La lucha de un barrio

Torre Baró se vuelca con el rodaje sobre el legendario secuestro del autobús 47

El secuestro del bus de la línea 47 al que hizo referencia Gabriel Rufián

Eduard Fernández como Manolo Vital junto al autobús 47.

Eduard Fernández como Manolo Vital junto al autobús 47. / Lucía Faraig / MEDIAPRO

Carlos Marzá

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Los vecinos del barrio de Torre Baró en Barcelona se han entregado, desde hace dos semanas, a la participación en el rodaje de la nueva película de Marcel Barrena, protagonizada por Eduard Fernandez, ‘El 47’. El filme narra la historia de Manuel Vital, un sindicalista y conductor de TMB que en 1978 secuestró su propio autobús y lo llevó a la zona del distrito de Nou Barris para demostrar a las instituciones que se podía llegar hasta allí y tener unos transportes públicos dignos. El largometraje retratará cómo un hombre, con su voluntad de cambiar una situación injusta, logró transformar la ciudad. La película está producida por Mediapro y cuenta con la participación de los actores Clara Segura, Carlos Cuevas, David Verdaguer y Zoe Bonafonte

900 personas llegaron a presentarse al primer cásting para participar en la película y ahora decenas de vecinos de todas las edades, junto al trabajo de vestuario, maquillaje y diseño de producción, han transportado en el tiempo al barrio de Torre Baró a finales de los años 70. El rodaje, hasta julio, está teniendo lugar también en Collserola, Horta, el Carmelo y hace pocos días se filmó en el Ayuntamiento de Barcelona.

Marcel Barrena, Carlos Cuevas, David Verdaguer y Eduard Fernández en el rodaje de la película.

Marcel Barrena, Carlos Cuevas, David Verdaguer y Eduard Fernández en el rodaje de la película. / Lucía Faraig / The Mediapro Studio

Dirección

El director, Marcel Barrena (‘Mediterráneo’, ‘100 metros’) explica el origen de este proyecto: “Estaba buscando historias sobre los barrios de mi ciudad y encontré un blog sobre la historia de Manolo (Manuel Vital). Curiosamente, unos días más tarde, en el Congreso de los Diputados se mencionó su historia. Seguí investigando y encontré a la nieta de Manolo, Joana, me asocié con ella y me pasó toda la información sobre su abuelo. Años más tarde, aquí estamos”. De hecho, Barrena ha rendido homenaje a la nieta del autobusero: en el film, Manolo Vital, que originalmente solo tuvo un hijo, tendrá una hija llamada Joana, interpretada por Zoe Bonafonte. "Me he tomado la licencia de ascenderla de nieta a hija, con su consentimiento”, comenta el cineasta.

La película se ha rodado en castellano y catalán, algo que para Barrena es el retrato de “la mezcla de culturas y de convivencia que había, un homenaje a la clase obrera y a los que construyen las ciudades, que son nuestros abuelos, los trabajadores”. Sobre las complicaciones de rodar en verano una película como ‘El 47’, añade: “Tenemos muchas grandes estrellas en esta peli, pero especialmente hay un actor que es un autobús articulado de 17 metros. Lo más difícil es controlar su ego”, bromea. Irónicamente, el vehículo, utilizado para rodar secuencias en las que Vital consigue llevarlo por las calles del barrio, ha tenido dificultades para subirlas y llegar al set. “Esto demuestra la épica de esta historia y del personaje de Eduard, que consiguió conducirlo por las partes estrechas, sin asfaltar, del año 78”.

Un héroe no buscado

Eduard Fernández destaca que su papel “es una gran responsabilidad, porque Manolo Vital es una persona muy querida y muy respetada, los vecinos le conocían, y de hecho alguno cuando me ha visto me ha llegado a decir que estoy igual”. Tras 'Mediterráneo', es la segunda vez que Fernández trabaja con Barrena. En cuanto a las similitudes con su rol anterior como Óscar Camps, Fernández señala que se trata, de nuevo, de un personaje que es "un héroe no buscado, pero que hace mucho por los demás y demuestra que una persona sola puede cambiar muchas cosas”.

El actor ha recibido formación para conducir el vehículo de la historia: “Es fácil, pero cuestan mucho los giros, te puedes cargar a más de una cosa o personas”, confiesa. "A mí me hacía mucha ilusión participar para llevar el cambio de marchas de aquellos autobuses que veía al entrar en uno de pequeño. Además, siempre iba en el 45 para ir al colegio, pero recuerdo haber cogido el 47 alguna vez, que era doble”, añade.

Carlos Cuevas recibió la propuesta de participar en enero y no lo dudó “por ser un drama de carácter social, que me atrae como espectador y artista”. Su personaje es un pasajero habitual del autobús que vive en primera persona el secuestro. Sobre la historia que se intenta contar, Cuevas sentencia: “¡A ver si aprendemos! La desobediencia civil ha sido la que ha traído grandes cambios para la ciudad. Es una inspiración tremenda”.

Carlos Cuevas rodando una escena en el autobús de la película.

Carlos Cuevas rodando una escena en el autobús de la película. / Lucía Faraig / The Mediapro Studio

Clara Segura interpreta a la mujer de Manolo, que era profesora de catalán para muchos inmigrantes del barrio. “Se da una historia de amor muy bonita entre un comunista y una monja, al final cada uno renuncia un poco a lo suyo por el otro”, explica. El personaje de Zoe Bonafonte es, en sus propias palabras, “el contrapunto de Manolo, porque ella quiere salir de Torre Baró y mejorar su calidad de vida marchándose”. Por otra parte, de Marcel Barrena destaca que “es un director muy de actores, muy cercano, con paciencia, que cree mucho en el equipo y en todos”. 

Un barrio sin cobertura, supermercado ni espacios culturales

Aun a día de hoy, el barrio sigue reclamando mejores servicios de conexión con la ciudad. José Antonio Martínez Vicario, vicepresidente de la Asociación de vecinos y vecinas de Torre Baró y uno de los fundadores de Acció Perifèrica, la primera librería transfeminista de Nou Barris, participa en el film. “Cuando a la asociación se nos presentó el proyecto nos pareció brutal que se contase con nosotros, y además para una película en positivo, sobre el barrio”, destaca Martínez, que señala que el largometraje puede ayudar para la reclamación de un barrio digno: "Para que tengamos más cobertura de móvil, que no tenemos y es una barbaridad. Tampoco tenemos supermercado, ni cines, ni espacios para hacer cultura. Los políticos tendrían que venir y conocer la realidad".

José Manuel Romero estaba jugando en la calle un domingo 7 de mayo, de pequeño, en el año 78, cuando vio al autobús articulado por primera vez en el barrio de Torrebaró. Fue de los que se metió dentro, con su abuela y su madre, hasta que llegó la policía. Manolo Vital advirtió a los que le acompañaron que si se quedaban iban a ser detenidos y que no pasaba nada si se querían marchar. "Mi abuela dijo: 'yo me quedo hasta el final' y les detuvieron a todos", cuenta Romero.

Al ver a Eduard Fernández al inicio del rodaje, en Vallvidriera, pensó: “está clavado” y le dijo: “¡Hostia Manolo, has resucitado!”. Destaca que la película será un homenaje para “este hombre y la gente que estuvo allí, como mi madre y mi abuela, para los que lucharon por el barrio y ya no están. Ahora estamos los hijos y los nietos, que seguimos luchando”. “Es una experiencia muy grande, mis hijos están satisfechos de que se lo pueda explicar a mis nietos. Y el barrio está contentísimo”, concluye.