Indios de Barcelona

El periodista musical que sobrevivió a Lou Reed convierte su obsesión en un disco

Ignacio Julià culmina casi medio siglo de dedicación al estudio de The Velvet Underground con la publicación del álbum 'Velvet Serenade'

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ignasi

ignasi / Kenneth Bachor / Pere Duran

Rafael Tapounet

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“Gay Mercader siempre dice que la única persona del mundo a la que Lou Reed le parecía un tío simpático es Ignacio Julià”. Lo cuenta entre risas el propio Ignacio Julià (Barcelona, 1956), pilar imprescindible de la crítica rock de las últimas cuatro décadas en España, fundador de la revista ‘Ruta 66’ y voz de absoluta referencia a la hora de glosar los méritos de The Velvet Underground, el grupo capitaneado por Reed que en la segunda mitad de los años 60 reinventó el rock and roll y le aportó una nueva dimensión artística y literaria.

Julià decidió consagrar su vida al periodismo musical después de asistir a una actuación de Lou Reed en el antiguo Palau dels Esports de Barcelona el 18 de marzo de 1975. “Siempre digo que aquel fue mi primer concierto y esa es la versión oficial, pero la verdad es que antes había visto a Jethro Tull en Badalona”, confiesa. Más risas. El sobrio pero intenso recital del músico neoyorquino en un recinto lleno de “friquis, rambleros, yonquis, pachuli y marihuana” tuvo carácter de epifanía para el joven Ignacio, que aquella noche abrazó una obsesión de la que no ha logrado desprenderse en los últimos 48 años. El último fruto de esa productiva monomanía es la aparición de ‘Velvet Serenade’, un disco en el que el pianista rosellonés Pascal Comelade y el exguitarrista de Sonic Youth Lee Ranaldo reimaginan el repertorio de The Velvet Underground junto al batería Ramon Prats.

Libro de entrevistas

‘Velvet Serenade’ es la culminación de un proyecto multimedia que se inició el año pasado con la publicación del libro ‘Linger On: The Velvet Underground’, un volumen en inglés de gran formato que ha sido presentado (y aplaudido) en Nueva York y en Londres y que reúne las muchas entrevistas que Julià ha hecho a lo largo de su carrera tanto a los miembros del grupo (Reed, John Cale, Sterling Morrison, Maureen Tucker, Nico, Doug Yule) como a personas que formaron parte de su entorno. Para celebrar la existencia del libro, el periodista barcelonés quiso organizar un evento especial en Banyoles, localidad en la que reside desde hace tres años, y, tomando como referencia la tensión creativa entre Lou Reed y el galés John Cale sobre la que se forjó el mito de los Velvet, orquestó el encuentro musical entre “un guitarrista y poeta neoyorquino ruidoso y un pianista europeo excéntrico”. Lee Ranaldo y Pascal Comelade aceptaron el reto.

Ignacio Julià, en la presentación de 'Linger On' en Nueva York, junto a Thurston Moore, Lenny Kaye y Lee Ranaldo.

Ignacio Julià, en la presentación de 'Linger On' en Nueva York, junto a Thurston Moore, Lenny Kaye y Lee Ranaldo. / Kenneth Bachor

El concierto tuvo lugar el 28 de abril de 2022 en el Auditori del Ateneu de Banyoles. “Tenía muy claro que aquello no podía ser un recital de versiones convencional. No se trataba de montar un acto nostálgico, sino de proyectar hacia el futuro una música que hoy sigue estando muy viva”. A partir de cinco canciones de The Velvet Underground, Comelade y Ranaldo crearon, con el respaldo rítmico de Ramon Prats, una pieza única de casi 40 minutos a medio camino entre el homenaje y la improvisación experimental.

La suite y la serenata

Una película dirigida por Manuel Huerga con estética de ‘cinéma vérité’ (disponible en la plataforma Filmin bajo el título de ‘Velvet Suite’) recoge lo que ocurrió en el Ateneu de Banyoles aquel 28 de abril. Pero Julià quería preservar la ocasión también en formato de disco, y así nació ‘Velvet Serenade’, que, a diferencia del filme, no contiene el sonido del concierto tal cual sino que incluye grabaciones de los ensayos previos editadas con mimo.

Comelade, Ranaldo y Prats, durante el concierto en el Ateneu de Banyoles.

Comelade, Ranaldo y Prats, durante el concierto en el Ateneu de Banyoles. / Pere Duran

La producción del disco ha permitido a Julià “cruzar al otro lado lado del espejo”, dice. El crítico musical que se ha pasado 45 años estudiando y analizando las obras imaginadas por otros, se ha convertido con ‘Velvet Serenade’ en el motor creativo de un proyecto artístico. “Yo estoy casi más satisfecho del disco que del libro. Cada vez que lo veo, me digo: ‘Hostia, esto lo has hecho posible tú, como Andy Warhol hizo posible el disco del plátano de los Velvet'. Sin tocar instrumentos, he creado las condiciones para que esto se haya podido hacer. Y eso me parece extraordinario”.

Es una bonita recompensa después de tantos años de dedicación obsesiva a una causa, la de Lou Reed, que tanta desazón ha causado a los periodistas musicales de todo el mundo. El artista neoyorquino falleció en octubre de 2013 con la reputación de haber sido durante décadas el entrevistado más difícil y desagradable del panorama rock. Julià no desmiente esa percepción, pero explica las claves de su fórmula para sobrevivir al monstruo. “Claro que Lou Reed me pegó gritos en alguna ocasión y tuvo días mejores que otros, pero para mí eso era parte de la experiencia de conocerlo. Era un tío con un gran desbarajuste mental, así que acercarse a él era un reto complicado. Pero cuando algo es difícil, más te lo curras. Y acabamos siendo amigos. En la exposición que la Biblioteca Pública de Nueva York le dedicó recientemente, había una lista con algunas de sus lecturas favoritas, y allí estaba mi libro ‘Feed-back’ [‘Feed-back. The Velvet Underground: legend, truth’, 2008]. Eso –sonríe- es una satisfacción personal increíble”. 

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