Presenta 'Golpe de suerte'

Woody Allen revive (o algo así) en Venecia

Woody Allen en Venecia.

Woody Allen en Venecia. / Guglielmo Mangiapane

Nando Salvà

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El bajón creativo en el que Woody Allen lleva sumido desde principios de este siglo es tan patente, profundo y duradero -antes de él, el neoyorquino solo parecía capaz de hacer películas magníficos- que, en este tiempo, sus seguidores han recibido con efusividad desmesurada cualquier película de su filmografía que lograra elevarse siquiera mínimamente por encima de la pura mediocridad. Sucedió con ‘Match Point’ (2005) y con ‘Midnight in Paris’ (2011), y posiblemente acabe sucediendo con la ficción que hoy ha presentado en Venecia fuera de competición. 

Primer largometraje que Allen estrena en tres años -las acusaciones de abuso sexual que llevan años persiguiéndolo no han logrado acabar con su carrera, pero los problemas de financiación que le han acarrerado lo han obligado a disminuir su ritmo de trabajo-, ‘Golpe de suerte’ habla de lo que hablan casi todas sus películas: el sinsentido de la vida, la inútil búsqueda de orden en el caos y el dolor que causa el amor, entre otros temas.

Woody Allen en Venecia.

Woody Allen en Venecia. / Guglielmo Mangiapane

A diferencia de las otras, eso sí, esta lo hace a través de personajes que hablan francés. “Cuando yo era joven, las películas que más nos impresionaban eran las europeas, y todos queríamos hacer cine como lo hacían los franceses, los italianos o los suecos”, ha afirmado hoy el director para explicar el cambio de idioma. “Inicialmente esta iba a ser la historia de dos americanos que viven en París, pero se me ocurrió que, siendo como es mi 50ª película como director, estaría bien rodarla en la lengua de autores a los que admiro como Truffaut, Godard y Resnais y así convertirme por fin en un cineasta genuinamente europeo".

Al principio del relato, una joven casada con un empresario evidentemente corrupto se encuentra con un escritor con el que fue al instituto, y con el que no tarda en empezar una relación adúltera. Posteriormente, hay un asesinato, y lo que sucede tanto hasta ese momento como sobre todo en la concusión de la historia es un recordatorio de que, como Allen ya explicó en ‘Match Point’ -la película con la que esta guarda más similitudes-, las ironías derivadas del azar tienen un gran impacto en nuestras vidas.

Woody Allen en Venecia.

Woody Allen en Venecia. / Guglielmo Mangiapane

Entretanto, mientras deambula confusa entre la comedia y el drama -no posee la gracia necesaria para funcionar como lo uno ni la profundidad para ejercer de lo otro-, ‘Golpe de suerte’ exhibe el tipo de torpeza narrativa y tosquedad formal que Allen ha convertido en sello personal, pero especialmente comparada con su película inmediatamente anterior, la atroz ‘Rifkin’s Festival’ (2020), sin duda ofrece la evidencia de una mejoría. Para muchos, decimos, bastará con eso.