Documental en Netflix

George Michael y el chispeante pop adolescente de Wham!

George Michael y Andrew Ridgeley, los integrantes de Wham!.

George Michael y Andrew Ridgeley, los integrantes de Wham!. / EPC

Quim Casas

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Todo el mundo conoce a George Michael. No tantos recuerdan a Andrew Ridgeley. Se conocieron en el colegio cuando tenían 11 años. Michael fue presentado a sus compañeros de clase con su nombre real, Georgios (Yorgos) Kyriacos Panayiotou. Era de familia grecochipriota instalada en el condado británico de Middlesex. Se hicieron amigos. Andrew lo llamaba Yog para abreviar. “Mi vida habría sido totalmente distinta si el primer día de clase me hubiera sentado con otro niño”, recuerda Michael.

 Este es uno de los muchos audios que se escuchan en el documental ‘Wham!’. Michael falleció en 2016, a los 53 años. Ridgeley, nacido en Surrey, también en 1963, se retiró de los escenarios en 1991. Una década antes habían formado el dúo Wham!, aunque en los primeros tiempos incorporaron a dos cantantes-bailarinas, Shirlie, novia de Andrew, y Dee C. Lee. Entonces estaban muy influenciados por Human League, grupo ‘synthpop’ de chicos y chicas.

 El documental realizado por Chris Smith, disponible en Netflix, goza de una ventaja: la cantidad de imágenes y audios de archivo que se conservan del dúo desde que se conocieron hasta la ruptura artística en 1986. La historia musical duró cuatro años. “Era todo pop. Y Wham! nunca iba a hacerse mayor”, comentan en una de las escenas. Pop y eterna adolescencia, una combinación que ha funcionado como un tiro.

 George, entonces Yog, apareció en la escuela con una gafas enormes que parecían ventanas, recuerda su compañero. A los 16 años ya habían montado The Executives, un grupo de… ¡ska! Y un par de años después, en 1981, estaban pasándoselo bien bailando en las discotecas del West End londinense y fraguando su nueva música, que combinaría pop, disco y pop con cierta conciencia social.

 Escuchamos sus comentarios. Vemos imágenes que ellos mismos grababan en casa, en discotecas, con amigos, de fiesta. Y el álbum de recortes de sus éxitos guardado por la madre de Andrew. Bueno, los éxitos tardaron en llegar. Con ‘Careless whisper’, su primera canción, creían que se comerían el mundo y fue un fracaso. Mejores perspectivas aguardaban con ‘Wham rap!’, pero no se coló entre las 100 mejores canciones de las listas. Para entonces, Yog había adoptado el nombre de George y el apellido de Michael, que era el nombre del padre de un amigo común.

 Wham! era un grupo adolescente que se rebelaba contra las normas practicando una música convencional. Eran ‘bad boys’ de diseño.

 El proceso hacia el estrellato fue lento. La canción ‘Young guns’ se encaramó al puesto 42, es decir, se quedó a solo dos de los 40 principales. La suerte fue su aliada. Les llamaron del programa de televisión ‘Top of the pops’ porque un grupo previsto para la grabación del 4 de noviembre de 1982 no podía acudir. En este espacio habían triunfado de Elton John a David Bowie. Triunfaron ellos también. Con una banda potente, las dos coristas y unos imaginativos pases de baile, Michael & Ridgeley sedujeron a la audiencia catódica. Ellos mismos dicen que hoy, en aquella grabación, parecen pasados de moda, pero conservan cierta energía.

 Cambio de paradigma. Tras la comparecencia en ‘Top of the pops’, el tema ‘Wham rap!’ llegó al número ocho de las listas británicas. Y con el éxito, adiós a la crítica social de sus primeras canciones y bienvenidos al hedonismo de temas como ‘Club Tropicana’. Wham! habían sido un grupo adolescente que se rebelaba contra las normas practicando una música convencional. Eran ‘bad boys’ –título de una de sus canciones– de diseño. Michael lo cuenta muy claro: ‘Con el punk, los jóvenes protestaron. Ahora ya no sienten vergüenza de estar en el paro. Prefieren ir a una discoteca y olvidarse de todo’.

 Otro de los momentos clave del documental es cuando Michael reconoció su homosexualidad pero Andrew y Shirlie le recomendaron no decírselo a sus padres: Michael comenta que ahí perdió su oportunidad –no lo hizo público hasta 1998– y decidió crear una nueva identidad a través del éxito.

 La aventura en común terminó en 1986, con las consabidas fricciones pero bastante respeto entre ambos. La carrera en solitario de Michael ya sería otra historia. Coincidiendo con el documental, Sony acaba de publicar ‘The singles: Echoes fron the edge of heaven’, una caja ‘deluxe’ con todos los sencillos del dúo en edición original de 12 vinilos de 7” y una caja de 10 compactos.