Raquel García-Tomás: "La música de nueva creación garantiza el futuro de la ópera y los auditorios"

Su debut en el escenario del Gran Teatre ha sido espectacular.

Estoy en una nube porque el éxito ha sido rotundo en todos los sentidos. No solo ha gustado a la crítica, también a un público muy diversos, desde los fans de la ópera a gente que nunca había venido al Liceu. El argumento nos preocupaba porque no sabíamos cómo reaccionaría la gente pero esta ópera ha conmovido a todo el mundo. Desde el colectivo LGTBI y personas que hacen estudios sobre el género a gente que nunca se hubiera interesado con esta temática han empatizado con la historia de Alexina.

El Liceu ya no es lo que era: a favor y en contra de una puesta al día radical

Ha creado mucho debate también.

Es que Alexina es un personaje muy interesante, alguien que fue feliz en su infancia y durante su historia de amor con Sara. No queríamos darle un enfoque fatalista, aunque evidentemente hubo drama y desgracia en su vida. Esto último lo explica el segundo y tercer acto. Pero ella amó y fue amada.

Y acabó suicidándose.

Los motivos los explica muy bien en sus memorias, un libro muy pequeño que reeditará en castellano Temporal a partir del 5 de abril. Irán firmadas con el nombre de Abel Barbin, el que Alexina adoptó ante el Registro Civil. Pero ni convertido en hombre delante de la ley pudo unirse a Sara, su amor. El modelo en su época de pareja era heteronormativo, eras hombre o mujer. Él sentía que no pertenecía a ninguno de los dos géneros. Era una persona no binaria y no encajaba. La biología es una pero el género es un invento social. Es algo que todavía no acabamos de entender.

¿Qué escena le costó más componer?

La del forense que aparece al principio. Era una escena muy crítica porque el médico está defendiendo unas ideas que no compartimos pero había que contextualizar la historia.

"La escena en la cama fue difícil. Quería plasmar que había placer y que era una historia de amor profundo".

¿Fue más difícil poner música a la explícita escena del amor en la cama o las de las exploraciones médicas?

A la escena de la cama le di muchas vueltas. Es la escena más larga. Dura 12 minutos porque es el detonante del viaje que emprende Alexina. Me hice muchas preguntas: ¿cómo ha de ser una primera noche de amor entre dos mujeres que solo se habían de dado un beso? ¿cuál es el contexto? y ¿cuáles son mis referentes como mujer? ¿cuántas escenas de amor he visto entre mujeres o entre hombre y mujer vistas desde un punto de vista femenino? En el cine, en la mayoría de estas escenas la mujer suele son objeto que sujeto. No se piensa en el placer, ni en la psicología. Yo quería plasmar que había placer y que era una historia de amor profundo.

La ópera 'Alexina B.' primeras imágenes en el Liceu de Barcelona

Ver galería

Es poco habitual en la ópera ver a dos mujeres amándose.

Pero es que es un momento precioso. Hay que destacar que da igual si es entre dos mujeres, un hombre y una mujer, dos hombres, con una persona o más de dos personas... Al final es amor. Entiendo que haya quien se haya escandalizado pero cuántas escenas de violaciones explícitas hay en la ópera y las hemos normalizado. ¿Nos hemos de escandalizar por un amor tan profundo y trascendental? Lo que pretendo en ese orgasmo que se construye es mostrar la trascendencia espiritual.

¿Han aplaudido la escena en alguna función?

No. Pero no se ha escuchado ni una tos. La gente se queda trastornada, en parte porque la microfonía nos permite escuchar hasta su respiración para que se entienda que es un momento muy humano. Desde luego, más allá de los agradecimientos a los cantantes, la orquesta, el coro, el director musical y la directora de escena, he de agradecer el magnífico trabajo de Sixto Cámara. Sin un buen ingeniero de sonido este tipo de proyectos no funciona. Poner un micro es un arte. En las óperas de nueva creación, si el concepto de la propuesta lo requiere, han de poder sonorizarse. No veo problema alguno porque puedes apreciar por igual el virtuosismo y la calidad de las voces. De hecho, se pueden apreciar y escuchar mejor en todo el teatro.

"La ópera es el género que más me gusta, con el que siento más puedo aportar a la música y a la sociedad"

La ópera de nueva creación no goza de demasiado espacio.

Pero si los teatros de ópera quieren seguir adelante deben ofrecer obras con temáticas que interpelen al público con un ritmo narrativo accesible. Los abonados no vivirán por siempre y no se puede programar solo los títulos de repertorio. En el mundo de la ópera necesita dar entrada a la nueva creación para garantizar la continuidad del género. Si no hay un cambio profundo en este sentido no podrá seguir. Lo mismo pasa en las salas de concierto. En ambos casos la media de edad de su público es elevada y el cambio se ha de implementar ya para despertar interés por otras cosas y atraer a nuevos públicos.

Su anterior ópera 'Je suis narcissiste', que se vio en el Lliure, también sedujo a espectadores y crítica.

La ópera es el género que más me gusta, con el que siento más puedo aportar a la música y a la sociedad. La gran victoria de 'Alexina B.' para mí es que todas las personas del colectivo intersexual con las que que he estado trabajando para tener una mejor perspectiva han salido agradecidas y emocionadas. Pero ha conectado con muchas personas y esto, después del 'tour de force' trabajando sola en casa es la mejor recompensa. Encontrarse con gente de todo tipo que te abraza, que llora, que te dice que se ha emocionado es brutal. Trascender en la vida de las personas de esta manera no suele se habitual para los compositores como yo. Ojalá que esta ópera se pueda volver a hacer en más sitios.

¿Y ahora, qué será lo próximo?

Primero, vacaciones. Necesito un respiro, poder salir a caminar cuando sale el sol. Después ya veremos, tengo varios encargos.