Óbito

Muere Helmut Berger, una belleza insana y diabólica

Fallece a los 78 años el actor tutelado por Luchino Visconti en ‘La caída de los dioses’ y ‘Luis II de Baviera’.

Helmut Berger

Helmut Berger / -

Quim Casas

Quim Casas

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Es verdad que el intérprete austriaco Helmut Berger, fallecido hoy a los 78 años, echó a tirar su carrera y nunca fue un gran actor, pero su filmografía no está desprovista de interesantes películas, sobre todo en su relación con Luchino Visconti, para quien protagonizó ‘La caída de los dioses’ (1969) –en sonada escena, en su momento, haciendo de nazi travestido como Marlene Dietrich–, ‘Luis II de Baviera’ (1972) –sin duda el mejor papel de toda su carrera, como Ludwig, el rey loco– y ‘Confidencias’ (1974), otra obra crepuscular de Visconti en la que Berger encarnó a uno de los aristócratas decadentes con los que lidia el profesor jubilado interpretado por Burt Lancaster. De la mano del director de ‘El gatopardo’, Berger se había convertido en el hombre más bello del mundo, en expresión acuñada entonces por la prensa, una belleza insana y diabólica, en palabras de su mentor.

 Con Visconti, más allá de su relación sentimental, se entendió a las mil maravillas en lo artístico. Berger explotó su impecable y hermosa apariencia en películas discretas a la vez que muy coherentes con sus posibilidades. Fue el actor idóneo para una nueva versión realizada en 1970 de ‘El retrato de Dorian Gray’, y tuvo interesantes cometidos en ‘El jardín de los Finzi Contini’ (1970), un drama de Vittorio de Sica sobre una noble familia de Ferrara en los tiempos de la ocupación nazi, y ‘El bello monstruo’ (1971), donde dio vida a un perverso seductor que tortura sicológicamente a sus esposas induciéndolas al suicidio.

 Quedó empequeñecido como joven amante de Elizabeth Taylor en ‘Miércoles de ceniza’ (1973), pero funcionó mejor en un papel parecido en ‘Una inglesa romántica’ (1975), formando triángulo con Glenda Jackson y Michael Caine. Su otro ‘decadente’ momento de esplendor llegaría con ‘Salón Kitty’ (1976) de Tinto Brass, sobre un burdel frecuentado por oficiales y soldados nazis durante la guerra. Encarnó a Fantomas en una interesante serie televisiva de 1980 y fue uno de los protagonistas de ‘Victòria!’ (1983-1984), rodada por Antoni Ribas. Tuvo un último cometido importante en ‘Saint Laurent’ (2014).

 Su vida personal fue un desastre. Dado a la bebida, intentó suicidarse, dilapidó su fortuna, malvivió de ‘reality shows’ y montó escándalos notorios. El más famoso aconteció en el festival de San Sebastián, a principios de los 80, cuando en una fiesta intentó tocarle los pechos a Pilar Miró, entonces Directora General de Cinematografía, y la directora de ‘El crimen de Cuenca’ le soltó un sonoro guantazo.

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