Cita en la Costa Brava

Simply Red, una pizca de melancolía ‘funky’ en Cap Roig

Mick Hucknall lució voz, ‘hits’ históricos y presente de su nuevo álbum, ‘Time’, en el festival de Calella de Palafrugell, donde recordó los días que pasó en la zona cuando tenía 22 años, “durmiendo entre las rocas de la playa”

Simply Red, una pizca de melancolía ‘funky’ en Cap Roig

Simply Red, una pizca de melancolía ‘funky’ en Cap Roig /

Jordi Bianciotto

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Mick Hucknall no se resigna a hacer de Simply Red un artefacto de puro ‘revival’ y sigue entregando álbumes, ahora a razón cuatrienal: el nuevo, lanzado a finales de mayo, responde por ‘Time’ y le muestra más bien filosófico y meditabundo, cosas del ‘efecto covid-19’. Por supuesto, los conciertos acaban basándose en sus logros pretéritos, pero tres de esas canciones nuevas se sumaron a la dulce ola de melancolía en la cita del grupo de este miércoles en el Festival de Cap Roig, en Calella de Palafrugell.

Ahí estuvo ese tema llamado ‘Better than you’, que abrió la noche con más pop que soul, deslizando esa letra inspirada en los días de noviazgo con su señora esposa. Distinguida arquitectura sonora, la de Simply Red, con su lectura de la negritud en clave ‘british’, en agradecido contraste con la voz de Hucknall, que conserva ese no sé qué selvático y juguetón. Al saxo (y los teclados, y ese artilugio llamado EWI, instrumento electrónico de viento), ahí sigue Ian Kirkham, el único compinche que le acompaña desde los 80, pulcro en las fugaces cenefas solistas de ‘Thrill me’.

Durmiendo en la playa

Lo que decíamos: la melancolía se expresó tanto en esas introspectivas canciones nuevas como la predominancia de material de otros tiempos, con liderazgo del álbum ‘Stars’ (1992), que aportó cinco canciones. Ahí estuvo, como avanzadilla, la sedosa ‘Thrill me’, con toque de tumbao al piano, tras la cual Hucknall confesó que este rincón de la Costa Brava era un “exciting place” para él. Más carne para el retrovisor: resulta que, teniendo 22 años, aterrizó un día en el aeropuerto de Girona, “con un saco de dormir, un cepillo de dientes y unas gafas de sol”, y pasó por aquí una semana, durmiendo entre las rocas de la playa. “Y recuerdo lo simpática que fue la gente conmigo”.

La palabra ‘profesional’ (tan denostada cuando se habla de arte) se inventó para tipos como él, cortés e impecable más allá de lo previsible del temario. Selección de 20 canciones fijas cada noche, sin sorpresas, y todo muy pensado para evitar la linealidad, entre el ritmo jamaicano de ‘Night nurse’, el ‘baladismo’ recogido de esa pieza nueva llamada ‘Shades 22’ y la sensual nocturnidad de ‘Sunrise’, un tema construido sobre el setentero ‘I can’t go for that (no can do)’ de Hall & Oates. Y el lustroso bajo ‘funky’ de ‘Just like you’, la otra novedad.

Y los ‘hits’, sí, unos cuantos, de ‘Stars’ a ‘Something got me started’, pura radiofórmula de otra era, a través del más lejano todavía ‘Come to my aid’, de 1985 (y dejando fuera esta vez ‘Jericho’ y ‘The right thing’). Y homenajes, a Barry White, bromeando con aquella recordada voz grave, en ‘It’s only love’, y a Tina Turner con un ‘Natbush city limits’ en el que Hucknall tuvo que forzar sus prestaciones y que desmelenó un poco a Cap Roig en esta noche de efusividades controladas.

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