir, que quisiera que mis cenizas fueran lanzadas al río Main. Luego el ‘soufflée’ bajó, pero mis buenos recuerdos de la Buchmesse son inolvidables”, confiesa Jorge Herralde en el documental que recorre su historia de pasión con la Feria del Libro de Frankfurt y que este sábado se ha proyectado en las Conversaciones de Formentor que se celebran en Canfranc, en la Jacetania.

Herralde finalmente no ha acudido al homenaje donde Basilio Baltasar, director de la Fundación Formentor, ha destacado su osadía como editor de “autores impertinentes”, “libros incómodos” y lecturas dignas de “horrorizar a los biempensantes”. Con guion de Enric Juste (autor del espléndido ‘Metrònom Ferrater’) y realización de Morrosoko Vila-Sanjuán, 'Jorge Herralde y sus anagramas, memoria viva de una editorial' está rodado en las nuevas y luminosas dependencias de la editorial barcelonesa en la calle Pau Claris y está narrado por el propio Herralde. 

El fundador de Anagrama empezó a asistir a la Buchmesse sin stand y “casi sin editorial”, de lo diminuto que era el sello a principios de los 70. Pronto se topó con las prácticas no siempre elegantes de la edición internacional, “perfidias” que Herralde resume así: “un gran grupo se acerca a un excelente escritor y le hace una oferta tipo 'El Padrino', es decir, imposible de rechazar. El escritor, que a fin de cuentas es un ser humano, a veces se siente tentado y da el salto a la ‘pasta’ en mayúsculas”, explica con su particular sorna.

Pese a las tentaciones monetarias, son muchos los autores que han permanecido leales a Anagrama y que incluso se llegaron a convertir en “el libro de la feria”, un fenómeno que vivieron en sus carnes Roberto Bolaño y Álvaro Pombo y que para Herralde es el resultado de la sobreexcitación de juntar a profesionales de la edición durante toda una semana: “los editores enloquecen y compran casi, o totalmente, a ciegas el ‘Libro de la Feria’: que no se escape la caza mayor”. 

El documental relata su azaroso descubrimiento de Antonio Tabucchi, atraído por la portada de la edición italiana de 'Donna di Porto Pim', que leyó del tirón en una noche (la feria le excitaba tanto que apenas dormía) o cómo se selló en un almuerzo a base de salchichas, pan y cerveza la venta de Anagrama a Feltrinelli, una «autovoladura a plazos» planificada a lo largo de cinco años. 

Entre las amistades que el fundador de Anagrama ha hecho en Frankfurt a lo largo de los años figuran leyendas de la edición como Inge Feltrinelli, Christian Bourgois, Roberto Calasso, Michael Krüger y también colegas norteamericanos como Roger Straus, André Schiffrin o Sonny Mehta.

El grado de complicidad entre los editores de distintos países llegó a ser tal que tenían un curioso juego, propuesto por el francés Pierre Belfond, que consistía en que cada editor introdujese en un sombrero un papel con el título de una de sus novelas y luego cada uno cogiera un papelito al azar y se comprometiera a publicar la obra que le había tocado y presentarla en la feria al año siguiente. A Belfond, el instigador, le tocó ‘El héroe de las mansardas de Mansard’ de Pombo, y supuso su despegue internacional. Como resume su asistente personal Pepi Bauló, el mediometraje es la condensación de “las tres F de la vida de Jorge Herralde: Formentor, Frankfurt y Feltrinelli”.