Crítica de cine

'Un funeral de muerte': todo por la pasta

En su tercer filme como director, el guionista de 'Un funeral de muerte' no logra resultados tan originales ni incisivos en este acercamiento al humor negro, donde Anna Faris y Toni Collete mantienen el pulso frágil de la propuesta

Anna Faris y Toni Collette, en un fotograma de 'Una herencia de muerte'

Anna Faris y Toni Collette, en un fotograma de 'Una herencia de muerte' / DeAPlaneta

Quim Casas

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El guionista británico Dean Craig dio en la diana comercial cuando escribió la comedia ‘Un funeral de muerte’ (2007), coproducción angloestadounidense realizada por Frank Oz que el propio Craig adaptó apenas tres años después para el 'remake' dirigido en Hollywood por Neil La Bute. Entre bodas y funerales se ha desarrollado la filmografía de Craig, que como guionista firmó ‘Una boda de muerte’, en torno a las tribulaciones en una boda australiana, y como director ha realizado ‘Amor. Boda. Azar’, con dos visiones alternativas de una misma celebración nupcial, y ‘Honeymoon’, sobre una luna de miel. Su tercer largometraje tras la cámara, ‘Una herencia de muerte’, varía ligeramente de perspectiva sin abandonar el mismo registro de comedia.

Los resultados no son tan originales ni incisivos en este intento por parte de Craig de abrazar la causa del humor negro. Es la historia de dos hermanas endeudadas (Anna Faris y Toni Collette) que intentan ganarse la simpatía de su antipática y riquísima tía (Kathleen Turner) al enterarse de que padece una enfermedad terminal. Otras sobrinas y sobrinos se suman como aves carroñeras a la carrera para ganarse los favores económicos de la enferma. Al filme le falta el ritmo alocado de otros trabajos de Craig y le sobran demasiadas escenas explicativas y dosis de histrionismo. Las dos actrices protagonistas mantienen el pulso frágil de la propuesta.