Adiós al artista del sonido Ryuichi Sakamoto, fallecido a los 71 años

El reconocido músico japonés Ryuichi Sakamoto, responsable de la música para la apertura de los Juegos Olímpicos de Barcelona, murió el pasado 28 de marzo a los 71 años a consecuencia de un cáncer colorrectal que sufría desde 2020, según confirmó este domingo su agencia. Su último concierto fue el pasado 11 de diciembre, en formato 'online' para que sus fans de diferentes husos horarios pudieran escucharlo, y cuando su cáncer se encontraba ya en fase IV, por lo que muchos de sus seguidores pensaban que podía ser el último.

El compositor no solo puso música al gran momento de la Fura dels Baus en 1992, sino que fue fundador de la seminal banda techno-pop nipona Yellow Magic Orchestra (YMO). También sumó un fructífero trabajo para las bandas sonoras de películas de Oshima, Almodóvar o Bertolucci, con quien, precisamente, había ganado el Oscar por 'El último emperador' en 1988.

"Mientras se encontraba en tratamiento para el cáncer descubierto en junio de 2020, Sakamoto siguió creando trabajos siempre que su salud lo permitía. Vivió con la música hasta el final", señaló su agencia Commmons, en un comunicado. De acuerdo a los deseos del artista, el servicio funerario se habría celebrado con sus familiares cercanos, aunque no aportó mayores detalles y pidió que se respetara la privacidad de la familia.

"Ars longa, vita brevis. El arte es largo, la vida es corta", destacó el texto de Commmons como una de las frases favoritas del compositor. El pianista, que sufrió un cáncer de garganta en 2014 del que logró recuperarse, confirmó a principios de 2021 que tenía un cáncer colorrectal, que se extendió a otros órganos en forma de metástasis.

Son muchas las facetas de Ryuichi Sakamoto: compositor se bandas sonoras, pionero de la música electrónica synth-pop con Yellow Magic Orchestra, explorador del trip-hop y del ambient pero también de otros sonidos. Su curiosidad y ganas de descubrir nuevas sonoridades le ha llevado a colaborar con Christian Fennesz y Alva Noto pero también con artistas tan diferentes como David Byrne, Iggy Pop, Robert Wyatt y los brasileños Jaques y Paula Morelenbaum. Tiene una treintena de bandas sonoras y una veintena de discos en solitario, más allá de sus trabajos con la Yellow Magic Orchestra (YMO), que cofundó con Haruomi Hosono y Yukihiro Takahasi a finales de los años 70. El polifacético pianista y compositor, a quien el cáncer atacó por primera vez en 2014, ha dejado un importante legado: más de 20 discos en solitario y unas 30 bandas sonoras.

Nuevo recopilatorio

Su último álbum '12' se editó a principios de este año. Contiene composiciones muy orgánicas, delicadas y minimalistas creadas a modo de diario mientras se recuperaba de su última intervención. Y el próximo 5 de mayo llegará 'Travesía' (Milan Records), un recopilatorio que recorre casi 40 años de carrera a través de 20 temas seleccionados por el cineasta Alejandro González Iñárritu que colaboró con Sakamoto en su filme 'The revenant' ('El renacido', 2015) El disco abarca desde trabajos en solitario y composiciones para bandas sonoras, no siempre las más conocidas.

Sakamoto, que vivió entre Tokio y Nueva York, estudió en la Universidad Nacional de Tokio de Arte y Música donde trabajó con sintetizadores Buchla, Moog y ARP. A los 26 años, en 1978 lanzó su primer disco en solitario, el mismo año en el que salió su primer trabajo con la recién fundada Yellow Magic Orchestra (YMO). La hoy legendaria banda nipona de techno-pop le tenía a él al frente de los teclados junto a Haruomi Hosono y Yukihiro Takahasi. YMO fue pionera en la reutilización de samples de juegos como 'Circus' o 'Space Invaders' en algunas de sus primeras canciones como 'Computer Games'.

El primer álbum homónimo de la banda 'Yellow Magic Orchestra' salió en 1978 el mismo año en el que Sakamoto editó su primer disco en solitario, 'The thousand knives', un inspirado maridaje entre la música tradicional japonesa y la electrónica. Sakamoto fue uno de los pioneros en la utilización de la Roland MC-8, primer secuenciador basado en un microprocesador. Y también en el uso de la Roland TR-808, la caja de ritmo programable más innovadora que salió a principios de los 80. Tanto YMO como Kraftwork marcaron el camino a seguir en la música electrónica, ambos traspasaron fronteras con su sonido.

Artista total

Sakamoto muy pronto demostró ser un artista total, capaz de llegar al alma plasmando sentimientos e imágenes a través de la música. Su trabajo en el mundo del cine fue más allá de la composición: en 'Merry Christmas, Mr. Lawrence'('Feliz Navidad Mr Lawrence', 1983) actuó en la película junto a David Bowie.

Después, en 1987, vendría otro enorme trabajo 'El último emperador', de Bernardo Bertolucci, con el que ganó un Oscar a Mejor banda sonora. También puso música a los filmes del realizador italiano 'El pequeño buda' y 'El cielo protector'. En España trabajó con Pedro Almodóvar. Hizo la banda sonora de 'Tacones lejanos' pero no quedó demasiado satisfecho de su trabajo como confesó en una entrevista con El Periódico de Catalunya.

Su participación el los Juegos Olímpicos de Barcelona'92 fue otro de los momentos estelares de su carrera. La música del número central de la ceremonia inaugural, ese imponente viaje de Jasón y los Argonautas hasta las columnas de Hércules a través del mar Mediterráneo que inundó el Estadi Olímpic, permitió a Sakamoto adentrarse en otro tipo de aventuras. El músico que años después reconocería su amor por Barcelona, regresaría a la ciudad en para despedir la edición número 25 del Festival Sónar en una noche mágica en el Teatre Grec de Montjuïc.

Más allá de su música, su espíritu artístico quedó plasmado en 'Ryuichi Sakamoto: Coda' (2017), un delicado y cautivador retrato de artista realizado por Stephen Nomura Schible. Aunque el proceso creativo es difícil de capturar, el documental logra profundizar en la visión de Sakamoto y su enorme respeto por la naturaleza.