La Mercè 2023

The Tyets: "No haremos eso de: la fórmula ha funcionado, vamos a repetirla infinitas veces"

'La banda del pati': el porqué del auge de la música urbana en catalán (¿y de la lengua?)

The Tyets, el pasado martes en Barcelona

The Tyets, el pasado martes en Barcelona / JORDI OTIX

Ignasi Fortuny

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La música en catalán vive un momento dulce impulsado por una nueva escena pop que bebe de lo urbano protagonizado por jóvenes artistas. Ahí destaca el dúo de Mataró The Tyets (Xavier Coca y Oriol de Ramon), grupo de moda este verano tras lograr convencer a un público intergeneracional con su último disco 'Èpic solete'. Y, sobre todo, seducir a una insospechada multitud con ese pelotazo llamado 'Coti x coti', una exótica canción que fusiona reguetón y sardana. The Tyets, que encaran la recta final de su hiperactiva gira, son uno de los reclamos de la programación de La Mercè (la noche del sábado 23 al domingo 24 a las 01.00 horas en la calle Menéndez i Pelayo).

¿Les ha pasado eso de saludar a un pueblo y estar en otro?

Xavier Coca: Ha pasado… Ha pasado poco, pero ha pasado. Cuando empiezas el verano sabes en qué día vives pero llega un punto en que ya no. Para nosotros ahora los lunes son los viernes. Lo intentamos gestionar lo mejor que podemos. 

De todo lo que les está pasando, ¿hay algo que les haya sorprendido?

Oriol de Ramon: Más que no esperarlo, el recibimiento del disco y todo lo que ha venido después no lo dimensionábamos. Esperábamos que fuera un punto de inflexión, pero nunca sabes donde llegará. Todo lo que ha venido es muy fuerte. Vamos a tocar a cualquier lado y siempre está a petar. Es un proyecto en el que llevamos cinco años y antes había 15 personas mirándonos y, ahora, ver a 20.000 que han venido solo para verte a ti es muy loco. 

Pasa a menudo que con fenómenos culturales, musicales, que se les exprime al máximo. ¿Tienen la sensación de que les ha pasado?

O. R.: Nos queda mucha guerra por dar. Vienen muchas cosas por ahí y aprovecharemos la ola. En Catalunya pasa esto de que a todo lo que despunta se le intenta exprimir todo el jugo, pero nuestro trabajo es intentar no quemar, contemplar tempos, tener estrategias…

¿Cómo se encara un momento así, cuando se tiene tan claro que es su momento?

X. C.: Debes de intentar no perder tu frescura. Siempre componemos igual, las ideas, las rutinas, cómo producir los temas… No perder las mismas dinámicas aunque el proyecto haya explotado es lo que mantiene la frescura del grupo.

Siempre desprenden buen rollo, tienen cara de buenos chavales... Cuando la cosa se pone seria y deben tomar decisiones, e imagino que ahora es el momento, ¿siguen así?

O. R.: Tenemos un equipo que siempre hemos intentado que esté lo mejor posible y queremos seguir haciéndolo así. Pero es esa balanza de profesionalizar y cuidar a tu gente. Todo el equipo es muy consciente de que es un proyecto muy grande y que todo el mundo se debe dejar la piel al igual que nosotros.

X. C: A veces pecamos de bonachones y de no saber gestionar algunas situaciones, pero también porque nadie nos ha enseñado eso y aquí se aprende a base de que pasen cosas. Al final cuando trabajas con 12-15 personas tienes que tomar decisiones que son para el bien del proyecto.

O. R.: Siempre prevale la parte humana que la empresarial. Podríamos hacer un equipo de máquinas y putos cracs pero no tendríamos esencia. La esencia es que tenemos buen rollo, hacemos una gira de 70 bolos que aguantamos porque somos amigos. Perder eso sería perder la esencia del proyecto que es pasárselo bien. 

Uno de los grandes éxitos de 'Èpic Solete' es la intergeneracionalidad. ¿Cómo y por qué creen que se ha dado?

X. C: Hacemos una música que es apta para todos los públicos. Sí que hablamos de nuestra vida cotidiana y la de nuestra generación pero los sonidos son agradables... Puede parecer para jóvenes pero la gente mayor que quiere estar conectada lo entiende y le gusta. Y 'Coti x coti' ha tocado la fibra y ha acercado a mucha gente a todo lo otro que hacemos. 

O. R.: Hemos cogido la esencia de la música pop catalana, la hemos actualizado y la hemos llevado a sonidos actuales y melodías que funcionan. Lo hemos renovado y dado un aire fresco y la gente se ha visto reflejada. 

¿Seguirán tirando del hilo de jugar con las músicas tradicionales?

X: No, eso es un recurso. Acertamos, pero es anecdótico. Ahora no tendría sentido que hiciésemos una cobla. No haremos eso de: la fórmula ha funcionado, vamos a repetirlo infinitas veces. 

Mucha gente les ha conocido ahora, pero el proyecto lleva cinco años. ¿Cómo ha sido el camino?

O. R.: La evolución es muy heavy. Al principio hacíamos una música muy rara, que en ese momento era alternativa, no tenía nada de 'mainstream'. No teníamos ni puta idea de hacer música, hemos aprendido a hacerla durante el proyecto. Al principio sonábamos como el culo, hacíamos músicas más 'traperas', más 'undergorund', y a medida que hemos crecido hemos visto lo que nos funciona. Un día salió 'RRHH' copiando un tema de reguetón del momento y vimos que ahí estábamos más cómodos que haciendo ver que éramos traperos.

El éxito, ser jóvenes, cantar en catalán, les ha colocado en un sitio de referencia en cuanto a la lengua. ¿Cómo toman esa responsabilidad y las críticas por cómo utilizan el catalán?

Siempre decimos lo mismo: la lengua está viva. Nosotros no seríamos nosotros si no cantásemos utilizando las expresiones y el vocabulario que utilizamos en nuestro día a día. Somo conscientes de que hay cosas que son castellanismos o anglicismos, pero es nuestra manera de hablar.

Es evidente que es el momento de este nuevo pop catalán. ¿Qué futuro creen que puede tener la escena?

X. C.: Va a reinar unos cuantos años. Es una cosa cíclica en Catalunya, va por generaciones. Hay música de este género para rato y dentro de unos años saldrá otra gente, otra movida. Lo importante es que haya música en catalán por muchos años ya sea reguetón, rap o death metal.

O. R.: Creo que es importante que, en esta nueva escena, hay algo que creo que no habíamos tenido en el 'mainstream' catalán que es que hay dos mujeres partiéndolo: Julieta y Mushkaa. Es muy interesante y pueden generar muchos referentes. 

¿Y hasta dónde llega su ambición?

O. R.: Siempre se tiene que romper esquemas. Siempre hay este techo que nos autoimponemos de que en catalán solo podrás tocar en Catalunya y basta.

X. C.: Pero hay muchas cosas a hacer.

O. R.: La música catalana puede ir mucho más allá de oyentes catalanes. Mientras el concepto y la música puedan traspasar fronteras la lengua no es un problema. 

Van camino de agotar el segundo concierto en el Sant Jordi Club. ¿El salto al Palau era demasiado grande?

X: Lo podríamos hacer. Pero es eso de quemar etapas… Tenemos 25 años. Estamos contentos de hacer dos Sant Jordi Club. Quizá ahora no es el momento de hacerlo. A lo mejor el momento es cuando cerremos la gira del nuevo disco.

Vienen de un gran concierto en Tarragona, el año pasado tocaron por la Mercè en un escenario a rebosar y este año repiten.

X. C.: La Mercè es una locura siempre. A ver cuánta gente está realmente loca por The Tyets y cómo nosotros percibimos el feedback. El otro día en Tarragona era una locura como gritaban las 15-20 mil personas que había.

O. R.: El año pasado en la Mercè había mucha gente, mucha se sabía las canciones, pero no todo el mundo venía por nosotros. Habrá más gente de la que esperamos todos...