Festival de Sant Feliu de Guíxols

Wilco, sin clemencia en Porta Ferrada

La banda de Chicago despliega todo su arsenal en un enérgico concierto en Sant Feliu de Guíxols

Wilco, anoche en Porta Ferrada.

Wilco, anoche en Porta Ferrada. / Xavier Casals

Alba Carmona

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Venían a presentar su disco más reposado, ‘Cruel country’, pero no hubo piedad y, con la energía desbordante de las guitarras y una exhibición de madurez musical, Wilco sacudió el Guíxols Arena. Los estadounidenses, uno de los nombres fuertes de la 61ª edición del festival de Porta Ferrada, volvía a la Costa Brava después de inaugurar Cap Roig en el 2017 y saldó con nota su paso por Sant Feliu de Guíxols, en el marco de una pequeña gira que también les llevará a Marbella y Alicante.

Con puntualidad máxima, Jeff Tweedy y compañía se plantaron frente a los 1.800 espectadores del auditorio guixolense para arrancar con ‘Handshake drugs’, del mítico ‘Yankee Hotel Foxtrot’, antes de adentrarse en la última hornada de canciones, publicadas el pasado año y, en buena parte, fruto del confinamiento.

La calma y la solemnidad de aires campestres de ‘Story to tell’, ‘I am your mother’, ‘Hints’ o el tema que da nombre al disco y que reza "amo a mi país, estúpido y cruel" se alternaron con las estridencias guitarreras de 'I am trying to break your heart’, la delicadeza de ‘If I ever was a child’, la aplaudida ‘Hummingbird’ y ‘Misunderstood’, en las que el público ayudó a Tweedy a preguntarse si todavía ama el rock and roll.

En Sant Feliu no sonaron ninguno de los nuevos temas de ‘Cousin’, el disco que los de Chicago lanzarán en septiembre, pero sí ‘Love is everywhere (beware)’ o la reciente ‘Bird without tail / Base of my skull’, con un duelo de guitarras enfurecidas que fue celebrado desde la pista como si fuera un gol.

"Gracias por cantar", decía de tanto el cantante y guitarrista de Wilco, un clásico moderno del rock americano que reivindica las raíces country y, al mismo tiempo, se luce con solos de otro mundo, como el de Nels Cline en ‘Impossible Germany’, una filigrana con las seis cuerdas que ya se ha convertido en marca de la casa. "Estábais, hace un año, cuando Nels no pudo estar?", preguntó el ‘frontman’ en referencia a la baja del guitarrista principal del grupo, el pasado verano, en el Poble Espanyol, por cóvid.

Con ‘Box full of letters’, del primer álbum de la formación nacida de ‘Uncle Tupelo’ en los noventa, y otros clásicos como ‘Jesus, etc’ y ‘A shot in the arm’, Wilco empezó a marcar el camino por el final.

Encadenando canciones como ‘Falling aparte (right now)’, ‘California stars’, ‘Red Eyed and Blue’, ‘Outtasite (outta mind)’ o ‘Spiders (kidsmoke)’ en una frenética tanda de bises, Tweedy y los suyos remataron dos horas clavadas de actuación, rubricando una velada en la que no mostraron clemencia, porque, más que un concierto, fue una endemoniada descarga de electricidad.

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