Singularidad ortográfica

Confirmado: esta es la única palabra en español que se puede pronunciar, pero no escribir

Este caso lo han resuelto tanto la RAE como la Fundación del Español Urgente (Fundéu)

La experta en inteligencia artificial Asunción Gómez-Pérez ingresa en la RAE este domingo

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El español es un idioma vivo que no deja de sorprender. El castellano es una de las lenguas más habladas del mundo. lo que provoca que cadaaño, la Real Academia Española (RAE) actualice su diccionario añadiendo términos. No obstante, esta no es la mayor curiosidad, sino que el español contiene  una pregunta que pocos podrían llegar a responder: ¿qué palabra existe y se puede pronunciar, pero no se puede escribir?

Este caso lo han resuelto tanto la RAE como la Fundación del Español Urgente (Fundéu). La palabra que se puede decir, pero no escribir, es el imperativo de “salirle”. Es decir, cuando la forma verbal “sal”, del verbo “salir”, se combina con el pronombre “le”. Entonces, se presenta una singularidad ortográfica, pues, en palabras de la RAE, “la mera unión de estas dos palabras sería ‘salle’, que debería pronunciarse con yeísmo”. “Por esta razón, ha sido costumbre desde hace mucho la intercalación de un guion”, explica la Academia. Por ejemplo, “cuando se ha de usar la persona sal con el pronombre le, se escribe sal-le’”.

No obstante, esta palabra no se puede escribir, por un lado, por el yeísmo, y, por otro, porque las normas actuales de nuestro idioma no permiten el uso del guion. “Ha sido costumbre desde hace mucho la intercalación de un guion. No obstante, las Academias de la Lengua decidieron en la Ortografía de 2010 negar la validez al uso del guion, sin ofrecer alternativas”, explica el portal “Wikilengua del español”, apoyado por Fundéu.

De esta manera, continúa, “se introduce una excepción en el sistema ortográfico insólita e inexistente en otros idiomas: la de una palabra que no se puede escribir”. Así, la RAE explica que no existen “recursos para representar la secuencia fónica consistente en la articulación de dos eles seguidas dentro de una palabra, lo que en español resulta, por otra parte, absolutamente excepcional”. “Salle al encuentro” o “sal-le al encuentro” no se consideran, pues, correctas.