Música en la Costa Brava

Crystal Fighters, txalaparta y ‘beats’ tribales en Porta Ferrada

 La banda británica refrescó su arrolladora poción techno-folk en el festival de Sant Feliu de Guíxols 

Crystal Fighters

Crystal Fighters / PORTA FERRADA

Jordi Bianciotto

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Una mezcla sin precedentes, la del toque percusivo a cuatro manos de la txalaparta con el riego electrónico, o simplificando, del folk y el techno, aupó una década atrás a Crystal Fighters como impulsiva atracción festivalera. Estos londinenses, aventurados y juerguistas ellos, han permanecido un tiempo en silencio, pero no han perdido fuelle, como pudimos constatar este lunes en el Festival de la Porta Ferrada, en Sant Feliu de Guíxols.

Han pasado cuatro años desde su cuarto y último álbum, ‘Gaia & friends’, y seguramente el rumbo de la humanidad durante este tiempo no hace más que reafirmarlos como eternos hippies enamorados del planeta Tierra que suspiran por una especie de cósmico ‘dolce far niente’ envuelto en vagas vibraciones positivas. De eso va su ‘single’ de regreso, ‘Manifest’, que mostraron en Porta Ferrada, cuyo estribillo viene a resumir sus intenciones: “Solo quiero pasar mis días persiguiendo la puesta de sol”.

Fiesta en modo turbo

Hedonismo, deseos de un futuro hospitalario y querencia por tonadas que levantan el ánimo invocando cierto espíritu tribal. Ahí estuvo la txalaparta, protagonista de la pieza introductoria de la noche, el instrumento tradicional que un día incorporó la ya excomponente del grupo Laure Stockley. Una vez aparcado, terapia de choque turbo-festiva a golpe de números con tanta pegada como ‘I love London’ y ‘Yellow sun’.

Mientras llega su quinto álbum, todavía sin fecha, Crystal Fighters siguen allá donde estaban, recreando con brío sus hitos, como ‘Love is all I got’, valiéndose del entusiasmo natural de su ‘frontman’, Sebastian Pringle (respaldado por dos voces femeninas). Liderazgo con cierto don de lenguas, capaz de adaptar parte de ‘Everything is my family’ al castellano (‘Todo es mi familia’) y de celebrar lo “lindo” que era estar ahí, ejem, en “costa rica, Costa Brava”.

Modulando el tono entre el sereno ‘crescendo’ folk de la secuencia ‘Bridge of bones’/‘Boomin’ in your jeep’ y la tralla anfetamínica de ‘I do this everyday’, Crystal Fighters seguramente gratificaron a los suyos, si bien tras estos años de pausa cabría esperar algo más que un par de canciones nuevas en un repertorio de grandes éxitos. El reencuentro, rubricado con otros números de impacto contrastado como ‘All night’ y ‘Love natural’, nos refrescó de todos modos el recuerdo de Crystal Fighters como un grupo distinto, raro incluso, que un día encontró un modo propio de encontrar un lugar en el mundo.

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