A los 95 años
Muere la actriz Gina Lollobrigida, icono del cine italiano de los 50
Saltó a la fama en la década de 1950 como un símbolo sexual mediterráneo
La protagonista de ‘Fanfan, el invencible’ y ‘Salomón y la reina de Saba’, fallece a los 95 años a causa de una complicaciones derivadas de una fractura de femur.
Quim Casas
Periodista y crítico de cine
Profesor de Comunicación Audiovisual en Universidad Pompeu Fabra y docente en ESCAC, FX, Cátedra de Cine de Valladolid y Museu del Cinema de Girona. Autor de diversos libros sobre David Lynch, David Cronenberg, Jim Jarmusch, Fritz Lang, John Ford y Clint Eastwood. Miembro del Comité de Selección del Festival de Cine de San Sebastián.
Tuvo que competir con otra gran estrella del cine italiano de su tiempo, Sofia Loren, y también con actrices un poco más versátiles decantadas, en distintas etapas de sus carreras, hacia el cine de autor, caso de Claudia Cardinale, o bien con presencias fulgurantes como Silvana Mangano. Su reinado en el cine italiano como ‘maggiorata’ con Loren fue similar al de Greta Garbo versus Marlene Dietrich en la década de los 30 en Hollywood. Las enfrentaron, aunque podían ser complementarias. Los años 50 y 60 vieron surgir con ella a una estrella deslumbrante, una presencia poderosa que empequeñecía a sus parejas y rivales en la pantalla. En décadas posteriores, ese brillo palideció. Es difícil mantenerse en lo más alto durante más de tres décadas.
Nacida en la localidad de Subiaco en 1927, hija de un fabricante de muebles, se cuenta de ella que llegó con su familia a Roma una vez finalizada la segunda guerra mundial y que estudió canto, arte dramático y pintura. Cuando el cine dejó de ser lo más importante, muchos años después, se dedicó a la escultura y a la fotografía. El libro ‘Italia mia’, con prólogo de Alberto Moravia, recopila buena parte de sus fotos; para ella posaron desde Salvador Dalí hasta Audrey Hepburn.
También participó en concursos de belleza y en castings para cine no muy distintos al reflejado por Luchino Visconti en ‘Bellísima’. En 1947 se presentó al concurso de Miss Italia. Quedó en tercera posición por detrás de otras dos futuras actrices, Lucía Bosé y Gianna Maria Canale. También compitió Silvana Mangano. Eran el futuro femenino del cine italiano de las dos décadas posteriores.
Debutó en 1946 en ‘Águila negra’, exitosa película de aventuras realizada por Riccardo Freda, quien se convertiría en el esposo de Gianna Maria Canale, la segunda en aquel concurso de belleza que le abrió las puertas al cine. El destino hizo que su primera interpretación principal fuera en un filme titulado precisamente ‘Miss Italia’ (1950), una ficción sobre los concursos de belleza femenina. Suficiente para cerrar un primer ciclo en su carrera y abrir otro definido con títulos como ’Vida de perros’ (1950), una de las grandes comedias de Steno y Mario Monicelli, o ‘La ciudad se defiende’ (1951), un relato policiaco de Pietro Germi.
En el papel de una aventurera gitana, fue compañera de andanzas de Gérard Philippe en ‘Fanfan, el invencible’ (1952), enorme éxito del cine francés más popular de la época. Su participación junto a Vittorio de Sica en ‘Pan, amor y fantasía’ (1953) fue la espoleta para el reclamo hollywoodiense, que llegó ese mismo año de la mano de John Huston con ‘La burla del diablo’, protagonizada junto a Humphrey Bogart y Jennifer Jones a partir de un estrambótico guion de Truman Capote.
‘La mujer más guapa del mundo’ (1955) parecía un título diseñado para ella, pero Lollobrigida no se durmió en los laureles y tanteó diversos registros y géneros. Fue la zíngara Esmeralda de ‘Notre Dame de París’ (1956), con Anthony Quinn como el jorobado Quasimodo, y compartió acrobacias circenses en las alturas en ‘Trapecio’ (1956), junto a Burt Lancaster y Tony Curtis. Fue igualmente la hermosa Sheba en ‘Salomón y la reina de Saba’ (1959), rodada por King Vidor en España, y pareja de Frank Sinatra en el filme bélico ‘Cuando hierve la sangre’ (1959). En Hollywood también asumió el papel de mujer latina arrebatada lidiando con el engominado Rock Hudson en ‘Cuando llegue septiembre’ (1961) y ‘Habitación para dos’ (1965). Tras varios filmes con Doris Day, Hudson quedó absolutamente descolocado.
Si Loren fue Dulcinea en ‘El hombre de la Mancha’ (1972), versión musical de las peripecias de Don Quijote, Lollobrigida encarnó a Giulia, el amor de Cervantes, en el film del escritor realizado en 1967. En los 70 rodó comedias, dramas y spaghetti-wéstern, una miniserie sobre Pinocho y varias películas en España. La televisión, como siempre en aquella época, la rescató con su papelazo en ‘Falcon Crest’ (1981-1990), como la hermanastra italiana de Angela Channing.
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